Y es que la gran baza de Oddliquor es su versatilidad y amplitud de capacidades: hace sus propias producciones (aunque en ‘Vibrato‘ figuraban colaboraciones como las de Steve Lean o Alberto Rock), bien educadas en el R&B más audaz -con toques latinos, dance, jazz y trap-, y también rapea y canta en una onda próxima a Abel Tesfaye, Jeremih o Frank Ocean. Y todo lo hace bien. Esto deriva en temazos ajenos a géneros (como ocurre con su colega One Path, su estilo colorista no se puede alinear exactamente con los nombres más pujantes del urban pop) como los irresistibles ‘Booty Boo’, ‘La reina’ o ‘Arrebato’.
Pero, a sus apenas 23 años, parece evidente que su trayectoria apenas ha empezado y apunta muy alto: hace pocos días se dejaba ver en las oficinas de Universal Music, postulándose como un más que posible fichaje de la multi tras el de Maikel Delacalle. Si nos atenemos a singles como el arrebatador ‘Quiere volver’, una suerte de epílogo a la relación truncada que se plasmaba en ‘Vibrato’ («Bien malito te hice un disco entero / ahora canto y tengo tres p’a luego»), que no deja duda de su proyección. Este fin de semana, tras llenar en julio la Sala Apolo de Barcelona, vuelve al mismo espacio en La Cangri: en el club auspiciado por Bea Pelea, este domingo 11 de noviembre se dan cita Oddliquor con Alberto Rock, Soto Asa (de La Vendicion, que recientemente publicaba EP con colabos de Bad Gyal y Yung Beef) y $antana 100000. Más información y entradas, aquí.