Música

Simple Minds / Walk Between Worlds

Aunque ahora parezca lejanísimo, hubo un tiempo a primeros de los 80 en que U2 iban a rebufo de Simple Minds como abanderados de la épica rock surgida del post-punk británico. El grupo comandado por Jim Kerr y Charlie Burchill, que el año pasado cumplía la friolera de 4 décadas, eran a mediados de los 80 mastodónticas estrellas de estadio en Europa y Norteamérica, mientras que U2 comenzaban a despuntar desde una perspectiva más oscura. El tiempo dio la vuelta a la tortilla y a finales de los 80 y, sobre todo, en la primera mitad de los 90, U2 se convirtieron en las estrellas que aún hoy siguen siendo, mientras que la popularidad del grupo de Glasgow fue languideciendo.

Sin embargo, nunca han desfallecido ni, como podría haber sido fácil creer, se han limitado a vivir de rentas (aunque es cierto que en 2012 reeditaron sus 5 primeros álbumes y acometieron una gira sobre ellos, y que en 2016 adaptaron a formato acústico sus grandes éxitos, ‘Alive and Kicking’ y ‘Don’t You (forget About Me)’ incluidos). Pero Kerr y Burchill, al contrario que sus amigos Bono, The Edge, Mullen Jr. y Clayton, se han mantenido sin recurrir a colaboraciones con artistas jóvenes que refresquen su sonido (aunque su mutante banda es actualmente una mezcla de veteranía y juventud, con varias mujeres en ella) ni reinvenciones impostadas. Al contrario, con mayor o menor acierto han seguido empecinados en un sonido más o menos reconocible, tratando de hacer las mejores canciones posibles. Así, en 2014 publicaron ‘Big Music’, un disco verdaderamente interesante que, entre sonidos sintéticos, les mostraba capaces de escribir grandes canciones como ‘Honest Town’ o ‘Blindfolded’.

Y en una línea similar prosigue el disco –ya el 17º de estudio de su carrera– que Simple Minds publicaban a principios de este 2018. De nuevo producido por el tándem Andy Wright y Gavin Goldberg, que parece haber entendido como pocos al grupo, ‘Walk Between Worlds’ muestra un perfil algo más luminoso y optimista que su predecesor en cuanto a melodías y arreglos, pero de nuevo encuentra a Kerr y Burchill tremendamente inspirados en ese pop rock de poso electrónico que, sin ser el colmo de la modernidad, mantiene su vigencia sin despeinarse. Así, canciones como ‘Magic

’, ‘Summer’ y ‘Utopia’ conforman un arranque soberbio, refrendado luego puntualmente con una ‘Sense of Discovery’ que, entre la abundante paja sonora –quizá una de las pegas del álbum-, esconde una de las mejores canciones que hayan lanzado este siglo; una ’In Dreams’ que evoca a los New Order de ‘Technique’; o una ‘The Signal and The Noise’ que, antes de empantanarse hacia el final, resulta muy atractiva con su trasfondo electrónico.

En general, hay cierta tendencia a lo genérico –los coros souleros de Sarah Brown hace tiempo que se convirtieron en enseña del grupo, aunque eso les acerque a un pop algo estándar– que les lleva a embarrarse en ocasiones (‘Barrowland Star’, pese a sus ecos del último Bowie, el bonus track ‘Dirty Old Town’) y tampoco hay grandes hallazgos creativos en él (ni tampoco parece la intención, como indicaba antes). Pero lo cierto es que ‘Walk Between Worlds’ es un disco que, quizá ayudado por la falta de expectativas y por el hecho de ser tan corto (con apenas 8 canciones, casi hasta se agradecen un par de los temas de la edición deluxe, especialmente la oscurilla ‘Silent Kiss’), ofrece mucho más de lo que cabe esperar de él y muestra a un grupo que, comparado inevitablemente con las obras recientes de sus coetáneos, resiste en lo artístico más que dignamente.

Simple Minds aparecen hoy como invitados en ‘La Hora Musa’ de La 2, junto a Hinds y Rufus T. Firefly.

Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Magic’, ‘Summer’, ‘Sense of Discovery’, ‘In Dreams’
Te gustará si te gusta: los U2 de los 80, Tears For Fears, New Order
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: simple minds