Billboard ha decidido que la melodía de esta canción colaborativa tiene una inyección «flamenca». En realidad, a mí me suena un poco más a la canción melódica mediterránea de los años 60 y 70. Más que un tema de Moloko de house ibicenco y con guitarra española, es como si Marina se hubiera dejado influir por sus raíces griegas para entregarse al catálogo de una Vicky Leandros. Algunos de mis compañeros intuyen en ‘Baby’ también el poso latino «fake» de algunas viejas bandas sonoras de la época dorada de Hollywood, algo así como Elvis Presley jugando a ser flamenco pero terminando sonando entre español y mexicano; pero lo seguro es que en el momento «Guess I had my last chance / And now this is our last dance», esto parece una canción que podría haber sido editada por Elefant, de The School a Papa Topo pasando por La Casa Azul.
Después está lo de Luis Fonsi. Tiene todo el sentido su invitación, para terminar de dar al tema ese toque latino deliberadamente buscado, pero aquí suena demasiado cortado y pegado, y con muy poca química con Marina. De la misma manera que Justin Bieber sobraba en ‘Despacito’, porque lo mejor de ‘Despacito’ eran Fonsi y Daddy Yankee, él y su cuenta atrás no añaden tanto en una grabación que por suerte existe en acústico.