‘Nothing Breaks Like a Heart’ es una canción de tintes americanos que pega tanto con la última faceta folk de Miley Cyrus como con la del último productor de Lady Gaga. El tema incorpora unas intensas cuerdas vinculables tanto al trip-hop como a la visión de la música americana aportada por proyectos como Danger Mouse o Broken Bells. La letra apunta a la canción de amor («Remember what you said to me? / We were drunk in love in Tennessee / And I hold it, we both know it»), si bien con cierta sensación de peligro amenazando («nothing, nothing, nothing gon’ save us now»), la cual se ve reforzada por su ambiguo vídeo.
En la obra dirigida por We Are From LA vemos a Miley Cyrus conduciendo (o no) un coche en el que huye de la policía. Las balas o los muros amenazan su carrera sin que nada parezca poder detenerla. Aparecen tanto representantes del clero como del fútbol americano camuflados entre hardcore fans de la artista clamando «Miley for president», si bien la aparición más sorprendente en un momento dado es la del propio Mark Ronson y su doble. Un vídeo que da un doble sentido al primer single de un álbum que estará influido por el divorcio de Mark Ronson de Joséphine de La Baume, como él mismo ha declarado en la BBC.