La artista, que en 2015 revelaba padecer la enfermedad de Lyme, que afecta también a cantantes como Shania Twain, Avril Lavigne o Kathleen Hanna, ha detallado que hoy más que nunca “sient[e] la urgencia de compartir las verdades desnudas de [sus] experiencias”. En el álbum, la artista hablará del “aborto provocado, el aborto natural, el cáncer, el luto y los lados más oscuros de la paternidad, temas que ha sido terapéutico escribir, pero también aterrador”.
El primer avance de ‘There Will Be No Intermission’, un disco que, como detalla Palmer, ha sido financiado por 12.000 de sus fans (como alguno de sus anteriores discos), es ‘Drowning in the Sound’, que Palmer estrenó en una versión primigenia en 2017. La artista asegura que la canción es una “respuesta a la locura de las políticas de internet mezcladas con el eclipse solar y la devastación del huracán Harvey, entre otras cosas”. Es, en cualquier caso, una composición dramática y teatral, en el estilo de Palmer, cuya letra parece aludir a un cambio necesario en la sociedad.