También sitúa en el mapa a Jamie xx, que de manera totalmente inesperada aparece en los créditos como co-productor. No sabemos por qué el productor único de ‘Rehab’, ‘You Know That I’m No Good’ o ‘Back to Black’ necesita un productor adicional, pero el resultado aquí es estupendo: un equilibrio perfecto entre tradición americana (la del último disco de Miley, pero aquí mucho mejor entendida), ritmo y cuerdas como sacadas de la era trip-hop.
Aunque Ronson vive lo suficientemente en la inopia como para creer que esta era la primera vez que se usaba la expresión «nada se rompe como un corazón» (así lo ha contado en Billboard), la letra cumple perfectamente su función, relacionada con el reciente divorcio del propio Mark. Son referenciadas llamadas telefónicas, noches largas de amor y borracheras de amor (¡»drunk in love»!) en Tennessee. Pero de todo eso no quedarán más que «cicatrices», un «silencio roto» y este «disco dando vueltas en un bar» (probablemente mugriento). Un desasosiego al que contribuye el vídeo, con Miley en un semblante ultraserio, casi apocalíptico, en el que lo único bueno que pasa son los tatuajes de sus fans.