Música

La reedición deluxe del debut de Cranberries esconde joyas, curiosidades y más feminismo del que recordabas

Una de las peores noticias musicales de 2018 llegaba en enero cuando se conocía la muerte de Dolores O’Riordan tras ahogarse en la bañera de un hotel de Londres debido a una ingesta excesiva de alcohol. Dave Davies de The Kinks acaba de escribir un nuevo obituario para The Guardian. La reedición del debut de Cranberries con motivo de su 25º aniversario estaba prevista de todas formas y O’Riordan había llegado a trabajar en ella. Este otoño ha llegado al mercado aunque un poco de aquella manera: no ha sido nada fácil hacerse con una copia de la edición súper deluxe. Los extras no están subidos a las plataformas de streaming, quizá por algún problema de derechos con respecto a su EP debut ‘Uncertain’, que no estaban a disposición ni de Island ni del grupo; y en cuanto a la edición física, Hasta 2 meses de espera me ha costado hacerme con una, en medio de unos problemas de distribución evidentes que, al menos, se han resuelto antes de Navidad (disponible en Amazon).

La cajita llega, por tanto, con retrasillo, pero merece mucho la pena. En el libreto encontramos muchas anécdotas desconocidas incluso para el hardcore fan, muchas relacionadas con el primer cantante del grupo, pero también obviamente con la banda, que una vez entró Dolores, jamás cambió de formación. El grupo, Stephen Street o el fotógrafo Andy Earl explican cómo se buscó que la portada pareciera la de un debut, cuánto costó encontrar el tempo adecuado para ‘Linger’, cómo ‘Dreams’ se inspiró en Echo & The Bunnymen y cómo su debut empezó a triunfar cuando ya se había dado al grupo por acabado tras transcurrir 5 meses entre el lanzamiento del promo para prensa y el disco verdadero, entre muchas otras curiosidades. Al final vendió 7 millones de copias.

Se incluyen postales, un póster y por supuesto los 4 discos ya anunciados. La remasterización en Abbey Road del álbum original no aporta demasiado en este caso, pues la producción de Stephen Street era magistral y nítida y no había nada que mejorar, pero sí vuelve a ponerse sobre la mesa que el debut de Cranberries es un álbum precioso y oscuro sobre los primeros sinsabores del amor, que O’Riordan escribió en general a partir de los 4 acordes que se sabía Noel Hogan, con unos 18 años (también escribía temas sola). El productor de Blur y Suede aparece diciendo, entre otras cosas, que no se dio cuenta de lo bueno que era este disco hasta un año después de haberlo grabado.

Por otro lado, llaman la atención lo bien que han envejecido mensajes como los de ‘Pretty’ o ‘Not Sorry’. Aunque O’Riordan mostrara un perfil conservador durante los 90 por sus creencias religiosas y por su opinión contra el aborto, y no fuera por tanto exactamente una riot-grrrl, la cantante denuncia constantemente el abuso en letras como las citadas, ‘Put Me Down’ o la inédita ‘A Fast One’, en la que se rebela contra quien le dice lo que tiene que hacer en lo que parece todo un protohimno contra el «mansplaining». “Me dices que no soy lo suficientemente buena / me dices que soy un aburrimiento / pero no estoy dispuesta a tolerar tus insultos nunca más”, comienza diciendo esta canción sobre un matrimonio a los 16 años que termina mal: “estoy harta de ti / no sé lo que te molesta / pero siempre me estás diciendo lo que tengo qué hacer”. Al final de la letra, se va a vivir sola. Hoy sabemos que Dolores también fue víctima de abusos sexuales de pequeña y algunas de estas canciones adquieren un tono de denuncia y feminista, adelantado a su tiempo. «Esta es una canción sobre las mujeres», reivindica antes de comenzar ‘Pretty’.

En cuanto a los extras, como es habitual en este tipo de discos, la abundancia de directos, maquetas y tomas en la radio, a destacar que Cranberries también llegaron a ser lo suficientemente guays como para tener su sesión con John Peel, puede ser excesiva. No me canso de oír ‘Linger’ en cualquiera de sus versiones, pero el eterno retorno de ‘Wanted’ termina siendo un poco paródico. En cualquier caso, mientras presentaban en directo el primer disco, ya tenían preparado el segundo y por tanto aparecen en estas muestras en directo de su primera gira, todos los hits de lo que iba a ser el segundo. Así, oímos en su versión primigenia ‘Zombie’, ‘Ode to My Family’, ‘I Can’t Be With You’ y ‘Ridiculous Thoughts’, al tiempo que alguna curiosidad como la metedura de pata en vivo como la de un directo de ‘Not Sorry’.

Pero lo mejor, por supuesto, es que este CD ofrece al fin la posibilidad de escuchar oficialmente muchas de las joyas perdidas de sus inicios. Las caras B oficiales (la mítica ‘Liar’ que nunca dejaron de tocar, ‘What You Were’, etc) eran muy accesibles pero no otras cosas: las cuatro canciones de ‘Uncertain’ tanto en estudio como alguna en directo, la mencionada y desafiante ‘A Fast One’, su tema en gaélico ‘Íosa’ sin el insoportable sonido de catacumbas con el que circulaba por internet, la delicada y decepcionada del mundo ‘False’ o su versión de Carpenters. Y, ay, ¿quién nos iba a decir que Dolores iba a terminar exactamente igual de mal que Karen?

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Publicado por
Sebas E. Alonso