En un comunicado, Perry ha expresado su “tristeza” por que los zapatos “hayan sido comparados con imágenes dolorosas que han recordado al blackface”. La cantante ha defendido que la intención de ella y su equipo “nunca ha sido hacer daño a nadie” y que los zapatos están inspirados en el “arte moderno y el surrealismo”, si bien debido a las críticas ha decidido “retirar los zapatos inmediatamente” de su web, mientras las tiendas que los vendían han procedido a hacer lo mismo. En Twitter la opinión está bastante dividida a favor y en contra de las acusaciones por “blackface”.
No es la primera vez que Perry ha de enfrentarse a acusaciones de racismo: en 2013 actuó vestida de geisha, despertando numerosas acusaciones por apropiación cultural, y el videoclip de ‘This is How We Do’ fue igualmente polémico, pues en él la cantante llevaba trenzas típicas del peinado afroamericano. En los últimos años, Perry ha declarado haber comprendido los juicios a los que se ha tenido que enfrentar y esa “iluminación” motivó buena parte de su último disco, ‘Witness‘.