Galindo ejercía de una suerte de voz de la conciencia, un Pepito Grillo de Javier Sardá, conductor del programa, diciendo habitualmente lo que pensaba (o eso parecía) de los temas tratados en el programa. Allí compartió espacioo televisivo también con colaboradores como Manel Fuentes, Boris Izaguirre, Rosario Pardo, Carlos Latres, Fernando Ramos o Paz Padilla, que han mostrado públicamente su pesar por la desaparición del actor.
Desde que abandonara el programa al cumplir 65 años, Galindo prácticamente desapareció de la vida pública, al parecer aquejado por varios problemas de salud, como explica El País. Sin duda su figura es una de las más recordadas de la televisión de aquel fin y principio del milenio.