Las Ruinas son una banda divertida y fresca, que practica un punk-rock/pop vitaminado y con desparpajo. Llevan ya diez años alegrando el panorama del directo de Cataluña. El limeño Edu Chirinos montó el proyecto en 2007, que se consolidó como trío en 2009, con Toni López a la batería y Jordi Espinach primero y Jaime Bertrán después al bajo. Las Ruinas han sido una banda muy ligada a Barcelona y al sello El Genio Equivocado, que ha publicado prácticamente todas sus referencias; que son muchas, porque el grupo ha ido a lanzamiento por año desde 2009. Un día anunciaron que sacarían diez discos y se separarían. Lo que empezó siendo una broma se ha convertido en algo muy serio. El año pasado llegaron a su álbum número nueve, ‘Alucinaje’, y Las Ruinas desaparecen. Pero antes se van a despedir con una serie de conciertos; el 9 de marzo en Madrid (sala El Sol), el 15 y 16 de marzo (sala Vol) y el 12 de abril en Valencia (sala Loco Club). Por supuesto, su décimo disco será un directo que se grabará en breve. Así que quedo con Edu, Toni y Jaime en la tienda de El Genio Equivocado en el barrio de Gràcia para realizar una entrevista retrospectiva.
Empezasteis en 2007, 2008…
Edu: Sí, pero fueron maquetas que hacía en casa. Lo que fue grupo-grupo empezó en 2009. ¡Que incluso teníamos más integrantes! Después nos reformamos y fuimos ya un trío. Pero digamos que fue a partir de 2009-2010. Antes yo había empezado a hacer maquetas y canciones y luego ya salieron como Las Ruinas.
¿Y por qué diez años, diez discos y después la separación? ¿Estaba planeado desde el principio?
E: No, [la idea] apareció –creo- que en ‘Groarrr!’, el tercer disco. Ya habíamos hecho un par y, entonces, salió esa idea. Creo que la dije yo (risas). Y después quedamos atrapados, porque todo el mundo preguntaba por la idea de los diez discos.
¿¿Os habéis visto obligados, entonces??
T: ¡Fue de broma en una entrevista! Dijimos: “haremos diez discos en diez años” y ya en cada entrevista nos lo preguntaban y te reafirmabas.
E: Era el plan maestro. Se veía superlejano y se ha pasado superrápido.
El décimo disco será un directo, ¿verdad? ¿Dónde lo grabaréis?
En la [sala] Vol, en Barcelona. La primera fecha [15 de marzo].
Fecha que ya está agotada. Aparte de en Madrid, Barcelona y Valencia, ¿tenéis alguna fecha más?
E: No.
J: Tocamos en los sitios donde nos ha ido mejor.
El hecho de haber doblado fecha en Barcelona, ¿os ha sorprendido? ¿Os esperabais esta respuesta tan entusiasta, a pesar de ser un grupo que ha tocado casi cada semana? ¿O es que la idea de “el último concierto” anima más la asistencia?
E: Es que en Barcelona es donde tenemos más amigos, donde nos ha visto más gente… Creo que sí que esperábamos que se agotara. ¡Lo que no esperaba es que fuera bien la segunda fecha! (risas)
T: ¿Va bien?
E: Sí, han dicho que se van vendiendo anticipadas a buen ritmo…
¿Qué sorpresas podemos esperar en estos últimos conciertos (si se pueden anunciar, claro)? ¿Invitados? ¿Repertorios especiales?
E: (se lo piensa) Ehh… No (risas).
T: Yo lo pensaba en los ensayos: “ostras, podríamos invitar a gente”. Que ponga alguien algún tecladito, o que Hans [Laguna] toque la guitarra en algún tema. Lo pensé el otro día, pero como íbamos tan a piñón se me olvidó.
Jaime: Nos centramos en hacer un repertorio que más o menos abarcara todo. Y ya. ¡Con eso tenemos bastante!
E: Serán los conciertos más largos que jamás hayamos hecho. Siempre tocamos cincuenta minutos, ahora será una hora y media.
J: ¡Como mucho!
E: Lo cubrimos todo.
Repertorio hay…
E: Y se quedan fuera un montón.
¿Cómo se consigue ser tan prolífico?
T: Edu, que es un productor bastante…
E: Sí, siempre voy haciendo en casa.
T: Iba haciendo, nos iba enviando ideas. Mi email está lleno de correos con canciones. Nos iba enviando temas y luego los íbamos probando en el ensayo. A veces había emails con diez temas o bocetos por email.
E: Cada año salían unas cuantas canciones que funcionaban. Siempre había material.
Entonces habrá cosas que habrán quedado fuera…
J: Bastante. [Edu] tiene un bandcamp con las canciones que se quedaban fuera.
E: Con las grabaciones de una forma casera. Lo-fi.
¿Con el nombre de Las Ruinas?
E: No, a nombre de Edu Ruinas. Ahí hay pruebas que hacía en casa, como más subterráneo. Las que me han gustado más las he ido colgando.
¿Las Ruinas han sido un trabajo a tiempo completo?
E: Bueno… Sí.
T: A tiempo completo sí. ¡No hemos parado!
J: Había muchas cosas que hacer. Cuando teníamos local o cuando íbamos –o vamos, que aún vamos-, hacíamos muchas cosas que alguien tenía que hacer. Eso sí, nos repartíamos. Toni se zafaba un poco, pero luego hacía los diseños, que eso sí llevaba su tiempo.
E: Tenía su mes trágico de sufrimiento (risas).
T: Las dos últimas semanas antes de presentar. Siempre en el último momento.
Sí, las portadas son muy llamativas y representativas [todo el arte de los álbumes de Las Ruinas son obra de Toni]. ¿Tenías pensada siempre una imagen de grupo muy determinada, con ese tipo de ilustraciones tan coloridas y naïves?
T: No, en cada disco, lo que me ha salido. Supongo que el color es la forma que tengo de trabajar mi arte (como quieras llamarlo). A veces es lo que me salía, no me ponía a pensar. Bueno, en alguno sí que tenía una idea, ilustraba el disco o temas del disco, pero era “freestyle”, directamente. También he variado técnicas entre discos. En alguna dibujo, en otras imitaba un graffiti…
¿Y cuál es tu preferida?
T: Yo tengo mucho cariño a ‘Mutantes’ [‘Disco de Autoayuda para Mutantes’], que fue la segunda. Todas tienen una pequeña historia. La de ‘Butano!’ es muy sencilla. Y ahora la veo y… ‘Toni Bravo’ fue la que más triunfó porque era la más figurativa, con dibujitos que la gente podía entender. Luego las más abstractas a lo mejor pasan más desapercibidas, pero también les coges cariño, porque cada una es una etapa de Las Ruinas.
«Guided by Voices o Hüsker Dü sacaban incluso en un año dos discos. Iban a su ritmo, no al ritmo de la industria»
¿Creéis que ser tan prolíficos ha sido un lastre a la hora que los críticos valoráramos vuestro trabajo?
E: Bueno, también es verdad que, como iban saliendo muchos discos y muchos grupos…
J: No os daba tiempo…
E: … A asimilar el anterior y ya salía otro. ¡Una saturación de Las Ruinas! (risas). Yo siempre he sentido que la gente lo va descubriendo con retraso. Incluso si lo sacaras cada dos años, también lo descubrirían con retraso. Yo estaba inspirado en los americanos como Guided by Voices o Hüsker Dü, que sacaban incluso en un año dos [discos]. Iban a su ritmo, no al ritmo de la industria.
J: Yo creo que eso cansa más al fan que al crítico. El crítico igual hasta lo valora, le da un punto más a que seas tan prolífico. Mientras que el público sí que ves que se queda un poquito atrás, llegan al disco ya con retraso.
E: Supongo que ahora harán una revisión de todo (risas). ¡Todos de golpe! [Justo antes de la entrevista Edu me había comentado que iban a entrevistarlos también de RDL y de Mondosonoro. Después de mí, además, esperaba uno de los colaboradores de ‘Els Experts’, un programa de Catalunya Ràdio].
Estáis muy ligados a El Genio equivocado. De hecho, después de vuestras dos primeras referencias (‘Butano!’ y ‘Disco de Autoayuda para Mutantes’ ), el resto lo han editado ellos. ¿Cuán importante ha sido el apoyo del sello?
J: ¡Cierra la puerta! (risas)
J: No hubiésemos podido hacer un disco por año sin ellos. Bueno, no sé. Probablemente. ¡No lo hemos podido comprobar! Pero eso nos ha facilitado las cosas para que pudiéramos hacer un disco por año.
E: Nos pusieron en el mapa, porque cuando empezamos no nos conocía nadie. Fue nuestra primera experiencia con un sello, nunca habíamos tenido uno.
T: Otra cosa buena es que nunca nos han dicho nada. Hemos sacado lo que hemos querido.
J: Les preguntas, “¿te gustó el disco?” y es… [silencio] (risas)
E: A veces notabas que con alguno había menos entusiasmo que con otros.
J: Pero eso pasa con todo.
T: Nos han llevado a festivales, en una furgo ahí apretados, por su pueblo… Cosas así.
¿Habéis tenido también apoyo dentro del circuito de Barcelona? ¿Os habéis sentido arropados desde el principio?
E: Al principio, Xavi Pons de Mondosonoro. Fue la primera entrevista que [nos] hicieron, nos puso en las listas… Luego DJ Monamí, que trabaja en Discos Revólver, fue una apasionado desde el principio y nos hacía mucha promoción.
T: Ponía los discos de Las Ruinas en la tienda con comentarios en pegatinas: “¡Llévate el disco!”.
E: Hi Jauh [Usb?], la gente del Depo [Depósito Legal, mitiquísimo bar de L’Hospitalet de Llobregat], del Heliogàbal…
T: Ultralocal [Records] también.
«Quedamos atrapados, porque todo el mundo preguntaba por la idea de los diez discos»
¿Cuántos conciertos habéis dado durante estos años? Porque ya he perdido la noción de las veces que os he visto anunciados.
J: Yo antes llevaba un excel con todos los conciertos.
E: Yo tengo fotos de todos los conciertos, pero no los he contado. Tengo carpetas de cada bolo.
J: Hemos hecho bastantes. Si lo comparas con otras bandas, hemos tocado muchas veces. Bueno, igual a ti te parece que tocamos mucho… pero a veces nos parece poco. Hay grupos que salen todos los fines de semana a tocar.
E: Tal vez se juntaba el lanzamiento del disco con los conciertos y parecía que estábamos ahí a tope.
T: Pero es que los grupos profesionales hacen muchísimos más conciertos y giras enormes.
J (a Toni): ¡Pero nosotros somos un grupo profesional, no me jodas! ¿O no somos profesionales? (risas)
T: Pero meterte en furgo y giras por veinte países y…
J: ¡Pero eso depende de cómo te lo montes!
Pero esas macrogiras duran unos meses y después las bandas descansan durante un año o más. Y vosotros descansar no me parece que hayáis descansado mucho…
J: Sacando un disco por año no puedes descansar. No puedes desconectar ni un mes. No pasamos ni un mes sin ensayar.
E: A lo mejor en agosto, en vacaciones.
¿Cuáles son vuestros planes futuros tras el último concierto?
E: Pues descanso, supongo, primero. Imagino que sí, que cada uno tendrá planes de música. Yo sigo haciendo canciones igualmente, no paro.
J: Vamos a ser activistas del autocultivo (risas).
E: ¡Nos haremos críticos! (risas)
T: Yo hacía ilustraciones porque estaba en Las Ruinas, pero ahora yo que sé, voy a tener que buscarme otros grupos para pintar.
J: (a Toni) Yo ya te lo dije; hacer portadas es lo más fácil que puedes hacer. Hay millones de grupos y habrá muchos que necesitarán que les hagas la portada… Gratis, como nos las hacías a nosotros (risas). (De vuelta a la pregunta) Seguir haciendo música.
E: Ya no será con Las Ruinas pero…
A ver, que esto no vaya a ser una táctica a lo LCD Soundsystem…
T: Hombre, si nos viene una discográfica superpotente y nos dice: “mira, os juntáis para hacer una gira y os pagamos tanto”, pues no sé…
J: (a Toni) “Una discográfica”. Pero… ¿qué estás diciendo?? (risas).
E: ¿¿Quién va a venir?? ¿¿Sony??
J: Será una promotora, ¿no? Porque si nos viene Sony, los que se frotarían las manos son Joan y Rafa [responsables de El Genio Equivocado].
E: Teloneros de Rosalía (risas).
T: Bueno, a lo mejor haremos una gira en el Primavera Sound de aquí veinte años.
J: ¿Una gira en el Primavera Sound?
T: Ay, un concierto…
J: (pausa). No, no lo veo. Pero uno nunca tiene que decir que no.
Entonces, ¿no cerráis la puerta a volver?
¿No se os va a hacer raro pensar que no vais a estar más como Las Ruinas en la escena barcelonesa? Sois unos de sus máximos agitadores.
J: ¿Si nos da pena pensar eso?
Sí…
J: No.
E: Porque hay una avalancha de grupos que…
T: Sí, yo estoy viendo grupetes que empiezan a salir.
J: Hay muchos. Siempre han ido saliendo.
T: Gente de 20-21 [años] interesante.
E: Nuevas generaciones…
J: Con nosotros en la Vol tocan Diamante Negro que tendrán… ¿cuánto?
E: Sí, son muy jóvenes.
J: Y en Madrid No Fucks, que son unos chavales también. Estamos viejos ya…
E: … Para el rock.
«Carolina Durante dicen que su primer concierto fue con nosotros y eso siempre es mentira. ¡Siempre hay uno antes!»
¿Hay algún grupo de la escena con los que tengáis especial afinidad?
E: Hay unos cuantos que son colegas.
J: Hemos hecho amigos…
E: Contemporáneos sí, un montón. Que hayamos coincidido en conciertos, bastantes.
T: Sí. Los Ganglios, los Punsetes…
(Los tres): Cosmen Adelaida…
J: Tigres Leones también… Tampoco nos vamos a extender.
E: Cómo vivir en el campo.
J: Con los del sello, casi todos.
E: Aquí en Barcelona, bastantes.
T: Carolina Durante, en su primer concierto, tocaron con nosotros.
J: Eso dicen ellos.
E: Creo que fue el segundo.
J: Sí, porque dicen “el primero” y eso siempre es mentira. ¡Siempre hay uno antes!
Luego está vuestro estilo, me hace gracia porque en vuestro bandcamp ponga que hacéis Heavy Metal…
(los tres): ¡¡No!! ¡¡Heavy pop!!
Ostras, pues sí que he leído yo bien. Se me ha fastidiado la pregunta, porque iba a comentar que vosotros practicáis punk, pop, rockabilly, rock alternativo y a preguntar si eso del Heavy era un vacile… ¿Hay algún género en el que os sintáis más cómodos?
T y E: Eso viene del Myspace.
T: Cuando podías escoger “música religiosa cristiana” en “¿qué es lo que haces?”. Entonces te dejaba escoger varios géneros.
E: Y juntamos Heavy y Pop.
T: Cada uno va de muchos palos y de ahí sale el mejunje.
E: Al principio, cuando empezamos, nos pusimos de acuerdo en ir del rollo Pixies, Sonic Youth, Dinosaur Jr, etc. Luego ya fueron entrando las influencias de cada uno y fue más variado.
También están las letras. Edu es el autor de la mayoría de canciones. Casi todas están enraizadas en Barcelona, pero también hay crítica social, relaciones sentimentales… ¿Hay alguna temática que te guste más, que creas que se te da mejor? ¿O esto va surgiendo de manera espontánea?
E: Depende del año tenía interés en diferentes temas. Tal vez sentía preocupación por la situación y escribía sobre cosas sociales. Luego ya saqué un disco que era como más personal… Sobre Barcelona, sí que es cierto que al principio me gustaba meter muchas cosas de Barcelona. Poco a poco fue desapareciendo y siendo cosas más generales. Pero dependía del año y de mi estado vital.
T: Un poco biográfico.
En este último destacan las letras de ‘Piensa por ti mismo’ o ‘Lo que siento por ti’, en que cantáis: “Han matado a Berta Cáceres (…) / tú sólo quieres escuchar lo que siento por ti”.
E: Esa es de Jaime.
J: Esa es mía, sí.
¿Creéis que la situación que hemos vivido en Catalunya durante este último año y os ha contaminado un poco en el momento de elaborar las canciones?
E: Sí, seguro. Lo que pasa es que tampoco nos gusta que sea muy literal. Lo mejor es mezclar cosas porque al final todo se te mezcla en la cabeza y sale algo que es un poco reflejo. Me gusta que no sea tan definido, sino que sea un poco más abierto.
J: ¿Pero la situación en Catalunya cómo? ¿Dices la política?
Sí. El tema del Procés, el referéndum del 1-O, toda la tensión… Que no os haya afectado a la hora de componer de una manera u otra…
E: Sí, no se puede escapar.
J: Pero no creo que haya afectado tanto en la parte de las letras, ¿no? Hubo una época en que sí que hubo muchas protestas, y salieron algunas letras como ‘Este espíritu’ [de su álbum de 2013 ‘Acidez house’].
E: A mí sí que se me van metiendo ideas y cosas, entra un poco ahí en la mezcla y… sale. Porque son cosas que vives aquí y es imposible escapar.
Y tú Jaime, ¿crees que la situación actual de tu país –Venezuela- sí que te ha podido influir de alguna manera en las letras o en la música a la hora de componer?
J: Es lo que dice Edu: no es tan claro. Es como viéndolo todo como más… alejado. Este tema, ‘Lo que siento por ti’, es sobre eso. Fue como que todo se va a la mierda alrededor pero… no nos importa. Simplemente estamos pensando en nosotros y en nada más. Creo que pasa un poco lo mismo con la situación política de Venezuela, aunque lo que sucede es bastante distinto. La gente se enfoca en lo que quiere, y no piensa en las consecuencias ni en todo lo que pierdes en realidad. Por ejemplo, ahora todo el mundo quiere que saquen a Maduro, pero no les preocupa que haya una intervención. Y sí, estos tíos se tienen que ir porque lo están haciendo muy mal. Pero una intervención, ¿quién en su sano juicio la quiere? A la gente no le importa. Solamente quieren que cambie, bajo cualquier precio. A mí sí que me afecta, pero es más desde ese punto del egoísmo de cada uno, el no pensar en el bien común. Los que quieren esto, hay que conseguirlo y los demás que se jodan. Y es de esa manera que lo puedo llegar a reflejar en una letra.
«Cuando estás empezando, cualquier sala pequeña te cobra de 150 euros para arriba por tocar»
En los últimos meses, parece que hay una voluntad por parte del Ayuntamiento de proteger a las salas pequeñas. Vosotros que lleváis ya diez años tocando, ¿creéis que ha habido –o habrá- mejoras en el circuito de directos o es un brindis al sol que no se está materializando?
E: Espero que se materialice. Ojalá. Porque son las salas pequeñas el espacio en que la gente que empieza puede conseguir tocar su música, su arte. Y sin ese tipo de espacios es muy difícil hacer música. Entonces ojalá que haya una ley que las proteja y haya un circuito.
T: Está muy bien eso de que puedas tocar así, porque siempre te encuentras el problema de que, cuando estás empezando, cualquier sala pequeña te cobra de 150 [euros] para arriba.
J: Cuando estás empezando y cuando no también.
T: Y que haya espacios para que los chavales jóvenes que tienen sus maquetillas para darse a conocer es muy guay.
J: La asociación de salas, que es precisamente la que organiza el concierto de Barcelona [los conciertos de las Ruinas en Barcelona están integrados en el festival Curtcircuït, organizado por la ASACC] hace un poco eso. Lo intenta, al menos por lo que sé. Darle la oportunidad a grupos pequeños de que toquen en los ciclos que montan y ellos se encargan del gasto de las salas. Pero bueno, este tema del Ayuntamiento está guay, pero hay que tener en cuenta a los vecinos. Que hay también mucha gente que se flipa. Pero se puede llegar siempre a un equilibrio.
E: Por ejemplo, el Ji Jauh.
T: Lo hacen superbién. Conciertos a partir de las seis. Y a las diez todo ha acabado.
E: Que es lo que sucede en otros países, que los conciertos son pronto. Y luego en las salas, hace más ruido el tum-tum-tum de la discoteca que otra cosa. Un concierto se puede celebrar pronto, como a las 20h, y luego ya no se molesta. Hay soluciones.
¿Creéis que ahora los chavales lo tienen más fácil que vosotros cuando comenzasteis?
E: Siempre van cerrando algunas [salas] y van abriendo otras… Por ejemplo, cuando empezamos nosotros no existía el Hi Jauh, que hubiera sido magnífico. Hemos tocado desde salas más normales, en Rocksound, por ejemplo, el Ceferino… íbamos buscando los sitios pequeños donde podíamos meternos.
T: En Centros Cívicos…
E: Luego la idea era juntarse con más grupos para ir a una sala más grande.
T: Y que vayan más colegas. “¡Venga, que hay que llenarla!”. Y recuperar por ejemplo la taquilla.
J: También lo vemos con nuestro reflejo, el de una banda de rock, por decirlo de alguna manera. Pero los chavales hoy en día lo tienen mucho más fácil para hacer música sin tener que pagar una sala, ensayar… Lo hacen en casa, lo suben y, si le gusta a alguien, ya le llamarán para hacer bolos.
E: Recuerdo que hubo una época en que hicimos muchos acústicos para poder tocar en bibliotecas, en bares pequeñitos, en FNACs, porque El Genio [equivocado] nos metió en muchos FNACs a tocar… y nos adaptábamos para poder tocar porque, si no, no tocábamos.
«Los chavales hoy en día lo tienen mucho más fácil para hacer música sin tener que pagar una sala, ensayar… Lo hacen en casa, lo suben y, si le gusta a alguien, ya le llamarán»
Se me hace rarísimo pensar en vosotros tocando de esa manera.
E: Pues piensa que íbamos a una biblioteca y tocábamos ‘Insecto’ con la acústica. Y Toni con una caja de ritmos.
Y la última pregunta, sobre los discos que habéis publicado, ¿cuáles son vuestros favoritos?
T: Yo creo que ‘Groarrr!’, porque nos empujó un poco para arriba. A ‘Mutantes’ [‘Disco de autoayuda para mutantes’], también.
J: Yo le tengo cariño a ‘Butano!’, que no lo hice yo. Es el disco que yo tengo como de fan de Las Ruinas. Y después terminé tocando las canciones. Y ‘Autoayuda’, que fue el primero que grabé con ellos.
E: Yo también, los dos primeros, porque era en los que teníamos toda la ilusión, el “¡Vamos a hacer!”. Los dos del inicio y luego ‘Toni Bravo’ y ‘Siesta Mayor’, que son los momentos en que hemos estado más inspirados.
T: A ‘Acidez House’ también le tengo cariño. Es como un disco secundario, no lo sacamos en vinilo y tiene también su qué. Y temas que están ahí y que nunca hemos tocado en concierto, caras B que tienen su rollo.
El detalle de que Jaime comenzara siendo fan de Las Ruinas lo desconocía.
J: Ellos empezaron con Jordi, que era el bajo y dejó el grupo. Yo había leído la reseña que había hecho Xavi Pons en la Mondosonoro de alguna maqueta que hizo Edu, y los seguía por Myspace. Entonces sacaron ‘Butano!’, yo tenía otra banda y les escribí para que hiciéramos un bolo juntos. Y ahí me dijeron “no tenemos bajista”, y dije: “Pues mira. A mí me mola mucho el disco y…”
E: ¡Él es guitarrista! Y yo soy bajista. Pero cuando empecé este proyecto me pasé a la guitarra para poder hacer canciones.
J: Y ya, fui un día a ensayar y, cuando volví, en el myspace ya ponía mi nombre en el bajo. Y yo me dije, “Vale. Pues ya toco el bajo con ellos”. Y ahí a los cinco meses ya entramos a grabar el disco.
T: El diez de abril fue cuando hicimos el primer concierto contigo.
E: Cuando vino a la prueba, no tenía barba. Venía todo peinadito y limpio.
J: ¡Siempre voy limpio y peinadito, eh! (risas)