Instigada por Nele Navio (Neleonard), Albert Espuña (Gúdar), Olivia Mateu (Tirana) y Eloy Bernal (Hibernales) entre otros al calor de la escena indie del Baix Llobregat (con David Rodríguez y sus Beef a la cabeza), la asociación comenzó a promover conciertos de grupos underground de todo el país en bares y salas de Esplugues o El Prat, ofreciendo a los asistentes hacerse socios del colectivo: su carnet
, imitando al antiguo DNI, es todo un fetiche de la escena.Hace un par de años trasladaban su sede oficial a un desvencijado pero encantador bar escondido en un callejón del Poblenou, generando una actividad incesante en torno a él, con conciertos de grupos de todo el país cada fin de semana. Y así han ido contribuyendo a difundir proyectos afines al colectivo, como Die Katapult, Las Ruinas o Los Ganglios. Otro de sus proyectos fue la creación de un sello en el que publicaron sus propios trabajos, siendo el último de ellos nada menos que la co-edición de ‘Consagración‘, el soberbio disco que La Estrella de David publicaron el año pasado. Su desaparición deja un hueco importante en la escena underground barcelonesa. Ojalá que sea, efectivamente, temporal.