Cumplís 10 años de carrera y se me ocurre que prácticamente se puede repasar la historia de los prejuicios en España a la vez que la vuestra. En este tiempo se han derribado bastantes muros sobre la «world music», lo que es indie, lo que es comercial…
Ale: «Totalmente. Hace 10 años había esa obsesión por etiquetar todo y la pregunta de «¿qué hacéis?», «¿cómo se denomina?», era muy recurrente. En estos últimos años se han eliminado fronteras y la gente escucha de todo, han cambiado los hábitos. La gente no es rockera, o de la electrónica. La gente escucha simplemente música».
Nita: «Se han abierto mucho las fronteras, la gente antes estaba más limitada. Ahora es más abierta y tiene menos prejuicios».
¿Qué puntos de inflexión habéis notado al respecto?
Nita: «Ha cambiado todo en general, la música y también otras artes. No sé si los medios ayudan o el modo de vida».
Ale: «La manera de escuchar música. Empezamos cuando estaba MySpace. Spotify ha cambiado la manera de escuchar música, con las playlists, las canciones sueltas. Los gustos de la gente son más abiertos».
¿Estáis entre los damnificados por el cementerio de MySpace? ¿Habéis perdido cosas con el borrado de archivos?
Nita: «¿Se ha borrado? No lo sabía. ¡Pues hasta luego!» (risas).
Ale: «En MySpace estaba nuestra primera maqueta, a ver si encontramos el disco duro».
Nita: «Y nuestras fotos. Pues adiós».
Lo dices como si te diera igual.
Nita: «Vivo el presente o lo intento, no me quiero quedar anclada atrás».
La gracia de esto es que puede pasar con Spotify, aunque ahora demos por hecho que estará ahí para siempre, un buen día puede desaparecer.
Ale: «Ni lo había pensado».
Nita: «Para eso sí estoy más anclada en el pasado. También compro en iTunes o vinilos. Mi manera de consumir música no es solo mediante una plataforma. Cuando algo me gusta, lo compro en vinilo. Se ha elevado mucho la compra de vinilos y estoy muy feliz con esa noticia. Spotify es un formato digital y para eso soy antigua: lo veo en una nube. A mí me gusta ver los diseños, tocarlo, escucharlo, sigo siendo romántica para eso».
Ale: «A mí me encanta ver los créditos, toda la gente que ha trabajado en un disco. A veces en Spotify aparecen, pero a veces no, o solo está el productor. Me gusta ver el diseñador, todo».
Ahora mismo encontramos 10 personas escribiendo una canción o un disco de Beyoncé con 144 personas implicadas. Como dúo de autores, ¿cómo veis la proliferación? ¿Os gusta colaborar o hacer todo vosotros solos?
Ale: «Hasta la fecha lo hemos hecho todo solos, aunque luego hemos colaborado con muchos músicos. Ahora con el 4º disco hemos cambiado de mentalidad. Estamos quedando con otros autores, con amigos compositores. Te alimenta, te da nuevas ideas».
«Los campos de escritura pueden ser positivos para llegar a otros puntos donde no llegarías solo».
¿Estamos hablando de los famosos «campos de escritura»?
Nita: «Los hemos probado, nunca lo habíamos hecho. La experiencia fue positiva, conoces a otra gente que está creando cosas, en distintas habitaciones, vas de un lado a otro… Es interesante para conocer a otros autores y para nosotros abrir la mente. Llevamos muchos años componiendo, produciendo nosotros, y puede ser positivo para llegar a otros puntos donde no llegarías solo».
¿Esta experiencia ha sido en Madrid?
Nita: «Hemos hecho una en Madrid, en una casa de campo».
Ale: «En cada sala hay un estudio, como 5 estudios, y en cada estudio hay 2 o 3 compositores o productores. Entonces hay un «brain-storming». Escuchas al final las 5 demos y de ahí sacas 2 ideas, o te vas sin nada. O te vas con 2 melodías muy guapas que luego sigues trabajando en el estudio».
Y ahí habéis ido con amigos compositores.
Nita: «Este no eran amigos, era gente desconocida. Y luego quedamos con gente que son compañeros, amigos, que también son compositores. Echamos la tarde y a ver qué sale. A ver qué pasa porque con el arranque de gira, lo hemos dejado aparcado. Pero seguiremos probando con esta técnica».
«Como público me llama más la atención un festival con rock, electrónica, flamenco y reggae que uno con una cosa sola»
¿En estos 10 años qué puertas se han abierto? Nita, escuché lo que dijiste en la presentación de Mallorca Live sobre que ese festival os invitó desde el principio, frente a otros que no.
Nita: «Exactamente lo que dije fue que ya habíamos tocado en la primera edición y que me gusta que apueste por el eclecticismo. Otros festivales se rigen a un mismo estilo y para mí es muy repetitivo ya. Vamos a dejarnos ya de etiquetas y vamos a disfrutar la música de manera libre y abierta. Mallorca Live tiene un cartel variado y sin prejuicios. Como público me llama más la atención un festival con rock, electrónica, flamenco y reggae que uno con una cosa sola. Que me puede interesar, por ejemplo el Rototom, si quiero escuchar reggae».
¿En qué festivales os habéis visto más cómodos o mejor recibidos por el público, en ese sentido?
Nita: «Por ejemplo en el Womad, me parece justo el festival perfecto. Es muy abierto a todo tipo de estilos, muy ecléctico».
Ale: «Hemos estado en el de Inglaterra y en el de Australia y lo mismo ves a Kiasmos que un grupo de un colegio de Rajasthan, con 50 niños tocando la percusión y de cabeza de cartel, a las diez de la noche».
Nita: «O a Oumou Sangaré, una cantante muy famosa de Mali. Ves cosas muy locas».
Y ahí es donde estáis más cómodos.
Nita: «Lo gozamos en todos los lados, porque somos muy positivos, nos gusta la música en general. Pero sí agradezco que en España haya gente que apueste por un festival más ecléctico».
Aunque no seáis partidarios de etiquetas, desde el punto de vista periodístico siempre ha sido interesante englobar a los grupos por corrientes artísticas. ¿Hay alguna etiqueta que os haya hecho sentir más cómodos o incómodos que otra? Tipo fusión, world music…
Ale: «No. A veces estamos en «electrónica», a veces somos «indie», a veces «world music» y «fusión». La etiqueta nos la pone cada uno que nos escucha».
Nita: «No nos hemos sentido incómodos. Aunque no nos guste, entendemos que las etiquetas tengan que estar para los medios, los periodistas, incluso para el público. Pero no nos ha incomodado porque nuestra música es una música de fusión. Es lo que hacemos. Y luego cada persona le da un punto: indie, flamenco…»
«Nunca hemos mirado qué se lleva o qué vende. Nunca hemos compuesto para vender»
No sacáis disco hace 3 años, pero creo que mi percepción de la banda ha ido cambiando. Al principio me parecía más Chambao, ahora os situaría en la misma onda que Delaporte. ¿Os veis más una cosa o la otra?
Ale: «Es muy difícil saber dónde se siente uno. Tenemos una raíz y pasión por el flamenco y la música de fusión, pero cada vez estamos más metidos en la vanguardia, en la electrónica. No sé dónde estamos cómodos porque al componer no hay reglas ninguna, nos puede salir más flamenco o menos».
Nita: «Siempre hemos compuesto de manera natural, sin decir «queremos parecernos a esto». Nunca hemos mirado qué se lleva o qué vende. Nunca hemos compuesto para vender. Evidentemente queremos vivir de lo que nos gusta y por desgracia cada vez cuesta más. Nosotros componemos de una manera atemporal. Llevamos haciendo lo mismo 10 años, pero no es lo mismo tener 20 y 27 años que ahora. Siempre hemos compuesto de manera natural pero no éramos los mismos ni escuchábamos lo mismo antes que ahora. Nuestra manera de enfocar la música ha cambiado porque nosotros hemos cambiado. A veces siento que está con lo que se lleva y a veces no está. Como lo hacemos de manera atemporal, como nuestra estética, los diseños… el arte acaba prevaleciendo».
¿Qué escuchabais entonces y qué escucháis ahora?
Nita: «Al final una persona va cambiando, no eres el mismo que ayer. Hace 10 años era una niña. El primer disco lo enfocamos al funk, en la estela del proyecto de Ale antiguo, Mojo Project. Yo también había hecho funk porque era lo que se llevaba, hacía coros en bandas de funky. Y ahora seguimos tocando ‘Shiny Soul’ o seguimos componiendo cosas con rollo funk. Pero escuchamos menos de eso».
Ale: «Moloko era una banda muy de referencia y ahora escuchamos tantas cosas… También uno va perdiendo la vergüenza a probar cosas nuevas. Al principio vas más a lo estándar. Quieres hacer un grupo con todo lo que te gusta y el flamenco siempre estará presente en la estética o el color de las canciones. Con los años pierdes el miedo y encuentras tu propio lenguaje. Con ‘Aurora’ encontramos ese camino y con el nuevo lo seguiremos. Es parte del proceso de ir buscando tu propia identidad».
¿Qué habéis escuchado en los últimos años?
Nita: «Yo escucho mucha música antigua, me gusta investigar qué se escuchaba en Chile en los años 60, busco vinilos antiguos. Y a la vez cosas muy novedosas, de electrónica sobre todo. O el flamenco puro que se está haciendo ahora».
Ale: «Nils Frahm llevo años escuchándolo mucho. Peco de que no cambio mucho, pero Sufjan Stevens lo escucho todos los días. Fink. The Roots… Nils Frahm me influye de alguna manera».
Nita: «Pero si le hubiéramos escuchado hace 10 años nos habría flipado igual. Seguimos siendo fieles a lo que nos ha gustado siempre».
¿Esa música chilena de los años 60 te puede inspirar a la hora de buscar samples?
Nita: «No es pop, es más música de raíz».
Pero Kanye West por ejemplo ha hecho maravillas con samples de los 60.
Nita: «Es un máquina haciendo eso. Nosotros hacemos eso pero de otra forma».
Ale: «En vez de pillar samples de pop, me voy al flamenco, encuentro grabaciones perdidas. Tengo una antología de flamenco muy antigua que hizo un inglés en los años 40, sacó vinilos de muchos países y son grabaciones de un montón de pueblos de cantes que ya ni existen. Ahí sí recopilo samples, sampleo y salen canciones».
Como vuestro colega Niño de Elche…
Ale: «Sí, claro con ‘Antología'».
Nita: «Vamos a verle cantar de vez en cuando. Está haciendo él (Ale) una cosa con Paco (Niño de Elche)».
¿Ha cambiado vuestra opinión sobre el apropiacionismo en el último par de años?
Nita: «Yo es que eso no lo entiendo. No entiendo la polémica».
Niño de Elche tiene una opinión muy clara al respecto.
Ambos: «¿Y qué dice?».
Que el pop es apropiarte de todo.
Nita: «Exactamente».
«¿De dónde sale esto del apropiacionismo cultural si vemos un japonés que baila de puta madre? El flamenco es universal»
Pero tú eres andaluza, me interesa tu visión.
Nita: «Soy cordobesa, sí. Soy andaluza, yo era bebé y me ponían una flor en la cabeza con pocos meses y 3 pelos que tenía. Es evidente que es parte de mi cultura. Pero el otro día estaba en la escuela Amor de Dios, recibiendo unas clases de danza y vi una foto gigante de un japonés. Y una bailaora japonesa que podía ser de un barrio de Córdoba. ¿De dónde sale esto del apropiacionismo cultural si vemos un japonés que baila de puta madre? El flamenco es universal. ¿Qué es eso del apropiacionismo?
¿Habéis tenido momentos chungos, de no seguir adelante? Antes has dicho algo de que estar en un grupo es duro…
Hemos tenido momentos.
Me ha extrañado porque desde fuera mi sensación es que os va muy bien.
Nita: «Somos muy afortunados porque después de todos estos años, seguimos aquí. El principio no fue fácil pero al final hemos arrancado. Muchos compañeros tienen dos trabajos, somos afortunados, pero nos hemos podido plantear tirar la toalla».
Sobre todo antes de ‘Aurora’…
Ale: «Y después de ‘Aurora’ también. El grupo tiene muchos momentos que te planteas, artísticamente: «¿sigo queriendo contar cosas?». La parte vital de cada uno. ¿Queremos seguir, no queremos seguir? Es un proyecto de dos personas individuales que tenemos que estar bien, coger el proyecto con ganas, porque nos apetece. ¿Queremos seguir componiendo y disfrutarlo? Pero aquí seguimos. Disfrutamos mucho los dos».
Con esta gira de 10 años, alguno interpretará que estáis en crisis creativa… pero decís que ya tenéis cosas del siguiente.
Nita: «Tenemos el single ya, casi, casi, para sacarlo. Lo vamos a cantar en directo, es un adelanto del disco que llevamos preparando un tiempo y tenemos ganas de ver cómo reacciona el público a esta canción nueva. Queremos ver cómo funciona, estamos muy ilusionados, pensando en el videoclip».
¿Es diferente?
Ale: «La gente dice que es diferente pero que suena a Fuel. Yo creo que es un cambio».
Nita: «Mantiene la esencia. Si pones un tema de ’13 Lunas’ y ‘Aurora’ no se parece, y si pones un tema del disco homónimo, tampoco. Incluso en el mismo disco muchos temas son diferentes. Una premisa nuestra es el riesgo de hacer algo diferente, de no repetir la fórmula porque te vaya bien. Escuchamos música superdiferente y lo que reflejamos en los discos, somos nosotros. La gente nos ha visto esa autenticidad a la hora de exponer nuestros sentimientos, nuestra música».
No suelo preguntar mucho por el idioma, pero en vuestro caso, es muy fuerte lo que ha ido pasando con el Spanglish en estos últimos años. ¿El nuevo single no estará en inglés, verdad?
Ale: «¡No!».
Nita: «La verdad es que no, pero me gustaría decir una cosa. Como no componemos porque sea o no el momento, antes me costaba mucho escribir en español. Era joven, tenía miedo, y voy perdiendo esos miedos. Desde ‘Aurora’ a ahora me he soltado mucho con el español y me he puesto hasta poética, ¿verdad, Alejandro?».
Ale: «Sí, todo es en español».
Nita: «Pero también quiero seguir componiendo en inglés porque es parte de nuestra identidad, Span-english».
¿Qué habéis preparado para la gira de 10º aniversario?
Ale: «Llevamos muchos meses dando vueltas. Si hacemos una gira de 10º aniversario, no era para hacer lo mismo. La escenografía es totalmente nueva, la banda es nueva, hay más músicos, hemos cambiado el concepto de show, y hemos hecho como remezclas de los temas, hemos dado una vuelta interesante a la parte musical».
He topado con vuestra colaboración con Xabi Alonso y Emidio Tucci preparando la entrevista. ¿Cuál ha sido el momento más inesperado y surrealista de estos 10 años?
Nita: «Hemos tocado en los sitios más recónditos, a nivel de no entenderlo. Nos han llamado para tocar en una montaña en Mongolia, que no fuimos porque eran 40 horas viajando».
Ale: «La última parte era en caballo».
Nita: «O en llama (risas)»
Ale: «Una vez nos llamaron para Kiev y estaba todo empapelado, las marquesinas, el Wizink Center de allí, con nuestras caras. Era una gala contra el sida, con todos los «Operación Triunfo» de allí y nosotros como artista invitado».
Nita: «Era todo gente mayor con abrigos y gorros de pelo, estaba todo lleno de nieve».
Ale: «El palacio lleno con los ministros, una gala rollo José Luis Moreno, con ramos de flores… muy gracioso…»
Sería algo de instituciones…
Nita: «Sí. No sé cómo salió. Nos han pasado cosas raras. El primer concierto fuera fue en Budapest, antes de reeditar el disco con Warner. Nos llamaron no sé si fue del Ministerio».
Ale: «Fuimos a un barco en el Danubio, una sala llena de 800 personas, cuando aquí tocábamos para 50 personas en La Boca del Lobo».
Nita: «Para 50 amigos. Yo ya pregunté: «¿esto es un error?». Y me dijeron: «La gente viene a descubrir bandas», que yo pensé: «¡igual que en España!».
Ale: «Aquí nadie sabía quiénes éramos».
Ahora que mencionáis Warner, ¿quién edita este single que sacáis?
Ale: «Todavía no se puede decir».
Entonces es alguien gordo…
Nita: «Esas son tus conclusiones» (risas)