‘Tape’, que nos habla de una relación romántica fallida, de la que el narrador de la letra parece querer salir cuanto antes, ya bastante perjudicado (“me he arriesgado para recuperar aquello que te llevaste de mí, y volví con un trozo de celo”), tiene el ritmillo de una canción de indie-pop tipo ‘Burning’ de The Whitest Boy Alive, pero a su vez solo podría ser de Parcels. Están presentes sus habituales punteos funky y armonías vocales al servicio de una melodía pop irresistible, y están también los sintetizadores elegantes y con cierto cariz cósmico que usan elegantemente a lo largo del álbum. Pero lo que hace de ‘Tape’ una canción que incita a escucharla una y otra vez es su curiosa composición.
La pista 4 del debut de Parcels es una canción pop clásica, compuesta por sus versos y sus estribillos. Pero los australianos sorprenden en ella con un par de decisiones. En primer lugar, su gancho principal no es su estribillo como se podría esperar, sino una melodía de clarinete (aunque suena como un acordeón) totalmente random que aparece al principio de la canción, separando a modo de interludio las dos partes de ésta compuestas por los versos y el estribillo. Así, ‘Tape’ conoce una primera cumbre cuando prácticamente acaba de empezar. Y la segunda viene después, tras el segundo estribillo. A partir de ahí, Parcels llevan el tema hacia arriba, haciéndolo explotar al final, en un “outro” que potencia el elemento electrónico de la canción, inyectándole energía.
Una canción divertida de analizar y sobre todo de escuchar esta ‘Tape’ que, como decíamos, Parcels han decidido que sea el nuevo avance de su espléndido álbum debut. Su videoclip ha llegado esta semana y lo protagoniza una súperfan de Parcels llamada Penelope, tan animada con el ritmo de la canción que no se ha quitado el albornoz de la ducha cuando ya está bailando en un concierto de la banda, acaparando la atención de los asistentes. Hay “plot twist” aunque curados estamos de espanto. Dirige Carmen Crommelin.