Los ritmos de funk brasileño de ‘Pajubá’ le sirven a Linn da Quebrada para poner sobre la mesa los temas que más le preocupan, como el heteropatriarcado o la identidad LGBTQ. Nacida en un barrio pobre en las afueras de Sao Paulo, la artista brasileña ha sufrido en sus carnes el racismo, la homofobia y la transfobia (además de un cáncer que afortunadamente superó en 2017) de un país cuyo nuevo presidente refleja todas esas actitudes; y sus canciones, con títulos como ‘Bixa travesty’ o ‘Submissa do 7º Dia’ y entre las que también destacan ‘Bixa preta’, ‘Necomancia’, ‘mEnorme’, su debut ‘Enviadescer’ o ‘Dedo Nucué’, buscan denunciarlas sin abandonar la diversión y el sentido del humor.
Quebrada también es actriz y ha aparecido en dos documentales, el autobiográfico ‘Bixa travesty’, ganador de un premio Teddy en la Berlinale; y ‘Meu corpo é político’, en el que habla efectivamente sobre su cuerpo y el de todos nosotros como objeto político: «“Todos somos cuerpos políticos, independientemente de dónde estemos y cómo nos posicionemos. Mi cuerpo es político y también lo es el tuyo. Lo son los cuerpos de los que nos leen, el de cada uno de nosotros. Nuestros cuerpos producen referencias todo el tiempo», aseguraba a El Salto.
Con este currículum y esta historia lo de menos es que el trabajo de Linn da Quebrada haya llamado la atención de la escritora y filósofa Angela Davis y de la cantante Kelela, que contó con ella para el remix de ‘Better’ incluido en su álbum de remezclas. O no, pues que dos personas como Davis y Kelela, tan comprometidas políticamente con causas como el racismo o la comunidad LGBT, valoren tu trabajo, solo puede significar que estás haciendo las cosas bien. Y eso da fuerzas para seguir luchando… en este caso a ritmo de funk.