Música

Charli XCX y Christine and the Queens, juntas y por separado, simbolizan el avance feminista de Primavera Sound

El cartel de Primavera Sound de este año ha sido noticia por su apuesta por la paridad, conformándose más o menos por un 50% de hombres y un 50% de mujeres. Esto se ha notado en la primera jornada del festival, pues al margen de intereses propios, las mujeres fueron las absolutas protagonistas del día, ofreciendo los conciertos más concurridos y en definitiva los mejores. No, no cuesta nada programar a mujeres en un festival, solo se necesita voluntad. Foto: Christian Bertrand.

Mac DeMarco es lo suficientemente popular como para congregar un público importante en su concierto cuando todavía no ha anochecido y falta por llegar al recinto mucha gente. El modo en que la gente corea temas como ‘Freaking Out the Neighborhood’ o ya al final ‘Chamber of Reflection’ nos dice que DeMarco podría seguir tocando toda la vida si quisiera, aunque ahora diga que lo que quiere es encerrarse en casa con su novia. Perfecta la hora en cualquier caso para degustar en vivo los temas de un ‘Here Comes the Cowboy’ que parece hecho para escuchar en el atardecer, aunque al contrario que en el disco, Mac sí le pone algo de intensidad a su directo, pegando algún grito que otro para animar al público. Ahora que Primavera Sound ha cubierto con césped artificial todo el terreno en el que están situados los dos escenarios principales (gracias a Dios), un concierto ideal para relajarse con una cerveza en la mano, antes de los platos fuertes.

¿Tiene sentido ver a Christine and the Queens desde atrás, cuando la cantante se curra unas coreografías de infarto, al más puro estilo Janet Jackson (‘Nasty’ suena en un momento del show), que a duras penas podemos percibir engullidos por la marabunta de gente? No, y es una pena porque la francesa, con poco más que ella misma y su equipo de baile para presentar temas como ‘Girlfriend’, ‘Goya Soda’ o ‘Doesn’t matter’, consigue hacerte alucinar con su pasión desbordante sobre el escenario como pocos artistas hoy en día. Ante la popularidad de gente como Ariana Grande o Drake, es fácil olvidar que hubo un tiempo en el pop en que los cantantes eran además expertos bailarines, y Christine and the Queens es un ejemplo de que ese tipo de artista “old school” sigue vigente. Y no es que necesite grandes coreografías, pues la francesa es capaz de conquistarnos solo con sus canciones. Su versión de ‘Heroes’ de David Bowie puede ponerlos de punta, pero ‘Saint Claude’ sigue capturando una magia especial. Christine se la dedica a todas las “bellezas raras” antes de despedirse no sin antes anunciar: “cuidemos los unos a los otros, más empatía”.

Después de presenciar el set de tecno gamberro de Marie Davidson, puro Berghain pero a las 21.30 de la noche, es el turno de Princess Nokia. Toda una pro en directo la rapera neoyorquina, magnética en su dominio del escenario y sobre todo del espectáculo, pues no hay momento en su set para el descanso. ‘Tomboy’ abre y con ella Destiny Nicole Frasqueri se mete rápidamente al público en el bolsillo, llevándonos después por su rico catálogo de ritmos trap en canciones como ‘Bart Simpson’ y dedicando la totalidad de su show al empoderamiento femenino: en las pantallas pueden leerse las palabras «ganadora», «líder» y «luchadora» pero lo mejor viene después, cuando estas proyectan la frase «Dios es una mujer negra y se llama Beyoncé». Por poco parece que Princess Nokia va a hacer una versión de ‘Formation’ pero simplemente esta es sampleada en un momento del show, dejando un poco con la miel en los labios. En un ejemplo de sororidad muy necesario en estos tiempos de «beefs» absurdos, Nokia manda un saludo a algunas de las mujeres presentes en el cartel del Primavera, mencionando a Erykah Badu, FKA twigs o Rico Nasty al tiempo que clama por un futuro «sin género».

Reconozco que sacrifiqué ver a Erykah Badu, de la que sí pillé ‘On and On’ y una puesta en escena tan esotérica como esperaba, por coger un buen sitio en el concierto de Charli XCX, y no me arrepiento. Puede parecer atrevido que Charli inicie su show con ‘Blame It on Your Love’, pero es una gran decisión pues es todo un hitazo que la gente ya sabe de pe a pa (claro que sus fans ya la habían escuchado en una versión diferente en su última mixtape). La británica es uno de los puntos fuertes del jueves en Primavera Sound y reflejando su gusto por las colaboraciones y también la nueva línea editorial del festival mucho más equitativa y feminista, incluso invita a Christine and the Queens al escenario para presentar su colaboración inédita, ‘Gone’. No es lo mejor del set, que ha de ser ‘Boys’ o ese ‘Unlock It’ fascinante que sus mayores fans (entre los que me incluyo) cantan sin dejarse nada, ni los “uuh ahhs” de Kim Petras. Se hace corto el concierto de Charli en cualquier caso: antes de que te des cuenta ya ha terminado. Eso es bueno porque Charli solo presenta temazos, pero también malo porque se deja unos cuantos. Porque vale que cierre con ‘1999’, ¿pero qué le costaba cantar ‘Boom Clap’? Hubiera sido mucho pedir ‘Breaking Up’ pues no pega nada con el resto del set, pero su mayor éxito encajaba perfectamente…

«El mejor concierto que he visto en mi vida». Este tuit de Clairo se refiere a la presentación de FKA twigs en Primavera ya entrada la madrugada. Un set muy esperado por dos razones: la primera es que Tahliah Barnett ha estado retirada de la música tres años debido a problemas de salud, por lo que su regreso es de los grandes, un «comeback» en toda regla, y el segundo es que los directos de la cantante británica suelen ser ambiciosos y muy artísticos. En este caso, no decepcionó con un setlist hipnótico que incluyó su nuevo single ‘Cellophane’ o clásicos como ‘Video Girl’ y sobre todo con una puesta en escena preciosa, que incluso dio lugar a un número de «pole dancing». Hubiera dado igual que FKA twigs no fuera vestida a la manera extravagante de Björk, porque con lo que es capaz de hacer en el escenario, es imposible quitarle los ojos de encima. Foto: Sergio Albert

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Publicado por
Jordi Bardají