Vega leyó el tuit y realizó una denuncia a Twitter, encontrándose con su inacción, recurriendo estos a un mail tipo que decía: “algunos tweets pueden parecer abusivos cuando se los mira de forma aislada, pero pueden no serlo cuando se los considera en el contexto de la conversación de la que forman parte. Si bien aceptamos que cualquier persona nos envíe denuncias por incumplimientos, en ocasiones también necesitamos la opinión de la persona afectada”. Otro mensaje recibido decía: “analizamos tu denuncia y llegamos a la conclusión de que no hubo violación de las reglas de Twitter en relación con el comportamiento abusivo”.
Vega respondía: “Gracias Twitter por vuestra respuesta dejando claro que en vuestra red que alguien insulte llamando “pollavieja” y que le desee a uno que se estrelle en un coche es normal”. El mensaje de Vega ha sido apoyado por gente como Virginia Maestro. Cuando alguien le pregunta a Vega qué esperaba de Twitter responde: “No esperaba nada distinto pero es importante que se retraten al respecto. Esto está lleno de adolescentes a los que alientan en determinados comportamientos bajo una falsa “libertad de expresión”. Esto se llama permitir el acoso digital y punto”. En otro mensaje, Vega indicaba: “No le doy publicidad, señalo a un acosador digital para que actúen las competencias necesarias y para avisaros a los demás. Y lo seguiré haciendo. Cero tolerancia al acoso”, indicaba al tiempo que citaba a la policía y a la Guardia Civil, que tienen departamentos específicos para este tipo de mensajes. El mensaje original de la usuaria ha sido borrado.