Música

Kate Tempest / The Book of Traps and Lessons

Kate Tempest ni rapea ni canta. No lo decimos nosotros, sino ella misma en una charla que mantuvo con JENESAISPOP y que publicaremos durante los próximos días. Sin embargo, está asumido que es una de las artistas más interesantes del momento, especialmente desde que publicara el conceptual ‘Let Them Eat Chaos‘, en el que imaginaba la vida de varios personajes a la misma hora en un desolado Londres, y desarrollara su excelente trabajo como escritora y letrista con varios libros, como han sido ‘Cuando la vida te da un martillo’ o ‘Mantente firme’.

‘The Book of Traps and Lessons’, el nuevo disco que publica hoy, nos habla de cómo 7.000 millones de personas en el mundo caemos una y otra vez en los mismos errores, así como del racismo y otros males de la sociedad actual, la cual afirma que no es que haya «progresado» demasiado en los «últimos 500 años». La monarquía parlamentaria de Reino Unido está en el punto de mira en la portada del disco, pero podría ser cualquier sitio. ¿Acaso hemos evolucionado algo si un hombre ha de correr (huir) sin haber hecho nada como sucede en ‘Brown Eyed Man’? ¿Si se sigue «matando por dinero» y encima se hace «tras una bandera en la que aparece la palabra «LIBERTAD»?

Las producciones de Kate Tempest son austeras y la labor de acercarse a su música puede ser a veces demasiado ardua. Cuenta que quería que los 45 minutos de ‘The Book of Traps and Lessons’ formaran una sola pista. Tal CD promocional se ha creado para la prensa y puedo asegurar que su primera escucha, acompañado de un documento Word con las letras desplegadas a lo largo de 20 páginas, puede abrumar. Sin embargo, como artista de «spoken word» que «no rapea ni canta», sí es lo suficientemente expresiva para impactar al oyente con su voz. El modo en como pronuncia lo sumamente «desesperados por ternura» que estamos en el tema inicial ‘Thristy’ mientras, en la misma canción, frases con tanta fuerza dramática como «me ofreció una paz que mi guerra no quiso» o ese desenlace en «anduvimos hacia casa y no nos besamos» no pueden dejar indiferente.

La bruma propia de una de las canciones más sutiles de los Streets de ese ‘Thirsty’, la exquisita ambientación entre el trip-hop y el jazz de ‘Keep Moving Don’t Move’ y las cuerdas y el piano de una ‘Three Sided Coin’ que podrían haber firmado Björk o Radiohead, van sumiendo al oyente en un mundo fascinante. En él, curiosamente, entre ese corte totalmente a capella llamado ‘All Humans Too Late’, emergen también canciones hipnotizantes, brillantes, casi accesibles. ‘Firesmoke’ es ese anti-single que se parece a un single que ha sido capaz de sonar en la boda de una amiga de Kate Tempest haciendo llorar a la artista, pero es que ‘I Trap You’ es una canción completamente embriagadora a través de ese teclado como de feria, tan circense. A cualquier autor o intérprete de canción melódica de los 60, de Serge Gainsbourg a Hildegard Knef, le habría encantado.

Hay un marcado carácter político y social en estas pistas. ‘Hold Your Own’, otra canción minimalista, con un teclado casi eclesiástico, contiene el dardo envenenado «nos toman por idiotas cuando nos comportamos como idiotas», después de recordar que «no necesitamos comprar nuevo maquillaje, ni nuevos utensilios de cocina para cocinar nuevas recetas excitantes». Ni, ojo, tampoco necesitamos «nueva gente excitante para hacerte sentir que eres la persona nueva excitante que se supone que tienes que ser». En sus referencias a la obsesión por las redes sociales de ‘I Trap You’, en la que afirma «mirar el móvil 17 veces por minuto», Kate Tempest se está incluyendo a sí misma como culpable, y ahí es cuando, como sucedía con las tiernas letras de Mike Skinner -a quien reconoce admirar- es imposible no empatizar con ella.

La mencionada ‘All Humans Too Late’ no puede definir mejor a la sociedad antisocial de la era de las redes «sociales» cuando afirma «nuestros compañeros no nos conocen / nuestros familiares son extraños / nuestros amigos nos ponen nerviosos». ‘Three Sided Coin’ no puede generar más pena cuando afirma una tontería como «suelo ver a un amigo del cole, pero nos ignoramos mutuamente». Es con estos baños de triste realidad, tanto en nuestro penoso día a día como en una guerra al otro lado del mundo, que Kate Tempest nos muestra hasta dónde llega el patetismo de nuestro sonrojante presente.

El álbum se permite terminar con una canción tan optimista como ‘People’s Faces’ («hay tanta paz por encontrar en los rostros de la gente»), lo cual se agradece. Pero es en la belleza (o fealdad) de sus reflexiones donde está la grandeza de ‘The Book of Traps and Lessons’. A la que ha contribuido la producción de Dan Carey (acertadísima en el arpegio de teclado en ‘Lessons’ o en la asfixiante y casi bailable ‘Holy Elixir’, por poner un par de ejemplos) y la producción ejecutiva de su mentor Rick Rubin, que simplemente les ha animado a dar vueltas a estas 11 canciones, algunas de las cuales han conocido media decena de formas. Víctima de una selección entre 100 composiciones o ideas, el álbum nuevo de Kate Tempest no cuenta la totalidad de la historia. Hay muchas ideas que han quedado fuera o elípticas, impidiendo comprender hasta la última línea de este álbum. Sin embargo, ¿no es esa la magia de muchos libros?

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Firesmoke’, ‘I Trap You’, ‘Hold Your Own’, ‘Holy Elixir’, ‘Lessons’
Te gustará si te gusta: The Streets, Neneh Cherry, Portishead, leer
Escúchalo: Spotify

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso