«Aunque Nicki Minaj hizo oposiciones el año pasado para caer mal al mayor número de gente posible, al menos su música seguía hablando por sí misma. Puede que ‘Queen’ no fuera un disco perfecto, pero al menos ‘Chun Li’, ‘Barbie Dreams’, ‘Hard White’ y ‘Good Form’ eran estupendos temas de gangsta rap, misteriosos y duros como un diamante, que mostraban a una Minaj en plena forma como rapera. ‘MEGATRON’, su nuevo single, se parece un poco más a ‘Coco Chanel’, pues directamente samplea (o más bien re-elabora) el éxito de dancehall de 1998 ‘Head High’ de Mr. Vegas. La idea funciona. Minaj deja prácticamente íntegra la base original de la canción, compuesta por un sugerente riddim y una pegadiza línea de guitarra eléctrica, y la utiliza para espetar una serie de versos que, sin ser especialmente magnéticos esta vez, sí son dinámicos y mantienen el interés. Con unos «bra ta ta tat» por aquí y una leve melodía autotuneda por allá, Minaj construye un tema despreocupado y totalmente «cool» en el que se celebra a sí misma sin caer en vulgaridades de todo a cien como algunos de sus compañeros de gremio. Es divertida por ejemplo la frase «Trunk in the front-front, I need a blunt-blunt, I own my own Moscato, bitch, we gettin drunk-drunk», aunque mi favorita sin duda es la dedicada a su «pussy»: «If you eatin’ it / do it precisely / ‘Cause I’m a millionaire, this pussy pricey». Jordi Bardají
«Sin ser ‘Anaconda’, ‘MEGATRON’ me reconecta con Nicki Minaj como ninguno de los singles de ‘Queen’ pudo. Usando una base de un tema jamaicano, Nicki rapea sus lindezas con la desvergüenza que la caracteriza, pero dejando sobre todo un gran estribillo que podría haber cantado Rihanna o quizá ya haya cantado Sia: «Shots, shots, shots, I’m drinkin’ / It’s better when I’m drinkin’. No le ha hecho falta mucho más: uno de los secretos de esta cosa tan machacona es lo poco que dura, lo corta que se hace y vuelta a empezar». Sebas E. Alonso.
«No se puede decir que Nicki Minaj no lo quiera intentar con su último single. Repite lo que sabe que le funciona, distintos guiños a lo que ya le ha funcionado, un acercamiento más pop, (intentos de) ganchos a patadas, letra directa, disfrutona y con toque veraniego… pero, quizás precisamente por eso, la cosa se queda en un «tried too hard». No es tan directa como ‘Anaconda’ cuando intenta eso, no es tan divertida y pop como un ‘Starships’ y, por no irnos a lo que ya son sus clásicos, es que no llega siquiera al nivel de ‘Chun-Li’. La repetitiva base intenta ser pegadiza pero acaba siendo molesta, las estrofas se hacen largas y, eso sí, los “brra-ta-ta-ta” cumplen su función. Pero, en general, ‘Megatron’ es algo que ya hemos visto antes, y mejor». Pablo N. Tocino.