En el texto, Styles habla también sobre su esperado segundo disco, al que está «poniendo los últimos retoques». Según Sheffield, el sucesor de su debut de 2017 se compondrá de las canciones «más duras y sentidas» que Styles ha escrito. Y el músico británico detalla que estas hablarán «sobre practicar sexo y estar triste» en relación a sus últimas experiencias personales, lo que incluye su uso de algunas drogas psicodélicas que tomaba en el estudio mientras escuchaba ‘RAM’ de Paul y Linda McCartney. Afirma que sus letras serán especialmente honestas, e indica: «Esto no significa que me pondré a cantar sobre lo que como cada día o lo que hago antes de irme a dormir. Pero sí te diré que puedo ser realmente patético cuando me pongo celoso, o que me siento más feliz o más triste que nunca, o que estoy enfadado o resentido conmigo mismo».
En cuanto al sonido del álbum, Styles detalla algunas de las influencias que le han inspirado esta vez, entre ellas ‘Cosmic Dancer’ de T. Rex en relación a unas cuerdas que sonarán en una de las canciones del disco. También asegura que ‘Blue’ de Joni Mitchell ha sido una obsesión durante la composición del largo, en concreto su uso del dulcimer, hasta el punto que Styles ha conseguido que la persona que construyó este instrumento para Mitchell en los 60 le construya uno para él, que tocará en el disco. Junto a ‘Blue’, Styles asegura que su otro disco favorito, «por las melodías», es ‘Astral Week’ de Van Morrison, por lo que cabe esperar que la influencia de estos dos genios del folk americano haya empapado en menor o mayor medida el segundo álbum de Styles.