Esta reunión llega once años después de que se publicara su último disco de estudio, ‘Diamond Hoo Ha’, y nueve desde que unas tensiones intestinas que venían de años atrás explotaran y el grupo anunciara su desbandada en la primavera de 2010, lleva mese fraguándose, obviamente. Quizá incluso ya estuviera en ciernes cuando hablábamos con Gaz Coombes, guitarrista y vocalista del grupo, nos ofrecía en una entrevista el pasado año para promocionar su último disco en solitario, ‘World’s Strongest Man‘. Lo cierto es que, aunque en ese momento se mostraba del todo centrado en su propio camino musical, hablaba con respeto y devoción hacia su trabajo en Supergrass y sus compañeros de grupo, asegurando que, salvo en acústico, jamás tocaría aquellas canciones con una banda formada por otros músicos. Y lo va a cumplir a pies juntillas.
La carrera del trío completado por Danny Goffey, batería, y Mick Quinn, bajista –en 2002 ampliaban la formación cuando Rob, hermano de Gaz, pasó a ser miembro oficial tras años como teclista y colaborador en la sombra) despegó como un cohete en 1995. Su debut, ‘I Should Coco‘, un disco de energía desbordante y melodías redondas que remitían a Buzzcocks, The Jam y The Kinks, logró lo imposible: mirar cara a cara a los gigantes del brit-pop Blur, Pulp, Oasis y Suede en la cima de sus carreras. Y no solo eso, sino poner de acuerdo el instinto de críticos como John Peel, que les dio su codiciada bendición, y público, que les llevó a vende 1 millón de copias en todo el mundo. Aquel sigue siendo hoy toda una orgía de pop rock británico en vena, electrizante y divertido, que no pudieron superar ni ellos mismos.
Pero eso no quiere decir que el resto de su discografía, sus otros cinco álbumes de estudio, sean para tirar a la basura. Si bien es cierto que, si ascendieron como un cohete, su descenso fue más paulatino pero innegable. Con todo, esos trabajos contienen buenas canciones que merece la pena recordar para celebrar este regreso que, de momento, no se trasladará a los estudios de grabación –o eso dicen–. Estas son 10 de ellas, que nos sirven para recorrer la biografía de Supergrass:
Apenas dos años después de su debut, llegaba ‘In It For The Money‘, un trabajo con el que supo aprovechar la ola buena –logró incluso superar las ventas de su debut–, aunque introducía elementos de psicodelia y rock progresivo que no estaban en su debut. Tras el primer single ‘Going Out’, tan The Who como muchas canciones de Oasis, se lanzaba como single el impetuoso ‘Richard III’, más solemne y fiero que cualquier canción de su primer disco, pero con una melodía de gran gancho.
Quizá una de las canciones que mejor equilibraban la evolución de ‘In It For The Money’ (1997) y el espíritu jovial y desprejuiciado de sus inicios era esta ‘Sun Hits The Sky’, con una riquísima y fulgurante línea de bajo de Mick que acompañaba unas armonías vocales que claman «¡60s!» por todas partes. Pero parte del público se sintió algo decepcionado por el giro, desechando su parte más espontánea.
En ‘Supergrass‘ (1999), el trío de Oxford daba un nuevo giro a su estilo. Era un disco con más recovecos, pero que sobre todo incorporaba ecos de los 70, donde es ineludible la figura de David Bowie. El single principal del álbum era, sin taparse lo más mínimo, puro glam rock de la era «Ziggy Stardust» y ‘Diamond Dogs’. De hecho, años después el propio Bowie les seleccionaría para actuar en «su» edición del Meltdown Festival. Mención aparte, claro, para el icónico vídeo de este ‘Pumping On Your Stereo’, aquel en el que las extremidades del grupo son de una gomaespuma elástica que da lugar a situaciones hilarantes.
Como tantísimos discos editados a finales de los 90 y primeros 00, ‘Supergrass’ también se vio marcado por la revolución que ‘OK Computer’ provocó en el pop mundial. No hay más que comenzar a escucharlo con esta ‘Moving’ que, antes de virar hacia el rock setentero, suena muy parecida a la interpretación que sus coetáneos Travis hicieron de aquel sonido. El disco tuvo repercusión y cierto éxito tanto en UK como en EEUU, pero ni mucho menos tanto como sus dos primeros discos, quizá por cierta inconsistencia. Con todo, este ‘Moving’ es uno de los temas favoritos de Coombes a día de hoy, y de los pocos de Supergrass que sigue tocando en solitario.
Rob, ya miembro oficial del grupo, comenzó a influir aún más en Supergrass en la gestación de ‘Life On Other Planets‘ (2002). De hecho, se dice que la inspiración del título y algunas de sus letras sobre vida extraterrestre era consecuencia de su interés por la obra de Carl Sagan… y la formación del mayor de los Coombes como astrofísico. Musicalmente, la producción de Tony Hoffer (estrecho colaborador de Beck) volvía a mirar al pasado, como en esta sencillota pero eficaz ‘Grace’ que tiene un punto kraut en sus chirriantes teclados y la marcha constante de su ritmo boogie, bastante T-Rex. Curiosamente, Rob no aparecía en la presentación del tema que hicieron en el legendario Top of the Pops.
Aunque si hay una canción que emula a Marc Bolan a la perfección en ‘Life On Other Planets’ es esta ‘Seen The Light’ cuyo vídeo juega a contraponer la figura de un predicador con la de una estrella del rock, con cierto espíritu cómico. En todo caso, ‘Life On Other Planets’, pese a ser un buen disco de rock eminentemente clásico y obtener buenas críticas, no encontró la misma aceptación por parte del público, que quizá había comenzado el milenio mirando más al futuro.
Quizá ese paso atrás comercial llevó al grupo a pensarse dos veces su siguiente álbum: ‘Road to Rouen‘ llegó tres años después, en 2005. Pero no fue lo único que contuvo su impulso creativo: la enfermedad y muerte de la madre de Gaz y Rob (reflejada en sus muy personales letras) y las tensiones con Danny –el batería era entonces pareja de la cantante y celebrity Pearl Lowe, por lo que su vida era retransmitida por la prensa del corazón británica– hicieron todo más difícil. Con todo, salió un buen disco, más sosegado y reflexivo de lo habitual en ellos. Una buena muestra es esta preciosa ‘St. Peterburgs’, con un aire taciturno y solemne, enfatizado por sus arreglos de cuerda y piano. Fue el último single suyo en alcanzar el top 40 en Reino Unido hasta la fecha.
Un espíritu acústico inunda casi todo este disco, grabado en la capital de Normandía que, en un guasón juego de palabras con aquel disco de Ramones, forma parte de su título. Otra buena muestra es su tercer single, una ‘Low C’ que pese a su tono luminoso mira al pasado con una mezcla de nostalgia y amargura. Es la constante de un disco que, pese a pasar algo desapercibido, es uno de sus favoritos para Coombes.
Con ‘Diamond Hoo Ha‘ (2008), su último disco de estudio (¿por ahora?), Supergrass regresaban decididamente al rock más crudo y de raíz norteamericana, al sudor y la virbación. No en vano el tema que le da título (presentaron el disco por sorpresa tocando en pequeños clubs bajo el seudónimo de Diamond Hoo Ha Men) remite con pocas miras a The White Stripes. Hasta la voz de Gaz recuerda asombrosamente a la de Jack White.
Ese espíritu se mantenía en todo el álbum, que como curiosidad fue grabado junto al reputado Nick Launay (Nick Cave, Kate Bush, PiL) en los míticos Hans Studios de Berlín, base de operaciones en la que Bowie grabó su célebre trilogía. De hecho, es más que una curiosidad si nos fijamos en el tercer single del disco, una ‘Rebel In You’ que vuelve a mirarse en el Duque Blanco como inspiración. Un single que llegaba en plena absorción de su compañía, Parlophone, por un fondo de inversión, por lo que no les quedó otra que lanzarlo bajo su propio sello, Supergrass Records. Una extraña situación que, seguro, algo tendría también que ver en su despedida, un poco por la puerta de atrás y sin la atención de sus mejores tiempos.