Música

Prince / Originals

Prince “escribió, arregló, compuso, produjo e interpretó” incontables canciones a largo de su carrera, tanto para sí mismo como para otras personas. Muchas de esas canciones vieron la luz, otras muchas no. ‘Originals’, el disco póstumo de Prince que llegaba este verano, reúne las versiones “originales” de 15 canciones que el autor de ‘Purple Rain’ grabó y después cedió a otros artistas, ya fuera porque las había compuesto con otra persona en mente, o porque simplemente no encajaban en su visión artística de ese momento.

Quizá el gran divertimento que ofrece ‘Originals’ es descubrir qué composiciones que Prince cedió a otros artistas eran en realidad mejores en su voz o en las maquetas, cuáles peores o cuáles no ofrecen demasiada diferencia respecto a la grabación lanzada primero porque Prince pedía a sus artistas “protegidos” (normalmente mujeres) que imitaran exactamente la pista vocal que él había grabado. Así lo explica la ingeniera Peggy McCreary, que trabajó con Prince durante años, en uno de los textos incluidos en el libreto del vinilo. McCreary habla de un artista adicto al trabajo, para el que alimentarse era perder el tiempo y que rara vez permitía contribuciones ajenas en el estudio. Dicho de otra manera, todo artista con el que Prince trabajaba estaba subordinado a sus órdenes y deseos, pero también a su estilo. En este sentido los tres textos presentes en el libreto pueden parecer algo contradictorios. La cantante Susannah Melvoin, que grabó coros en la primera versión oficial de ‘Nothing Compares 2 U’ de The Family (previa a la de Sinéad O’Connor), escribe que Prince era capaz de ponerse en la piel de cualquier artista, pero el periodista Nelson George afirma que grupos como The Time o Vanity 6 -que no obstante Prince creó- no eran más que extensiones de sí mismo. Y eso es obvio al comparar estas grabaciones con las conocidas: por muchas veces que hayamos escuchado ‘Jungle Love‘ en boca de Morris Day & The Time o ‘100 MPH‘ en voz de Mazarati, es siempre a Prince a quien escuchamos. Por algo este disco se llama «originals»: los artistas que popularizaron estas canciones no hacían otra cosa que versionar a Prince.

Grabadas entre el verano de 1981 y la primavera de 1985, con un Prince en estado de gracia total que publicaría, durante este periodo, ‘1999’ y ‘Purple Rain’, y además protagonizaría la misma película de ‘Purple Rain’ y su exitosa gira, las canciones de ‘Originals’ muestran el gusto y cuidado con el que el artista abordaba incluso sus maquetas. Aunque a veces su versión pierde, como es el caso de ‘Nothing Compares 2 U‘. Sinéad hizo maravillas con ella hasta el punto de convertirla en un éxito mundial cuando la versión de The Family no había sido más que un tema escondido en su disco; y aunque la interpretación de Prince es mucho mejor que la de St. Paul Peterson simplemente porque Prince era mucho mejor cantante, su grabación es incomparable a la de Sinéad: tanto vocalmente como en cuanto a arreglos, la cantante irlandesa convirtió una simple balada romántica en una obra maestra histórica. Algo parecido hicieron The Bangles con ‘Manic Monday’, un tema mucho más sintonizado a su estilo por mucho que Prince la escribiera. Por otro lado, el buen gusto de Prince para las vocalistas femeninas es obvio al escuchar la interpretación de la balada ‘Love…Thy Will Be Done‘ por Martika: su voz y coros simplemente llevan el tema a un lugar que Prince por sí solo no logra. Mención especial merece ‘Make-Up‘ de Vanity 6, una canción que básicamente predijo el electro-clash (es fascinante) no solo por su producción, sino también por la gélida actuación vocal de la chicas.

Vocalmente, Prince sí mejora ‘Jungle Love’ y la balada ‘Gigolos Get Lonely Too‘ de The Time, pues Morris Day no era muy buen imitador del de Minneapolis, pero la gran sorpresa del disco es ‘Sex Shooter‘. Originalmente grabada por Apollonia 6, las integrantes del grupo no pueden sonar más blancas y anónimas al lado de Prince. Quizá el artista no consideró esta canción suficientemente viril para su repertorio y está claro que no iba a cantar una frase como «seré tu esclavo, haré todo lo que me pidas» para que luego Warner Bros. se la restregara en la cara, pero si la versión original de ‘Sex Shooter’ ya era un pepinazo de Minneapolis Sound, en boca de Prince lo es todavía más. También sorprende la maqueta original de ‘You’re My Love‘, una balada R&B que Prince cedió a Kenny Rogers, y que este convirtió en una cosa francamente hortera cuando la lectura tanto vocal como instrumental de Prince es mucho más elegante. El propio Nelson George escribe que Rogers la terminó grabando «por desgracia». Si, esto aparece escrito en el libreto del disco.

Quizá con quien más química tuvo Prince fue con Sheila E. El artista compuso temas para esta que después ambos llevaron al terreno de ella sin que se perdiese la firma del autor de ‘Sign O’ the Times’, logrando una estupenda simbiosis entre ambas sensibilidades. Sheila, mucho mejor batería que cantante, junto a Prince transformó ‘The Glamorous Life‘ en una bestia funk-rock de 9 minutos donde en manos de Prince solo era una canción bailable más. Sin embargo, la maqueta a piano de Prince de ‘Noon Rendezvous’ puede llegar a empalagar debido a su exceso de gorgoritos: la versión final interpretada por Sheila y producida por el príncipe púrpura es mucho mejor, si bien quizá menos atemporal. Y ‘Dear Michaelangelo‘, con esos sintetizadores propios de Halloween que emergen hacia el final, es tan buena que casi da pena que Prince no se la quedara. Ambas versiones son excelentes, aunque la de Sheila por supuesto suena mejor al ser la definitiva.

Algunas de las mejores canciones de Prince las cantó Sheila E., mientras con otros artistas sucede lo opuesto. ‘100 MPH’, el único éxito de Mazarati, la banda de Brownmark de The Revolution a la que Prince llegó a ceder ‘Kiss’ antes de agenciársela de nuevo al escuchar las mejorías que Mazarati había hecho (como todo el mundo sabe, fue Prince quien publicó la canción, convirtiéndola en una de las más icónicas de su carrera), no ha podido envejecer peor, y ninguna versión de ‘Wouldn’t You Love to Love Me?’, ni siquiera la de su autor, mucho más bailable que la de Taja Sevelle, habría hecho gran cosa con ella. Esto significa que, como era de esperar, pues estamos ni más ni menos que ante un disco de maquetas, ‘Originals’ es una obra irregular… pero aún capaz de sorprender, emocionar o incluso fascinar en varios puntos. Sobre todo si no habías escuchado estas canciones por otras vías poco éticas, pues algunas de ellas ya circulaban por ahí a través de «bootlegs», esta colección póstuma de Prince puede ser un estupendo entretenimiento.

Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Sex Shooter’, ‘Jungle Love’, ‘Dear Michaelangelo’, ‘Make-Up’, ‘Nothing Compares 2 U’
Te gustará si te gusta: muchísimo Prince y la música que hizo para otros artistas, pero también el pop de los 80 en general y los discos de rarezas
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: prince