La canción escogida por la cantautora asturiana para seguir promocionando su fantástica ‘Colección de canciones sencillas‘ es ‘Persona’, una de las más animadas y alegres dentro de este trabajo lleno de melodías y arreglos que remiten a la más pura canción tradicional española. En esta composición marcada por la guitarra acústica y varias formas de percusión, Lorena reflexiona sobre su condición de ser humano y se pregunta por qué no ha acabado siendo otro tipo de organismo en la vida que le ha tocado vivir en lugar de una persona. En un nuevo texto lleno de referencias al mundo animal y al vegetal, la artista canta que «podría haber tenido el cuerpo cubierto de escamas» y «haber tenido en vez de brazos, un par de patas», pero que le ha tocado ser «persona». E incluso en el pasaje más filosófico de la canción, la autora de ‘Anónimos’ apunta que «podría no habérseme dado el entendimiento, ni la memoria, ni el sentimiento» sino simplemente «haber nacido en una higuera» o «vivir en silencio como una piedra», pero que en «en este reparto tan azaroso» le ha caído la fortuna -y la desgracia, según se mire- de ser persona.
El vídeo de ‘Persona’ es una pequeña joya de la artesanía audiovisual más DIY (Alvárez estudió Bellas Artes), en este caso rodada en la isla gallega de Sálvora y realizada con técnica en stop-motion por Gloria Vilches, amiga de la artista. Lorena ha explicado que es un vídeo «muy especial» para ella y vale la pena conocer el motivo: “Gloria me invitó un verano a visitar a su tío Julio, el farero de la desierta isla gallega de Sálvora. Llegamos a la isla en un barco manejado por un patrón y un marinero de lo más simpáticos, el marinero había sido de joven el primer bajista de Golpes Bajos, aunque si mal no recuerdo, antes de que se llamaran Golpes Bajos y ahora a parte de ser marinero, se dedicaba a tocar en orquestas, con el inconveniente de que según nos contó, no solía dar el perfil, porque buscaban chicos más altos y musculosos que él…»
Continúa: «Nos recibió en Sálvora una sirena de piedra, en el embarcadero, con una gaviota posada sobre su pelo de piedra. Y el tío Julio que nos esperaba a la orilla del mar para llevarnos en su tractor por los senderos de la isla hasta el faro, donde pasamos unos días inolvidables y aprovechamos para grabar este vídeo que hoy os enseñamos. Curiosamente, también fue durante esos días en los que mi amiga Gloria andaba detrás de publicar las memorias que su tío Julio había estado escribiendo durante toda su vida, pero no sabía muy bien cómo, y de repente mientras comíamos una lata de mejillones, se me ocurrió que el mejor sitio para publicarlas, debería ser la editorial Hoja de Lata Editorial, y los puse en contacto quedando ambas partes encantadas con la idea, que finalmente llegó a buen puerto, nunca mejor dicho, en forma del libro «Sálvora. Diario de un farero» de Julio Vilches, que podéis encontrar en cualquier librería. Sin duda un documento curioso ahora que ese trabajo se está mecanizando y desapareciendo el oficio de farero. En fin, los recuerdos de esos días los tenía bien guardados en mi corazón, pero ahora, con este vídeo, también los tengo bien guardados en el ordenador».