Billboard lleva tiempo recibiendo críticas por esta práctica incluso por parte de artistas a los que les ha perjudicado aún habiéndola ejercido también, como Nicki Minaj (que fue top 2 por culpa de Travis Scott) o DJ Khaled (que logró igual posición por culpa de Tyler, the Creator). Estaba claro que el éxito del «merchandising» no podía reflejar la verdadera popularidad de un disco, y el portal norteamericano ha anunciado que cambiará las reglas de su clasificación de ventas para ajustar más sus resultados a la realidad.
El cambio se hará efectivo a partir del 3 de enero de 2020 e incluye los siguientes requisitos: los productos añadidos al disco como parte de un «album bundle» deberán poder comprarse también por separado a través de la misma web; en caso de estar disponibles por separado, el precio de los productos deberá ser inferior al coste total del «bundle»; y la compra de estos productos podrá efectuarse solo directamente a través de la web del artista; es decir, ya no podrán urdirse acuerdos extraños con terceras partes que permitan a artistas como Taylor Swift despachar copias de un disco junto a pizzas. Y en todo caso, la venta de un disco dentro de un «bundle» contará en el recuento de Billboard solo cuando el disco o su descarga hayan sido enviados al comprador (es decir, cuando los detalles de este ya sean públicos).
De manera interesante aunque quizá algo tardía por su aparente obviedad, Billboard impedirá que ciertos descuentos tramposos consigan que un álbum compute en sus listas asegurándose de que el precio mínimo que necesita un disco para contar en ellas (3 euros aproximadamente) está integrado en el de los «bundles». Es decir, si un «bundle» sin CD cuesta 30 euros, con el CD deberá costar 33, así la venta de un álbum será segura y por tanto computable, dentro de estas nuevas reglas.