El momento crítico se produce cuando van unos 7 minutos del vídeo de RTVE bajo estas líneas. Tanto Roberto Herrera como Ruth Lorenzo insisten una y otra vez en anunciar que este reloj de la playa de Las Canteras de Las Palmas tiene “3 minutos de carrillón” y que no sonarán cuartos. Mientras alguno calculaba que le daba tiempo a orinar, de repente ambos se dan cuenta de que el carrillón no va a durar 3 minutos ni por asomo y que su duración se ha recortado de manera dramática.
Cuando pasan poco más de 30 segundos en los que los presentadores se ponen a hablar de los piratas holandeses, suenan ciertamente unas cosas que parecen las campanadas. Roberto Herrera, completamente desesperado, grita a lo loco: “¡¡¡atentos, campanadas!!!”. Mientras el espectador canario medio no tiene ni idea de si meterse en la boca una uva, 3 al tiempo o mejor ninguna, suceden unos segundos angustiosos en los que Lorenzo rectifica de repente: “¡espera, espera!”. Y así, tras unos segundos de confusión absoluta en los que unos piensan que se ha perdido las 12 campanadas y otros tienen ya 3 en la boca, ambos finalmente hacen la retransmisión correctamente. Los vídeos de los desastres no se han hecho esperar
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