Música

Camellos hablan en profundidad de su pasión oculta… Los Simpson

Camellos es una de esas bandas de punk españolas que ha logrado despuntar gracias a sus deslenguadas letras e infalibles ganchos. Si su debut ‘Embajadores’ prometía gracias a temas tan certeros como ‘Gilipollas’, su segundo disco, ‘Calle para siempre‘, editado a finales del pasado mes de noviembre, ha confirmado que Camellos han llegado para quedarse. Apegados a un sonido que puede recordar tanto a The Fall como a Siniestro Total o incluso a los primeros Novedades Carminha desde una perspectiva más macarra, Camellos han sumado con él más temas estupendos y ultra inmediatos a su hasta ahora corta carrera, como ‘Arroz con cosas’, ‘Pesadilla en el hotel’ o ‘Mazo’.

Los autores de ‘Es tan 2020’ son los nuevos invitados a nuestra sección «Meister of the Week», en la que grupos o artistas nos hablan de algunos de sus temas favoritos, los cuales no tienen que estar relacionados con la música. La elección de los madrileños Frankie Ríos, Fernando Naval (ambos voces y guitarras) y Jorge Betrán (batería) y del estadounidense Tommy Dewolfe (bajo) ha sido la serie animada para adultos por antonomasia, ‘Los Simpson’. Los tres primeros nos hablan sobre sus personajes, escenas y episodios favoritos, el significado de un personaje como Homer Simpson o sobre por qué los últimos capítulos de la serie no molan tanto como los viejos.

Por qué habéis escogido hablar de ‘Los Simpson’? ¿Erais de los que se sentaban religiosamente delante de la tele cada día a las 14.00 para ver la serie por enésima vez?
Frankie: Yo salía corriendo del instituto para llegar lo antes posible a mi casa a verlo, en ocasiones jugándomela a que me atropellasen. Si llegaba y había putos anuncios, solía cabrearme.

En concreto, queréis comentar cómo la serie de Matt Groening se ríe de nuestra sociedad. ¿Qué diríais que hace a la serie diferente de otras que hacen lo mismo como ‘South Park’? ¿Cuál es para vosotros la clave de su éxito?
Fer: Realmente escogimos ‘Los Simpson’ porque podemos pasar horas hablando en frases de la serie, rollo que podemos rememorar historias que la mayor parte de gente ni recordará de dónde han salido. Lo de hablar de cómo se ríe de nuestra sociedad era para hacernos los interesantes, ¿sabes? ‘South Park’ mola, pero ‘Los Simpson’ es el cremosini de las series de animación.
Jorge: ‘Los Simpson’ fueron algo bastante homogéneo en el grupo de amigos del que nació Camellos; todos estábamos bastante metidos en ese mundo y de hecho en varias canciones hemos hecho alusiones bastante maquilladas, posiblemente sólo reconocibles para los más fans de la serie.

¿Cuál es vuestra escena o episodio favorito de Los Simpson de todos los tiempos?
Frankie: Bart tiene que pedir perdón por una broma que gasta a un niño en Australia tras tenerle 6 horas al teléfono revisando en qué dirección va el agua del retrete en su país, y hay un momento del mismo capítulo en que Bart llama a una cabina telefónica y lo coge Hitler, que estaba de compras y andaba por esa calle, gritando “Das telefon is stupid!”.
Jorge: Cuando era más pequeño y veía la serie sin entenderla muy bien, simplemente por aquello de ser dibujos animados, me encantaba el capítulo de ‘Tenacitas’, la langosta que adopta Homer. Conforme vas creciendo y te vas dando cuenta de todo el trasfondo que tiene la serie, me fueron cambiando los gustos. Ahora mismo creo que me quedaría con el capítulo en el que medican a Bart con ‘Focus-in’… «¿Quieren saber la verdad? ¿O prefieren verme batear?»

‘Los Simpson’ han creado mucho vocabulario, ¿soléis usar alguna frase en particular de la serie entre vosotros o asociar situaciones a alguna escena en concreto? Por ejemplo, cuando alguien duda de algo que estás diciendo, responder con “¿que no, Lisa?”
«Nadie es facooooquero». (Marge a sus hijos)
«¿Yo, qué he hecho yo?» (Fat Tony, tras dar una paliza)
«He dicho pssst, te quiero». (Homer a Marge, tras abrirse una cerveza a oscuras)
«¿Quién necesita la infinita compasión de Ganesha cuando tengo aquí a Tom Cruise y Nicole Kidman mirándome con los ojos muertos?» (Apu)
«No puedo salir hoy, tengo noche de siluetas» (Skinner)

«Homer es reflejo fiel de un adulto que sólo sabe trabajar, comer y dormir. Para lo demás, es más inútil que un flotador de piedra. Además, está en constante competición con otros hombres y siempre opina sobre todo sin saber realmente nada, como un buen “cuñado” del mundo real»

‘Los Simpson’ trata muchísimos temas sociales, pero el núcleo de la serie es la familia. ¿En qué aspectos creéis que es un reflejo realista de las familias modernas? ¿Os habéis sentido identificados alguna vez con algunos de sus personajes?
Frankie: Bueno, hay una pareja inmigrante con octillizos (mostrando que la natalidad inmigrante suele ser mucho mayor), Selma intenta ser madre soltera, los padres de Milhouse están divorciados y se repelen, Skinner vive con su abuela, y el matrimonio Simpson se basa en la paciencia infinita de Marge. Refleja bastante los modelos familiares, sí, aunque a mí me parece que ese sólo sería uno de los núcleos, porque tienen casi el mismo peso las relaciones personales de los miembros de la familia con terceras personas (amigos, vecinas, famosos) que las intrafamiliares, ¿no? El reverendo Lovejoy aparece más a menudo que la madre de Homer o la de Marge, y el dueño de su bar de confianza es más importante para Homer que su propio padre, como ocurre con muchos adultos del mundo real.

La estupidez de Homer parece reírse en general del patriarcado: el padre de familia es a su vez un patán absoluto. ¿Por qué creéis que se ha convertido en un personaje tan icónico?
Frankie: Porque, al menos durante siglos y en buena medida aún hoy, es un reflejo fiel de un adulto que sólo sabe trabajar, comer y dormir. Para lo demás, es más inútil que un flotador de piedra. Necesita que le hagan todo o lo hace él a lo bestia o mal, como cuidar la educación de sus hijos o hacer cualquier tarea de la casa: eso son cosas “de mi señora”, como dice él mismo a veces. Además, está en constante competición con otros hombres y siempre opina sobre todo sin saber realmente nada, como un buen “cuñado” del mundo real. A menudo, mentir o fingir que sabe lo que está haciendo le lleva a las situaciones histéricas y surrealistas que tanto nos gustan, pero el equivalente en un adulto real no sería tan gracioso.

«“El viejo Gil” es el loser del que habla la cultura imperante americana de forma despectiva, cuando en realidad describe al americano medio aterrado por no llegar a fin de mes, desbordado por las deudas y suplicando por que le traten con dignidad»

Lisa, por otro lado, representa el contrapunto intelectual, a veces próximo a lo pedante. ¿Vosotros sois mas de Bart o de Lisa? ¿Por qué?
Frankie: Yo soy más de Bart, a pesar de ser vegetariano y amante de los animales: me pasé la infancia y adolescencia con amigos a los que les encantaba gastar bromas de dudoso gusto y aún hoy tengo mis placeres culpables sobre «putear” a la gente.
Fer: Depende de donde cojas la historia de ‘Los Simpson’, en los últimos capítulos Bart es malo a conciencia y hace el mal a conciencia. La raíz del personaje, y de la mayoría, es que las cosas les salían mal por torpeza, pero en el fondo son “buenas personas” y se quieren. El personaje de Lisa solo cobra verdadera vida fuera del contrapunto con la personalidad de Homer y Bart en su amor por la música jazz.

En la serie, incluso personajes secundarios como Moe o las hermanas de Marge o tan periféricos como Grimes tienen matices y están muy bien perfilados. ¿Cuál es vuestro personaje secundario favorito de Los Simpson y por qué?


Frankie: “El viejo Gil”, el vendedor perdedor. Me da mucha lástima pero le ocurren cosas demasiado absurdas como para no hacerme gracia, como vender los ordenadores Coleco al colegio diciendo al mismo tiempo que se oxidan rápidamente y acabar suplicando que se los compren. Es el loser del que habla la cultura imperante americana de forma despectiva, cuando en realidad describe al americano medio aterrado por no llegar a fin de mes, desbordado por las deudas y suplicando por que le traten con dignidad.
Fer: Los compañeros de trabajo de Homer, especialmente Lenny, que vive junto a una pista de Squash o algo así, y que tiene citas memorables como: «Todo el mundo se equivoca, por eso los lápices llevan goma de borrar».
Jorge: A mí me gusta mucho el sarcasmo del vendedor de la tienda de cómics, aunque uno de mis favoritos es sin dudas Clancy Wiggum, el jefe de policía, por toda la crítica que lleva consigo ese personaje hacia esa institución (la máquina de escribir invisible como elemento de ignorancia activa ante cierto tipo de denuncias).

«Cuando eras más joven, con el capítulo de ‘Lisa necesita un aparato’ te quedabas con aquello de «quiero mi bocadillo», pero después llega un momento en que lo vuelves a ver y te das cuenta de la carga social que lleva detrás: dibujos animados enseñándote de qué va la lucha de clases»

Con las revisiones es fácil entender de repente muchas bromas de Los Simpson que antes se te escapaban. Sin duda, es una serie de animación para adultos ante todo. ¿Recordáis alguna en particular?
Frankie: Recuerdo haber entendido cuestiones de cómo funciona el sistema en el que vivimos (política, economía) cuando ya era más mayor, como el márketing agresivo y fraudulento de todo lo relacionado con Krusty, el payaso. Cuando Bart se rebela durante el Campamento Krusty, asegura que ha sufrido innumerables problemas de salud por culpa del merchandising del payaso, y el propio Krusty no quiere comerse las hamburguesas de su cadena ni ver sus programas porque le dan asco. Él sólo quiere hacer el máximo beneficio, sea como sea. Además, en la serie siempre hay un pringado que paga por la gran empresa, como en este caso: el adolescente con acné que trabaja en el Krusty Burger, Barney vestido de “Kresta el payaso” en el campamento, el eterno “actor secundario-becario” Mel, etc.


¿’Los Simpson’ alguna vez os han hecho pensar, reflexionar, más que reír? Recuerdo un final de episodio muy “creepy” protagonizado por Artti Ziff, o el estrés extremo al que se ve sometida Marge Simpson durante un episodio, cuando se queda sentada en el aire mirando la tele: el humor en este caso se confunde con algo muy siniestro y dramático.
Frankie: El capítulo en que Homer ayuda a Mel Gibson a hacer una película “superventas para el americano de a pie” empieza con un arrebato muy chungo de celos por parte de Homer: intenta boicotear la última película del actor porque a Marge éste le parece muy atractivo y después la agarra por el brazo cuando Mel Gibson aparece en su casa, mientras grita “¡es mi mujer, me pertenece!”, señalando al anillo de casados. Luego todo el argumento se vuelve gracioso y se diría que se le olvida al espectador lo que acaba de pasar.
Jorge: El mítico capítulo de ‘Lisa necesita un aparato’, en el que, cuando eras más joven, te quedabas con aquello de ‘quiero mi bocadillo’ hasta que llega un momento que ves ese capítulo y te das cuenta de la carga social que lleva detrás: dibujos animados enseñándote de qué va la lucha de clases.

Otro tema que trata la serie es la religión. El cristianismo de Ned, el hinduismo de Apu o el judaísmo de Krusty son abordados con humor a riesgo de ofender, lo cual ha ocurrido. ¿Son especialmente memorables para vosotros algunos momentos de ‘Los Simpson’ relacionados con la religión?
Frankie: A mí me gusta cuando Apu va a suicidarse y consulta la tabla de reencarnaciones para descubrir que en su siguiente vida va a ser una ameba.
Fer: El capítulo en que Bart reparte las partituras para cantar en la iglesia ‘In the Garden of Eden’ de Iron Butterfly, que, cuando se da cuenta, el reverendo no tiene energías más que para constatar que es música pagana en una iglesia.
Jorge: Cuando Bart se queda en casa de los Flanders y están jugando a algo así como un trivial cristiano, en el que Rod o Tob le preguntan a Bart algo así como «cabeza de león, cola de serpiente y escupe fuego, qué es?», a lo que Bart responde «¿Jesús?»

Son muchos los personajes famosos que han pasado por Los Simpson. ¿Recordáis algún cameo que os gustara especialmente?
Frankie: Sin duda, el capítulo de Mel Gibson, en el que al final lanzan a Homer del coche en marcha y este grita “¡Eh, Mel, que me he caído!”. El momento de “los hijos” de George Bush (senior) tendiéndole una trampa para ponerle una peluca de colores también está bien.

«Algunos estereotipos son en cierta forma autocrítica y nos hacen especial gracia porque sí creemos que albergan parte de verdad, pero otros son prejuicios intolerantes y esos no nos gustan»

La serie también ha echado mano de estereotipos para reírse de sociedades ajenas a la americana. Su representación de Brasil valió a la serie una amenaza de denuncia por parte del país. España sale llena de tópicos, igual que Francia, Reino Unido… esos octillizos de Apu y Manjula. ¿Sois defensores de los estereotipos para hacer humor? ¿Algunas de sus representaciones de gente extranjera y de otras culturas os ha hecho especial gracia?
Frankie: Yo creo que no somos ni defensores ni detractores: algunos estereotipos son en cierta forma autocrítica y nos hacen especial gracia porque sí creemos que albergan parte de verdad, pero otros son prejuicios intolerantes y esos no nos gustan. Cogiendo el ejemplo de Apu, en un capítulo intenta convencer de lo “enamorado de América” que está, vestido con una camiseta de los Mets y diciendo que está contento de haber sustituido la estatua de un dios hindú por una revista con Tom Cruise y Nicole Kidman en la portada, para después romper a llorar por haber traicionado su cultura. Siguiendo con ese cachondeo, cuando Homer visita la India asegura que todos son físicamente iguales pero encuentra al familiar de Apu tras preguntar a sólo dos personas por la calle. De hecho, los padres del propio Apu se despiden de él así, en referencia a la cantidad de hijos que tienen (cuyos nombre no recuerdan) y la ingente población de la India: “vayas a donde vayas, tú, nunca olvides quien eres, tú”.

¿Seguís viendo la serie? ¿Estáis familiarizados con las nuevas temporadas? ¿Creéis que sois reivindicables o que muestran un agotamiento en la fórmula?
Frankie: Seguimos viéndolo únicamente cuando lo pillamos en antena, en los pocos ratos que pasamos frente a la tele, pero no activamente. Yo personalmente no estoy muy a gusto con la manía que parecen tener en los últimos años de centrarse en un tema y retorcer mucho el argumento. Durante mucho tiempo hicieron capítulos que empezaban con una cosa y acababan de forma totalmente distinta, metiendo momentos absurdos en medio que ni siquiera servían realmente de nexo de unión, pero que te dejaban perplejo. Ahora es como que hacen uno sobre Tinder y lo acaban haciendo muy histriónico. Además, meten muchos sketches off-topic, al estilo de ‘Padre de familia’, cosa que tampoco me encanta: deja que la broma macere en la cabeza de quien está viendo el capítulo, no se la expliques tanto.

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Publicado por
Jordi Bardají