Cine

‘Monos’ es un original y potente acercamiento a la violencia en América Latina

La violencia en el cine latinoamericano es un tema recurrente mediante el que se han contado historias terribles relacionadas con narcotráfico, secuestros, y demás consecuencias de la pobreza y desigualdad. Cada vez resulta más complicado tratarlo desde una perspectiva distinta, pero por supuesto, hay grandes ejemplos de ello, como cuando Amat Escalante recurrió a la fantasía para plasmar la realidad mexicana en ‘La región salvaje’. ‘Monos’, desde Colombia, no apela a lo sobrenatural, pero su director Alejandro Landes sí la excluye del hiperrealismo de, por ejemplo, ‘Heli’, creando un universo particular donde aparentemente viven unos niños, en lo alto de una montaña. Son guerrilleros y están a las órdenes de un sargento paramilitar. Su misión es la de vigilar a una doctora americana que tienen secuestrada.

Uno de los elementos que más llama la atención de la singular propuesta de Landes es el contraste entre la imponente belleza de los paisajes colombianos y la más terrible de las realidades del país, contada bajo el punto de vista de unos niños cuya inocencia y moralidad les han sido arrebatadas. Es en ese choque donde la película encuentra una de sus mayores virtudes y donde demuestra el talento de su prometedor autor, que dirige con precisión y un gran pulso narrativo. La inteligencia de la puesta en escena reside en su juego con el desconcierto; resulta difícil adivinar lo que va a pasar, e incluso durante la primera parte, no se sabe muy bien qué es lo que está pasando ni quiénes son esos personajes. Pero se percibe que algo no está bien, y eso es utilizado con audacia para atrapar al espectador en su ambiciosa narrativa y en su eficaz ritmo.

Todo en ‘Monos’ funciona, pero es sobre todo durante su último acto donde cobra más fuerza, cuando va de lo colectivo a lo individual. Landes poco a poco nos va acercando a sus personajes, y sus dudas sobre los conceptos del bien y el mal aparecen en ellos de manera desigual, realizando un potente retrato de la alienación infantil. Se agradece que la película no juzgue las a menudo terroríficas acciones de sus protagonistas –interpretados con solvencia por todo el reparto- y les trate como lo que son: víctimas de un sistema corrupto y podrido.

La siempre sugerente y enigmática música de Mica Levi es, sin duda, otro de los grandes aciertos, pues se aleja de lo que sonaría en un thriller convencional y se acerca al ambient inspirado en los sonidos de la selva colombiana. ‘Monos’ es una experiencia inquietante y sombría, que sitúa a su director como un cineasta sin miedo a saltar al vacío, con una habilidad asombrosa para esquivar excesos a pesar de estar siempre cerca de caer en ellos. 7,5.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Fernando García