Música

Chico Blanco se corona con ‘Caramelo House (Otro lado)’, el bombazo que ha conquistado a Hidrogenesse

Esta semana en JENESAISPOP escogemos como «Disco de la Semana» ‘Gominola‘, el nuevo EP de un artista novel por el que apostábamos como una de las Revelaciones Nacionales de 2020, Chico Blanco. Se trata del alias de Pablo Cobo, un joven que emergió en la escena de Granada del rap/trap bajo el alias de Vvhite Boy hacia 2016. Desencantado de ese mundillo y vislumbrando cierto desgaste y excesiva homogeneidad, comenzó a interesarse por la electrónica de baile y, concretamente, por el house de los 90, el eurodance, el Miami Bass, la música disco o el UK garage. Así llegaba hace cosa de un año ‘Life After House’, un EP debut que reflejaba en singles como ‘Tech Love (Otra vez)’ o ‘WTF Is In My Cup’ una singular veta creativa, a medio camino de las cantaditas house, el pop y el rapeo en un spanglish fresco y descarado, herencia de su anterior etapa artística. [Foto: Cicutafilms.]

En ‘Gominola’ da un paso de gigante en la misma senda, perfeccionando su sonido y apostando por una mayor concreción melódica en temas como el que da nombre al trabajo o ‘Caramelo House (Otro lado’). Esta última, que no podía ser más clara en sus pretensiones desde el título, es hoy nuestra Canción del Día. Una producción de deep house –a cargo del propio Cobo, que se lo guisa y se lo come todo– con altos BPMs y que, sobre todo, destaca por ir a degüello con su faceta pop, lanzando a la primera de cambio su certero gancho, que habla de estar desorientado y perdido en uno mismo, y situando el club como el espacio aspiracional en el que sentirse bien.

Es, sin duda, un bombazo house-pop inapelable, que debería ser capaz de conquistar a públicos de lo más variopintos, no solo a chavales que encuentren encanto en estos sonidos pretéritos (igual alguno se sorprenderá de saber que sus padres ya bailaban algo así) sino también a los que vivimos aquellos años en el que la música de clubs de baile inundaba todo. Pero lo que es innegable es que su melodía puede llegar a obsesionar, como les ha ocurrido a Hidrogenesse que, en su primer fin de semana de confinamiento por el COVID-19, se lanzaron a hacer una versión sui generis de esta canción: transformada en una balada a piano, Carlos Ballesteros y Genís Segarra le dan su toque de genialidad al adornarla con los sonidos sampleados de la Fontana di Neptuno, sita en la romana Piazza Navona, tras quedar fascinados por la imagen de ese espacio vacío por la crisis del coronavirus. Editada oficialmente, hasta se han currado un vídeo oficial con imágenes del CCTV. Una doble delicia que nos alegra, cada una a su forma, estos días.

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Publicado por
Raúl Guillén