¿Qué tal estás pasando estos días de encierro?
Aquí, en la casa, como supongo que estarás tú y estamos todos… (Risas)
Ha pasado algo menos de un año desde que lanzaras ‘Life After House’. ¿Qué evolución dirías tú que hay de un disco al otro?
Bueno, aquel era un EP más house, propiamente dicho, y este es más variado en cuanto a sonidos, hay más rollos dentro del mismo EP. Cada tema casi es de su padre y de su madre. Aparte se nota que el rollo es un poco más urbano y más pop. He decidido sacar temas que tenía hace mucho tiempo de ese rollo, con mucha letra, menos parte instrumental. Estaban ahí y quería sacarlos porque era un poco «ahora o nunca». Porque si todo va bien, no seguiré sacando temas de este estilo mucho tiempo más, ¿sabes?
¿Ah, no? ¿Por?
No. La idea fue sacar los temas más poperillos y más urbanos y publicarlos para pasar a otras cosas. Pero también me mola, es otra faceta. Aparte creo que tiene bastante relación y tiene sentido, después de los temas del año pasado.
«Si todo va bien, no seguiré sacando temas de este estilo mucho tiempo más»
¿Entonces es más una recopilación de temas sueltos que un disco que te hayas centrado en dar un sentido?
Bueno… En verdad no… A ver, en parte es una recopilación porque están todos juntos, pero están escogidos, había más temas. Unos más electrónicos, otros de este mismo rollo urbano, pero que no han entrado porque perdían sentido dentro el tracklist, ¿sabes? No es simplemente una recopilación, tiene un poco de sentido. Yo nunca digo «hostia, voy a hacer un EP». Pero de repente ves que hay cuatro o cinco canciones que hablan un poco de lo mismo o reflejan un mismo momento, y que juntas pueden llegar a contar algo. Es algo que luego surge solo, simplemente se ordena en tu cabeza y dices «es esto».
¿Entonces te interesaría orientarte más hacia el pop o ha sido algo circunstancial?
Pues mira, estos días que estoy en casa y tengo mucho tiempo para darle vueltas al coco, creo que es algo circunstancial, ha surgido así. A mí en realidad lo que más me gusta, lo que más consumo, mi rollo es la electrónica más… electrónica.
¿Más instrumental?
Ya no instrumental, si no más hacia la pista de baile. Ya sé que a mucha gente esto le puede parecer muy para la pista de baile, pero son temas que cuando pincho a mí me cuesta meterlos. Me molaría tirar más hacia otro rollo, aunque también pienso que lo guay de lo que yo hago es que tiene ese rollo pop y urbano que no tienen muchos productores de electrónica. Creo que si hiciera una electrónica más convencional no se movería tanto.
«En el futuro me veo más dedicado a ser productor-productor»
¿Te interesa entonces reivindicarte más como productor que como letrista o escritor de melodías?
Bueno, no sé. Todo depende del momento. Yo conforme me va dando quiero tirar más hacia una cosa o la otra, pero… Es verdad que en ‘Gominola’ destacan las dos cosas, es mucho de producción pero también tiene mucha letra, mucha melodía, mucho estribillo… Está más equilibrado. Pero es verdad que en el futuro me veo más dedicado a ser productor-productor.
¿Cuál es el corte del disco del que te sientes más orgulloso, que haya sido especialmente complejo de elaborar o del que te sientas especialmente satisfecho?
Pues diría dos: ‘Paso de ti’ y ‘No quiero verte’. Creo que son los que en cuanto a producción están más currados. Quizá también tiene que ver con que son los últimos que grabé y no los tengo tan rayados, pero escucho la producción y digo «¡hostia! Qué guapo!» Y que me pase eso con algo mío es guay, ¿sabes? Porque al final la mayoría de las cosas dices «bueno, sin más, ¿no?» Como que las he escuchado mil veces y me dan un poco igual.
En ‘Gominola’ empleas el famoso «didi-ladadadá» de ‘Saturday Night’ de Whigfield. ¿Has tenido que pedir permisos o algo?
Yo creo que no hacía falta, al ser tan corto, sinceramente. Aparte al nivel que estoy yo, creo que nadie se para a mirar esas cosas. O eso espero… (Risas)
Con esos guiños al house de los 90, ¿has notado que, además de conectar con gente de tu generación, te está descubriendo gente nostálgica de esa época?
Sí, tanto de gente que he visto en bolos como gente que me escribe, he visto que es (un público) muy variado. Hay gente de mi edad y gente más mayor. Mola eso, que llegue a todo el mundo está guay.
La mezcla la has hecho con Antonio Narváez, que es conocido sobre todo por su trabajo con Dellafuente. ¿Cómo ha surgido y cómo ha sido ese proceso?
Bueno, él vive aquí en Granada, voy a su casa y grabamos y mezclamos juntos. Él está a los controles pero trabajamos mano a mano, probamos cosas… En las sesiones de estudio he estado mezclando con él.
No sé si habrás coincidido por allí con el Chino, con Dellafuente… ¿Tienes cierta cercanía con él, qué le parece tu música?
No, no he coincidido con él últimamente.
¿No tienes sintonía con él?
Es un tema que me preguntan siempre. Hice unos temas con él hace mucho tiempo y siempre me preguntan. Yo a él le respeto un montón como artista pero me da como pereza, que en todos los artículos sobre mí se le mencione siempre y…
¿Ah, sí?
A estas alturas mi carrera y la de Dellafuente no tienen ninguna relación, aparte de que grabe con Antonio. Y es como «pfff». Yo sé que es recurrente el gancho, es una persona como superconsagrada en el panorama, es como típico preguntar… Pero que desde el principio de los tiempos me lo pongan en todos los artículos… Yo le respeto mucho, y las pocas veces que hemos hablado últimamente me ha dicho que le mola (lo que hago), pero es un tema del que prefiero pasar un poco, si no te importa.
Para nada. Tú vienes de la escena del rap y del trap… Bueno, si no me equivoco…
Sí, sí.
«De pequeño me flipaban los discos de Daft Punk, el french house me encantaba, me volvía loco con eso»
¿Y cómo te introduces en la música house? ¿Cómo llegas ahí?
Pues tenía amigos que escuchaban música electrónica, y al principio no le hacía mucho caso. Pero me empezó a llamar la atención, empecé a salir a locales de electrónica, me empezó a gustar el concepto, ir a bailar, a escuchar a un DJ que pone cosas nuevas todas las noches, conecté mucho con ese rollo. Me encantó el rollo de sus fiestas, pinchar música de ese tipo. La verdad es que de pequeño me flipaban los discos de Daft Punk, el french house me encantaba, me volvía loco con eso. Pero escuchaba más bien cosas sueltas. Pero a los 16 o 17 años me empezó a dar más fuerte y, a día de hoy, lo que más me motiva siempre es ir a una fiesta de música electrónica, más que de pop comercial, de trap o de reggaeton. Es la música que me gusta para salir, para estar con amigos.
En alguna entrevista tuya te he leído hablando de un desgaste de la escena trap, hablabas incluso de una fecha de caducidad, y veías más futuro en la electrónica. ¿Ves entre la gente de tu edad que se esté moviendo realmente en ese sentido?
Es que es raro, ¿sabes? Yo ahora mismo no puedo decir que estoy en la escena de electrónica, y menos con lo que he sacado ahora. Me guste más o me guste menos, me meten en la escena urbana. Hay más gente que hace algo así, pero creo que es gente del panorama urbano que no conoce bien el rollo de la electrónica, creo yo. Pienso que son dos escenas muy separadas, porque la poca gente que ha podido salir haciendo cosas parecidas (a lo que yo hago), se desmarcan de los dos lados. Entonces… Hay una escena electrónica, pero más purista. Una escena intermedia no existe, ni sé si llegará a existir.
Pero es un poco donde estás tú, ¿no?
Sí. (Risas) Estoy en el medio, y también es guay.
Mi impresión es que has salido un poco rebotado de la escena trap, porque tu estética se aleja de eso también. ¿Tiene que ver con cosas que van un poco implícitas a las letras del género, los tópicos de machismo, homofobia…?
Bufff. No sé. Yo creo que todas las músicas venían con ese input desde hace tiempo, pero creo que hoy en día, por suerte, en todos los géneros ha quedado un poco atrás. Porque la gente cambia y la música la hacen las personas. No fue por eso (que me aparté del trap), sino porque me parece pesado. Un tío o una tía que lo único que tiene que contarme es que es el más guay, el más vacilón, el que más dinero tiene… me aburre mucho. Porque ya he escuchado a muchos que lo hacen, que lo hacen muy bien, y que venga otro a hacer lo mismo, con ese rollo de egotrip superexagerado… Me cansa, me aburre. La mayoría de los que salen ahora no cuentan nada más: o superdepresivo en plan «como muchas pastillas, tú ya no estás a mi lado» o superegotrip de «mi polla es la más grande del mundo». Tanto una como otra son prototipos de música y de personas que a mí me aburre mucho. Hay alguno, pocos, que por lo menos en las letras dan un perfil más real, que es lo que tiene que transmitir un artista urbano, y me puede interesar un poquitillo más. Lo otro está desgastado de haberlo visto tantas veces y tan bien hecho. A estas alturas, después de haber escuchado lo que ha salido bueno, tanto en América como en España, lo demás son todo copias de eso. Me aburre. Pero igual que hay cosas en la electrónica que me parecen pesadas, como que vienen de toda la vida y molaría que cambiaran.
«Lo de vivir de la música parece más lejos ahora, pero todo lo importante y lo que se tenga que hacer se hará más tarde o más temprano»
Esta crisis está siendo un palo, principalmente en el aspecto humano pero también en el económico. Tú por ejemplo has tenido que cancelar varios conciertos de presentación de esto. Y te había leído tiempo atrás algo desencantado con la idea de poder vivir de la música. ¿Se te han truncado un poco esos planes?
(Ríe) Es verdad que se me ha torcido un poco el camino, que después de esto (Nde: ‘Gominola’) lo veía ya muy claro. Iba a hacer muchos conciertos, y me quería ir de Granada a vivir fuera. Me estaban llamando para muchas cosas, pinchando, cantando, me estaba saliendo curro y me había hecho ya autónomo, ¿sabes? Que poco a poco iba levantando el vuelo. Pero doy gracias de que no me falta de nada y que estoy bien, no voy con la soga al cuello. Es verdad que lo de vivir de la música parece más lejos ahora, pero todo lo importante y lo que se tenga que hacer se hará más tarde o más temprano, ¿sabes? No me preocupo, intento estar tranquilo, que es lo único que se puede hacer en esta situación.
¿Confías en que se rehaga un poco toda la escena?
Sí, por lo menos las cosas que merecen la pena se están aplazando todas y se harán más tarde o más temprano. O sea que bueno, guay. Además, si la gente te quiere ver, te quiere ver también de aquí a tres meses. Si pasara un año, a lo mejor si se olvidaban de mí. (Risas) Espero que no sea así.
¿Y este encierro te está sirviendo para hacer cosas nuevas? ¿Estás creativo?
Sí, estoy haciendo cosas. De una forma muy libre: empezando muchas cosas y acabando pocas. (Risas) Es esa parte más visceral, de la inspiración del momento. Luego ya vendrá la fase de acabarlos, en la fase de producción «seria». Hacer un loop, empezar un proyecto, es muy fácil. Lo que tiene un poquitillo más de miga es acabar el tema, darle forma. Estoy haciendo cosas pero más por disfrutar, jugueteando un poco con mi ordenador, como lo hacía antes, sin pensar en acabar en nada. Estoy dedicándole tiempo, pero al final (lo que salga) sea mejor o sea peor, requerirá más trabajo que salgan cosas guapas.
Te quería preguntar si has escuchado la versión de ‘Caramelo House (Otro lado)‘ que han hecho Hidrogenesse.
Sí, sí.
«Hidrogenesse viven de la música haciendo lo que les da la gana, y eso es de admirar»
¿Y qué te ha parecido?
Tío, me ha encantado, me ha hecho mucha ilusión, la verdad. Me ha parecido muy bonita la versión y además Hidrogenesse es un grupo al que respeto mucho. Llevan mucho tiempo haciendo música y me molan porque hacen lo que quieren, viven de la música haciendo lo que les da la gana y eso es de admirar. Y supercontento de que lo hayan hecho, me gusta el remix, me parece superbonico. Y además le da más bombo a la canción, porque a ellos los medios les conocen mucho y suena por ahí. Guay, muy contento, me ha molado.
Quizá esto te abrirá a otros públicos. ¿Te interesa alcanzar a otros públicos que en principio parezcan muy alejados de ti, del pop independiente, que además en Granada ha tenido una escena muy fuerte? ¿Tienes contacto con ellos?
Sí, tengo colegas en la escena indie de Granada. Me muevo por sitios por los que antes salía mucha gente del indie, aunque eso ha cambiado, la escena se está transformando y muchos de esos sitios que eran indies están tirando a la electrónica u otras cosas. Que es normal que vaya cambiando. Respecto a interesarme un público u otro, me da igual. Yo hago la música que me apetece en el momento que me sale y cualquiera que la quiera escuchar será bienvenido. Mi mente siempre está en ir cambiando un poco, así que no sé si mañana me va a seguir escuchando la misma gente u otra nueva. Estoy con que haya un público que lo disfrute, de qué ámbito sea me da igual.