En un comunicado, Taylor ha explicado la cancelación: «Luchar contra el COVID-2019 es un reto sin precedentes para nuestra comunidad global y la seguridad y bienestar de mis fans debe ser siempre la prioridad principal. A la vista de que muchos eventos alrededor del mundo han cancelado, y siguiendo las directrices de los equipos sanitarios con la intención de mantener a mis fans en un lugar seguro y ayudar a la prevención de la propagación del COVID-19, tristemente todos los conciertos de Taylor Swift de este año quedan cancelados».
El festival madrileño se celebra -en principio- los días 8, 9, 10 y 11 de julio, y se aferra a las ínfimas posibilidades que aún existen de que las pautas de distancia social se hayan relajado para entonces. Lo cual es improbable y tampoco resolvería el problema de los viajes internacionales que los artistas y sus equipos deben realizar para llegar hasta el festival, como tampoco el problema del público que ya no desee acudir al festival debido a las modificaciones en su cartel.
Hace unos días, El Mundo explicaba que la razón por la que festivales como Mad Cool o Bilbao BBK Live aún no han dado un paso definitivo es porque están esperando a que «el Gobierno anuncie medidas restrictivas y los organizadores puedan entonces acogerse a la cláusula de fuerza mayor para poder así romper los acuerdos y contratos adoptados tanto con artistas como con proveedores como empresas de montaje de escenarios, de sonido o de seguridad», cláusula gracias a la cual los festivales amortiguarían el palo económico que se les avecina.