En esta última edición 55 colaboradores se unen en una guía especial para el confinamiento recomendando, como es habitual en sus especiales, «discos, películas, series TV, libros, cómics, blogs, videojuegos, canciones…». En un texto que puede consultarse desde su web, resumen: «Este adiós de Rockdelux es, también, algo así como un resumen de la filosofía que siempre ha recorrido las páginas de la revista, libre y abierta de miras, con el eclecticismo y la excelencia como únicos horizontes. Lean, disfruten, comenten: aquí encontrarán un amplísimo abanico de propuestas para saborear sin prisas en unos días tormentosos donde parece que el tiempo ha quedado suspendido. Y no lo olviden: venceremos. Siempre!».
Rockdelux nacía en 1984 convirtiéndose rápidamente en el mayor referente del mundo musical en nuestro país. Entre sus discos del año destacaron lanzamientos internacionales de Prince, Massive Attack, R.E.M., PJ Harvey, Portishead o Public Enemy; y entre los nacionales «Omega» y álbumes de Claustrofobia, Pata Negra, Los Planetas, Family o Nacho Vegas. Varias generaciones descubrimos en sus páginas antes de la existencia de Youtube o Spotify a artistas como The Avalanches, Godspeed You! Black Emperor, Magnetic Fields o la relevancia de proyectos de décadas pasadas como Veneno o Solera. También durante unos años destacó su versión electrónica, Dancedelux.
De espíritu crítico y sibarita, la revista tuvo sus tira y afloja con el mundo del pop. En los últimos años ha disgustado a sus lectores más conservadores su dedicación al mundo latino -muy especialmente la portada de J Balvin-, aunque en realidad casi siempre habían apostado por la diversidad en sus listas de lo mejor del año, reivindicando nombres como Carlos Vives, obviamente Manu Chao y también el ‘Aserejé’. Aunque el nacimiento de nuestro site, en su reivindicación de la cultura pop, fue más bien una reacción a medios más enfocados al indie y al rock más intelectualizados; siempre reconocimos en Rockdelux una influencia y un referente salvajes. Por mucho que como adolescentes nos cabreara el ninguneo a ciertos artistas favoritos, como adultos y profesionales fue muy evidente que como medio de comunicación no tenía absolutamente nada que envidiar a Pitchfork. Al margen de lo musical, y si no se van a seguir realizando online, la desaparición de sus listas de mejores libros, libros pop, cómics, películas y series del año sería una tragedia para la cultura de nuestro país. Su cierre es una derrota para todos los medios de comunicación en España, y una muestra, si es que alguien necesitaba alguna más, de los tiempos inciertos que aguardan a toda la industria musical a nivel global.