En un vídeo de Instagram, el músico explica que, tras su lesión muscular, pidió una segunda resonancia magnética más al sufrir, durante la semana siguiente, una «agonía» parecida a «colocar un destornillador en mi espalda» y cuyo origen desconocía. La prueba reveló que su dolor muscular procedía de un «nervio ciático comprimido», pero también que el músico, que había sufrido un «dolor de pecho» durante 40 minutos, tenía «tres arterias congestionadas y en peligro de bloquear la sangre a mi corazón». El artista hubo de pasar por quirófano y recibir tres stents, y asegura haber estado «cerca de la muerte».
En el mismo vídeo, May bromea con las noticias sobre su salud, aludiendo a la canción de Queen de 1977 ‘Sheer Heart Attack»: «siempre me preocupó que ese título molestara a personas que realmente han sufrido un ataque al corazón, pero me alivia saber, ahora que yo formo parte de este club, que no lo encuentro molesto en absoluto». Y en este tono jocoso, añade que sus problemas de salud puedan deberse a haberse pasado «50 años corriendo con una correa de guitarra sobre mi hombro izquierdo sosteniendo una guitarra pesada», indicando que, en cualquier caso, «todo ha valido la pena».