Música

Por qué la peli de ‘Eurovisión’ en Netflix puede gustar a eurofans y a «haters»

No lo tenía muy difícil después del fiasco de especial que se emitió en lugar de una edición que nunca debió suspenderse, sino adaptarse aprovechando un presupuesto que tiene al alcance a los mayores talentos creativos del mundo; pero lo cierto es que la película de ‘Eurovisión’ que se ha estrenado en Netflix es lo mejor que verás sobre el festival este año. No es que tengamos mucha fe puesta en la edición Junior de este otoño.

Lo que me esperaba de ‘Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga’ era una comedia sin demasiada gracia de Will Ferrell, hecha desde el punto de vista norteamericano, el que ve Eurovisión como un artefacto kitsch totalmente incomprensible. Y puede haber algo de eso. Pero también un gran cariño por lo que significa el festival a varios niveles, manifestado en un protagonista que pone más empeño en participar en el certamen que Coral Segovia y Valentina Monetta juntas, hasta el punto de que es el centro de su vida por encima del amor. Está, por supuesto, caricaturizado, pero al mismo tiempo la inopia eurofán en la que se halla es enternecedora.

‘The Story of Fire Saga’ es una parodia de todo lo que supone la organización del festival, como los ensayos, las semifinales o el coste de su organización. Solo podemos sonreírnos cuando aparece el típico ejecutivo televisivo que bajo ningún concepto quiere una victoria. ¿A alguien le suena de algo? En ese sentido, habría estado bien que se hubieran cuidado un poco los detalles, pues lo de la votación de la semifinal entiendo que es una licencia para generar tensión, pero no costaba nada quitar a España de ese listado, porque como «big five» no concurrimos a ellas. La película cae en errores y arquetipos, aunque es la Islandia de donde se supone que proceden los protagonistas, la que se lleva la peor parte en ese sentido: vikingos, elfos y canciones de Sigur Rós son todas las cartas que los guionistas han querido jugar sobre tan desconocido país para casi todo el mundo.

También decepciona un final poco atrevido después de haber apostado por un humor bastante negro en algún punto: atención a la escena del barco y al cameo de Demi Lovato «Katiana». Sin embargo, la película puede viralizarse porque cuenta con suficientes elementos como para que sus 123 minutazos pasen en un suspiro: los momentos en que aboga por ese humor mordaz y valiente en la línea de ‘Zoolander’ (la referencia a «Semen & Garfunkel»), la buena selección musical (ABBA, Madonna, Cher), la pertinencia de los cameos (Kortajarena, Netta, larguísimo etcétera), y lo acertado que está el guión parodiando ciertas letras eurovisivas. Cuando el ruso, gay o no, canta que quiere ser el «león del amor», te das cuenta de que alguien ha hecho los deberes.

Al final, la película, subida a Netflix y por lo tanto accesible para el público generalista, es disfrutable tanto por eurofans como por «haters». Para aquellos que aún entendáis Eurovisión como el festival en el que la magia de una canción puede arrasar multitudes, hay un cameo y una actuación clave. Y aquellos que os tronchéis con los fuegos artificiales y toda la parafernalia, gozaréis bastante con ese ‘Double Trouble’ que saca más provecho de una rueda de hámster que Ucrania en 2014… lo cual es un guiño a los freaky fans, al mismo tiempo. Esperemos que la presentación acabe en Youtube, cuando ya todo el mundo haya disfrutado de la que puede ser la mejor/peor actuación imaginada al respecto.

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Publicado por
Sebas E. Alonso