Este tema es el broche perfecto para la primera parte del disco (la más espectacular, la verdad) por su aire reposado que, de forma tenue, va creciendo y se va convirtiendo gracias a sus azorados arreglos (tiene de todo: future pop, gospel, coros R&B…) casi casi en un banger. Y eso que comienza de manera delicada, casi como una balada a lo Mariah Carey, aproximándose después a lo bailable gracias a cierta épica… y al beat de la canción, claro. En ella, Rina se aproxima un tanto a la perspectiva pop de Tove Lo y, en cierto modo, a los encantadores aires retro de Carly Rae Jepsen. De hecho, la canción fue escrita y producidas en unas sesiones con Kyle Shearer, colaborador habitual de la canadiense. Y, para rizar aún más el rizo, la autora de ‘Call Me Maybe’ aparece mentada en la canción.
«Corrimos a travesando las brillantes luces de Tokio, nada que perder. / Verano del 2012, quemaba en mi mente. / Calientes, locas y borrachas, cinco en una habitación, / Cantando Carly con el corazón, sudor en nuestros ojos», canta Rina nada más empezar, aludiendo a una historia verídica. En ella, recuerda a una amiga con la que vivió todo eso y, pasado un tiempo, perdió contacto con ella, principalmente por su dejadez. Un buen día, como ha explicado, se encontró por accidente a esa mujer en Facebook, y contempló horrorizada que había sido madre. Arrepentida por haberse perdido algo tan importante, entonó el mea culpa escribiendo esta canción, diciendo que es/era tan buena irrumpiendo en fiestas (o montándolas) como «mala amiga».
‘Bad Friend’ ha sido objeto además de un vídeo fantástico hace pocas semanas. Haciendo un guiño a sus orígenes japoneses –con los que mantiene una relación de amor-odio en la que profundiza en este nuevo disco–, el clip dirigido por Ali Kurr –que ya había trabajado con Sawayama en sus clips previos ‘XS‘ y ‘STFU!‘– se inspira en el cine negro nipón de los años 40 y 50. Y es la propia Rina la que, caracterizada como un maduro y apocado hombre de negocios, se encuentra en una izayaka (una cantina, vaya) con un tipo pesadísimo, que le da la lata hasta que muestra a la «mala amiga» que lleva dentro… de la peor manera posible.