Música

Futuro Terror / Sangre

Es tremendamente interesante, y también tremendo sin más, lo que contaba hace poco José Pazos de Futuro Terror a La Marea sobre cómo el fascismo, vía Vox, se cuela en los institutos –lo sabe porque él es profesor de secundaria– al entenderse por parte de los chavales como un acto de rebeldía contra lo establecido. No sorprende –menos aún teniendo en cuenta que no esconde su militancia política comunista– que haya decidido confrontar de manera explícita en las letras de ‘Sangre’, el nuevo disco trío alicantino, el avance de la ultraderecha –»la peste parda», lo llama Pazos– en nuestro país en particular y en el mundo en general.

Lo hace inspirándose en héroes del antifascismo como el boxeador gitano Rukeli, célebres militantes del Komsomol (organización juvenil del Partido Comunista soviético) o los quintacolumnistas (‘Mañana’), que ponen nombre propio a un espíritu combativo que se coagula en el título del álbum, y que se presenta con esa aparentemente cándida fotografía de un cumpleaños de los Kennedy. Pero, más que los individuos, lo que inspira esa virulencia son las ideas, el capitalismo y el liberalismo que ejercen una forma de violencia no física, más sibilina y dolorosa a la larga. A ellos se apunta con el dedo y sin sonrojo en la volcánica ‘Matar / Dejar morir’ («Santa propiedad privada, / siempre que tengas demasiada. / Matar no es dejar morir, / qué liberal es verlo así», canta Pazos antes de un afilado «vuestra tumba, este sonido») o una ‘Qué hacer’ (sin cortarse, en ella espetan «sus huestes están entre la policía» y «El sentimentalismo lo maneja el Grupo Prisa. / Lo digo claro, no soy posmoderno: / lo transversal, me pone enfermo») que muestra que el post-punk yanqui (Black Flag, Minutemen) es un ascendente incluso más evidente que el británico (Joy Division, Magazine).

Y a todo esto, ya que hablamos de música, ‘Sangre’ es un curioso avance en la carrera de Futuro Terror. Puede que suene más austero y sencillo, con menos brillo, que sus dos discos precedentes publicados en BCore –este marca su regreso al astur Humo Internacional, actual nombre del (aún más) modesto sello que editó su debut en 2014–. Pero a la vez se caracteriza por emplear como vehículo de esos mensajes más crudos y controvertidos unas formas y melodías mucho más pop que –con permiso de ‘Precipicio‘– todo lo que habían publicado hasta ahora. Hábiles, reservan para el final el corte más aventurado y experimental (‘La guerra y el universo’) y sueltan el arsenal de ganchos al inicio, con temas tan prístinos y adictivos como ‘Territorio devastado‘, ‘Frío’ y ‘Komsomol’. Pero no es un palo con una zanahoria sin más, sino que, de nuevo, el mensaje (conciencia proletaria y unidad popular contra el populismo) y el baile vuelven a ir de la mano en otros momentos del disco, como en ‘Consejo obrero’ o ‘Mañana’. Como cantaba Mary Poppins –no, no se me ocurría un referente más alejado para esto–, «con un poco de azúcar, la píldora pasará mejor».

Calificación: 7,4/10
Temas destacados: ‘Territorio devastado’, ‘Komsomol’, ‘Mañana’, ‘Frío’, ‘Matar / Dejar morir’
Te gustará si te gustan: Biznaga, La URSS, Black Flag.
Escúchalo: en ‘Komsomol’

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Publicado por
Raúl Guillén