Dándole la vuelta a las críticas que recibe desde el principio de su carrera sobre todo por parte del sector más religioso y conservador de la sociedad americana, que ve en la música rock y, en concreto, en el trabajo de Marilyn Manson, el origen de todos los males del universo, en su segundo disco Brian Warner decide absorber todo el odio que suscita y convertirse en el mismo Anticristo. Le sale un álbum conceptual obviamente inspirado en el popular musical de 1971 ‘Jesucristo Superstar’ de Andrew Lloyd Webber hasta el punto que ‘Antichrist Superstar’ también es considerado una ópera rock (aunque no existe musical basado en el álbum), pero también en la letra de la canción ‘We Are the Dead’ de David Bowie, inspirada a su vez en ‘1984’ de George Orwell, y en los textos del filósofo alemán Friedrich Nietszche, tales como ‘El superhombre‘ o ‘El anticristo‘. De hecho, el álbum es dividido en tres ciclos: ‘The Hierophant’, ‘Inauguration of the Worm’ y ‘Disintegrator Rising’, a través de los cuales Marilyn Manson narra la historia de una estrella del rock demagoga que toma el poder político del mundo para eventualmente exterminar a toda la raza humana y destruir el planeta mismo. El típico tirano fascista solo que en esta ocasión hace música y quema Biblias en el escenario.
La gira del álbum, ‘Dead to the World‘, histórica, es asediada con frecuencia por religiosos y objeto de polémicas que cuesta creer fueran posibles a día de hoy: el grupo es acusado -de manera infundada- de usar su escenario para consumir drogas, practicar rituales satánicos, torturar animales o abusar sexualmente de niños, al tiempo que recibe constantes amenazas de bomba («mientras no se aburran de bombardear clínicas de aborto, estaré a salvo», declara Warner a SPIN en esta época). Grupos de religiosos americanos intentan por todas sus fuerzas que todos los conciertos de Marilyn Manson sean cancelados para proteger los «valores de la comunidad». Salas de conciertos se niegan a contratarlos por miedo de que cometan actos ilegales como los descritos. Políticos estadounidenses organizan conferencias de prensa para cuestionar la existencia de la música de la banda. En un triste episodio narrado en su autobiografía de 1998, Warner cuenta que los paramédicos de la gira se niegan a darle oxígeno para su agotamiento por no compartir sus ideales. Él entonces escribe: «Dios ha encontrado la manera de colarse en el juramento hipocrático: aparentemente Jesucristo salva vidas, pero los paramédicos de aquí no».
La grabación de ‘Antichrist Superstar’ también está marcada por la tensión, en este caso de manera provocada: el grupo experimenta con el consumo de drogas y prácticas como la privación de sueño para crear un entorno hostil en el estudio que refleje el contenido de las letras. Las primeras sesiones acaban con el estudio y los instrumentos del grupo destruidos. El guitarrista Daisy Berkowitz termina abandonando la formación poco después de que Trent Reznor de Nine Inch Nails, productor del álbum, destruya su guitarra -un regalo de su padre, que acababa de fallecer- durante una sesión de grabación y de hecho Marilyn Manson y Reznor, también enemistados, jamás vuelven a producir música juntos después del lanzamiento de este disco. Fuera o no necesario todo este caos para la producción de ‘Antichrist Superstar’, lo que queda es un álbum impreso en la historia que representa a Marilyn Manson mejor que ninguna otra de sus obras.
Demostrando más sentido del humor que muchos, ‘Antichrist Superstar’ se abre con un tema llamado «himno de odio irresponsable» que es básicamente una pequeña cápsula de ira expresada a través de la ironía, la misma que lleva a ciertos sectores de la población cristiana a amar a unos y a discriminar a otros: «soy tan americano, te vendo suicidios, soy totalitario, tengo abortos en mis ojos, odio al que odia, y violo al que viola: soy el animal que jamás será él mismo». El tema, interpretado «en vivo», da paso a ‘The Beautiful People’, el single más icónico de toda la carrera de Marilyn Manson, que no el más vendido (ese es su cover de ‘Sweet Dreams (Are Made of This)’ de Eurythmics publicado en su EP largo de 1995, ‘Smells Like Children‘). Esta grabación absolutamente demoníaca equipara capitalismo con fascismo, habla de aquellas personas débiles que serán pisadas por las fuertes en la carrera hacia el éxito, y sus ritmos trotones han sido sampleados por Christina Aguilera y Avril Lavigne, en el caso de la segunda, con la colaboración del propio Manson. Las texturas electrónicas y ritmos robustos de ‘Dried Up, Tied and Dead to the World’ obligan a pensar en el trabajo de Nine Inch Nails como harán más adelante los guitarrazos autodestructivos de ‘Mister Superstar’ o el muro de sonido de ‘Kinderfeld’, inspirada en el momento en que el pequeño Warner descubre a su abuelo masturbándose en el sótano, con sus manos con uñas marrones «como alas de cucaracha»; y la balada ‘Tourniquet’ demuestra que Warner es capaz de componer canciones bonitas a pesar de que él mismo reconoce haberse sentido «apático» durante la grabación del elepé. De hecho, Warner cuenta que arranca a llorar durante la grabación de otra de las baladas, ‘Minute of Decay’, en la que empieza cantando: «no queda mucho por amar, me siento demasiado cansado para odiar, me siento vacío».
Escalofriante en su descripción de una relación tóxica en la que Warner sirve de torniquete a una persona «hecha de pelo y huesos y pequeños dientes, y de cosas que no puedo mencionar» y cuya «espina» es una «cuerda», ‘Tourniquet’ es extraído como segundo y último single de ‘Antichrist Superstar’ a pesar de las enormes composiciones que aún quedan por descubrir dentro de su secuencia. La maraña de guitarras distorsionadas de ‘Deformography’ es una de ellas y marca el momento en que nace el Anticristo, con este clamando: «enterraré a tu Dios en mi escupitajo cálido, tú quedarás deformado por tu porno». Más adelante, ‘Wormboy’ funciona como la canción pop del álbum que nadie esperaba; en ‘Angel with Scabbed Wings’, el Anticristo parece convertirse de hecho en Dios mientras la desgarrada actuación vocal de Warner bordea el exorcismo. El tema titular presenta el verso que Warner recitará mientras quema Biblias en la futura gira, avanzado a su vez dentro del álbum al ser incorporado en una de las pistas previas, ‘Cryptorchid‘, la más sutil y electrónica, para la que Manson publica un videoclip oficial hecho con imágenes de la película de Edmund Elias Merhige de 1989 ‘Begotten‘. «Pínchate el dedo, hemos acabado, la luna ha eclipsado al sol, el ángel ha extendido sus salas, ha llegado el momento de que pasen cosas amargas» es el mencionado verso. Pero para referencias internas la de ‘1996’, cuyo estribillo dice textualmente «soy tu anticristo superestrella» pero resulta ser una canción mucho mejor que la propia ‘Antichrist Superstar’. ‘1996‘, que podría llamarse «2020», es probablamente la grabación más psicótica de toda la carrera de Marilyn Manson: cita una serie de cosas a las que el artista -o mejor dicho, el anticristo- se opone, como las «banderas», los «gays», el «Papa» o los «maridos y esposas», para terminar explotando en un ataque de cólera que pone los pelos de punta: «quemo una vela por cada pecador y arde el mundo entero», plantea al principio… y la canción podría de hecho hacer arder el mundo. ¿No será esta de verdad la mejor canción de Marilyn Manson?
A pesar de producir tan solo dos singles oficiales, ‘Antichrist Superstar’ es presentado con los singles promocionales de ‘Cryptorchid’, ‘Antichrist Superstar’ y ‘Man that You Fear’, para el que Manson de hecho publica un videoclip inspirado en la historia corta ‘The Lottery’ de Shirley Jackson y en la película ‘Santa Sangre’ de Alejandro Jodorowsky. Siempre será una injusticia que ‘The Reflecting God’ nunca obtuviera el videoclip que merecía: como grabación es una de las más contundentes, rotundas y brutales de la trayectoria de Marilyn Manson, y como canción, narrativamente puede ser la más importante de todo el disco. Conocida como la «cumbre nihilista» de ‘Antichrist Superstar’ («no hay salvación, no hay perdón»), ‘The Reflecting God‘ representa la unión perfecta de Marilyn Manson y Trent Reznor en la que muchos consideran la verdadera «masterpiece» de ‘Antichrist Superstar’. También es una de las más inspiradas, lo que en este caso no es mucho decir: ‘Antichrist Superstar’, que por cierto vende más de 7 millones de copias en todo el mundo, es una de las obras cumbres de la música pop del siglo XXI, da igual el género.
Clasificación: 10/10
Lo mejor: ‘Irresponsible Hate Anthem’, ‘The Beautiful People’, ‘Tourniquet’, ‘1996’, ‘The Reflecting God’
Te gustará si te gusta: Nine Inch Nails, Korn, Ministry, Rammstein