Ellos dicen que hacen «psicodelia popular» pero lo mejor es cómo han descrito su sonido otros medios. Girando por Salas ha dicho que mezclan «saetas y psicodelia, copla y electrónica, refranero popular y lenguaje maquinero, La Violetera y Blade Runner, García Lorca y Alan Turing», concluyendo que el suyo es un proyecto de «neotonadillerismo en estado puro». Por su parte, Marilians ha escrito que su música se encuentra «a medio camino entre un funeral midi en las Catedrales del Trance y un emotivo llanto ante La Dolorosa en plena procesión ravera».
Por si no había quedado claro, esto va de folclore español pasado por el filtro de la música electrónica, por lo que el de Ruiseñora debería ser un proyecto que interese a seguidores de este tipo de fusiones que tantas alegrías han dado a la música últimamente gracias a Rosalía, Niño de Elche o Rodrigo Cuevas, recientemente también por los extintos Los Ganglios y hace unos cuantos años, por Klaus & Kinski en sus momentos más tradicionales.
El primer disco de Ruiseñora salió en 2016 bajo el título de ‘Siglo XX’, y tres años después llegó ‘Relente’, un trabajo que los compañeros de Girando por Salas han situado a medio camino entre «Raquel Meller y Galaxie 500, entre Imperio Argentina y Broadcast, entre Lilian de Celis y Slowdive». Por suerte, el dúo no ha tardado tanto tiempo en volver y, un año después de ‘Relente’, han publicado hasta dos singles nuevos en las plataformas de streaming.
Lanzado hace apenas unos pocos días, ‘Puñales que te doy’ es el tema más contundente de Ruiseñora en su aproximación a la música electrónica de «rave», casi acid incluso, si bien la dramática melodía y una letra que habla de «cruces que tienen que bailar al sol de lo que va a pasar», invitan a pensar en las procesiones de Semana Santa (el tema menciona el «mes de abril») que se dan en los pueblos de España. Antes, en junio, llegó ‘La cuesta’, de melodía similar pero más vocoderizada y atmosférica e industrial en cuanto a arreglos. Una gran curiosidad que seguir de cerca…