Música

Bruce Springsteen / Letter to You

Mientras preparaba la crítica de ‘Letter to You’, leí en Facebook un texto de David Saavedra en que reflexionaba sobre las ditirámbicas reacciones iniciales que este disco había suscitado entre la prensa generalista, cómo las ganas de volver a tener un disco que poner a la altura de los clásicos del Boss nos había condicionado a la hora de valorar el álbum. Difícil escapar a esa dinámica. En ‘Letter to You’ pesa el aura que se le ha otorgado de retorno del Springsteen más genuino, a la E Street Band, a sus esencias; hay toneladas de épica apoyando esto: disco grabado en directo, al natural y en cinco días con toda la banda, canciones recuperadas de su primera época, la coartada sentimental (la muerte del antiguo miembro de la E Street Band George Theiss fue una de las inspiraciones del álbum). ¿Cómo no comprar el relato?

Precisamente, fueron todos estos reclamos los que me empujaron a escuchar este disco nada más salir. Pero la excitación no era exclusiva de los medios: el día de su lanzamiento fui a Discos Revolver y estaba sonando ‘Letter to You’. Un cliente preguntó al encargado qué tal estaba el disco. “Es el mejor en muchos años”, contestó arrobado el encargado. Así que esta era la disyuntiva que se me presentaba. ¿Es realmente ‘Letter to You’ tan bueno? ¿Lo parece simplemente por el deseo de que así sea? ¿O es decepcionante? Un poco lo primero, pero también lo segundo aunque, más que por exceso de anhelo por parte de los oyentes, es porque Springsteen es perro viejo y ha construido el disco de tal manera que parezca aún mejor de lo que es.

La decepción sobrevoló, por eso, en mi primera escucha. Mi sensación inicial fue la de que, efectivamente, tampoco-había-para-tanto, que abusaba del efecto E Street Band: canciones en apariencia poderosas, pero porque están construidas sobre su base clásica, es decir, las guitarras de Nils Lofgren y Stevie Van Zandt, la batería y el piano como armazón infalible. Pero a medida que se han ido sucediendo las escuchas, me he encontrado con unas canciones fornidas, propias del Springsteen más clásico. Aunque es el más crepuscular el que nos abre la puerta. ‘One Minute You’re Here’ es un compendio de las canciones más sentidas y concentradas de Springsteen. Bruce canta bajito, quedo: “One minute you’re here, next minute you’re gone”, y unos “Baby, baby, baby / I’m so alone” que sí, que serán un recurso muy manido, pero Bruce los canta como sólo él sabe hacerlo y funden hasta el corazón más gélido. Es una muy hermosa introducción, aunque engañosa. Este no es un disco introspectivo y la homónima ‘Letter to You’ ya pone las ídems sobre la mesa. Bruce recupera su timbre poderoso-pero-sentido y desata toda la maquinaria de la E Street Band en un canción quizás un poco tópica, pero efectiva. Como tópicas y efectivas son ‘Burnin’ Train’ o ‘Janey Needs a Shoter’ (una de las repescas). Que no se me malinterprete. Son temas agradables, se escuchan con placer. Pero si buscas ese “algo más”…

Pues bien, afortunadamente, también lo hay. Porque tras una primera parte que abusa del “springsterismo”, a partir de ‘Last Man Standing’ remonta. Sí, todo el aparataje E Street Band está ahí; pero también están las canciones, canciones que se defienden solas. La rotundidad de ‘Last Man Standing’ suena genuina, es excitante sentir cómo la maquinaria se acelera, cómo el saxo de Jake Clemons guarda escrupuloso y emocionado homenaje a su tío Clarence… Suena tremendamente familiar, pero tiene su entidad, su propio carisma; una jugada que logra repetir en ‘The Power of Praying’. Pero si hay un tema que destaca en todo el disco, el que me hizo darme cuenta, desde la primera vez que lo escuché, de que realmente esto no iba a ser un simple remedo de los viejos-buenos tiempos, es ‘House of a Thousand Guitars’. Para mí, el momento más destacado de Springsteen en los últimos… ¿15 años? Todo, todo lo bueno de Springsteen está aquí: melodía instantánea, de esas que se quedan para fijarse, el rock anhelante, la ejecución instrumental impecable y ardiente, la voz de Bruce emocionando, el idealismo (la música contra ese “payaso criminal que ha usurpado el trono”), sus pausas acompañadas con apenas el piano y el órgano… hasta que el engranaje regresa en todo su esplendor a un final en que coros, la-la-las, saxofón, instrumentos se precipitan en cascada y Springsteen la finaliza, solo.

Es tal el poder de ‘House of a Thousand Guitars’ que remolca todo lo que resta de disco. ¿No parecen ‘Rainmaker’, o ‘If I Was the Priest’ (otra de las repescas) más contundentes y refulgentes? ¿No dan ganas de abrazarse con el despliegue de romanticismo de ‘I’ll See You in My Dreams’, con la que cierra? ‘Letter to You’ está repleto de lugares comunes, no sorprende pero… quizás también eso es lo que necesitaba: algo clásico, reconfortante; comprobar que el Springsteen de 71 años sigue siendo un tipo que mantiene el coraje y la fuerza.

Y una última pregunta; ¿qué calificación le otorgamos? Si convenimos que el canon Springsteen lo establecen especialmente ‘Born to Run’ y ‘The River’; si ambos son discos de 10, entonces, este ‘Letter to You’ sería un 6,8. Pero sólo por lo que me ha hecho disfrutar ahora, por el don de la oportunidad con el que ha aparecido este otoño del 2020, subo emocionalmente la nota a 8.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘One Minute You’re Here’, ‘Last Man Standing’, ‘The Power of Praying’, ‘House of Thousand Guitars’, ‘Rainmaker’
Te gustará si te gusta: Obviamente, el Springsteen clásico
Escúchalo: Youtube.

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Publicado por
Mireia Pería