Música

‘A lo mío’ es la autoafirmación de La Cebolla y Negro Jari tras el éxito de ‘Habibi’

Esta semana se ha publicado el disco conjunto de La Cebolla y Negro Jari, un proyecto que ellos mismos denominan como «flamenco urbano» y en el que caben «flamenco con reggaetón, rap flamenco, trapeton, historias de amor, historias del barrio, de la vida misma», como explicaban hace unos meses en Neo 2 con motivo del éxito de su tema viral, ‘Habibi’, que suma 24 millones de reproducciones en Youtube.

Fue un tema que encandiló lo mismo a Rosalía que a Mala Rodríguez y C. Tangana y que ha servido para que se vayan haciendo un camino a lo largo de los últimos meses. Ella, Natalia Jiménez García, tiene 15 años; y él, Mamadou Seck Diouf, tiene 32. Ambos son de Sevilla; ella del barrio de las 3.000 Viviendas, y él de la Barriada de los Bermejales. Negro Jari, descendiente de inmigrantes senegaleses, según su biografía oficial, «parte de la marginalidad y una adolescencia problemática, y vive ahora una historia de reinserción a través de la música que se remonta al año 2007, cuando sale de un reformatorio y empieza a preparar sus primeras maquetas».

El álbum ‘Caracas’ (así se llama a la familia musical de La Cebolla en su barrio), en el que caben el rap y la balada -no es de extrañar que haya interesado a La Mala-, se ha presentado con singles como el omnipresente ‘Habibi’ y su remix con La Húngara, Haze, Mayel Jiménez, ‘En calma‘ o ‘Mi locura‘, todos ellos con más de 1 millón de reproducciones en plataformas de streaming. Y se abre con un tema tan carismático como ‘A lo mío’, para el que acaban de realizar un videoclip también y es hoy nuestra «Canción del Día».

Entre referencias a Camarón y Niña Pastori, dos de sus ídolos reconocidos, pero con la vocación pop de unas Grecas, ‘A lo mío’ es un canto a la autenticidad y a la autoafirmación por encima de los billetes de 100, 200 y 500 euros que aparecen en dicho vídeo. «Yo no ando buscando lío / así que dejarme en paz / porque yo voy a lo mío» son algunas de las primeras frases de esta composición, antes de entregarse a un contagioso gancho instrumental empapado de tradición y fiesta callejera.

«Yo tengo salud, también amor, ¿qué más puedo yo pedir», añade luego La Cebolla, que explicaba así su nombre en la referenciada entrevista: «La Cebolla porque tengo la cara muy redondita como una cebolla, cuando era pequeña una vecina me vio con la cara muy redondita y con una coletita y le parecí una cebolla, me llamó así y desde entonces me dicen Cebolla». Son varios los signos que nos indican que ha nacido una estrella, si bien aún el dúo tiene que trasladar el interés por sus singles al formato álbum, como en otros tiempos lograran Camela, una posible referencia en los teclados de temas incluso raperos como ‘Guerrera del amor’.

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Publicado por
Sebas E. Alonso