El single principal del álbum es el juguetón ‘Find My Way’, un single de melodía muy pop y ciertos ecos setenteros casi glam, en el que encontramos a Paul McCartney acreditado en todos los instrumentos. Él toca la batería, el piano, el clavecín, la guitarra eléctrica, la guitarra acústica, por supuesto el bajo, un bajo sintetizado y un sintetizador Moog. De ahí el vídeo del tema con el plano dividido en varios momentos de estudio.
En cuanto a la composición, se trata de una melodía optimista que pretende sacar lo mejor de uno mismo incluso cuando los tiempos no acompañan. Toda una metáfora sobre lo que ha sido 2020 que se plasma de manera muy clara en el puente: «no solías tener miedo de días como estos / pero ahora te han superado todas tus ansiedades / déjame ayudarte, déjame guiarte / puedo ayudarte a encontrar el amor que tienes dentro de ti».
Una canción de «ayuda», por tanto, más prima en espíritu de ‘Let It Be’ que de la tensión de ‘Help!’, que avanza el buen estado de forma a nivel compositivo del artista tras el pequeño bache que supuso ‘Egypt Station’. En el que había sido su último largo hasta ahora, la mano de Greg Kurstin y Ryan Tedder le hizo flaco favor…