Música

Sleaford Mods / Spare Ribs

Sleaford Mods llevan ya unos cuantos años arreando puñetazos encima de la mesa. Más allá de esa imagen de parodia de británicos brutos que parecen cultivar -ya saben, el tipo del portátil que sólo bebe cerveza y el exmod eternamente cabreado vociferando improperios-, hay mucho, mucho más. Sleaford Mods son los pepito grillo británicos, los que gritan que el emperador va desnudo, que escupen su enojo constante por la mierda del mundo en que nos ha tocado vivir a las personas corrientes, especialmente en Reino Unido.

Aunque ira no es lo único que planea por aquí. Por encima de todo, hay angustia y desazón: por la pandemia, por el Brexit, al cual hay dedicados versos tan explícitos como este de ‘Out There’: «Let’s get Brexit fucked by an horse’s penis until its misery splits» (creo que no hace falta que lo traduzca)… En definitiva, por TODO. «Spare Ribs» significa «costillares», usualmente de cerdo o ternera. Pero, si tomamos la traducción literal, también quiere decir «costillas de recambio». Y a este doble sentido juega el título. Algo «sabroso» a qué hincarle el diente, pero también la asunción de que somos prescindibles, piezas desechables para el sistema. Entender del todo las muy británicas letras es complicado, por la jerga y la cantidad de giros y referencias que Williamson emplea. Pero, una vez que ya te has dejado atrapar por la fiereza del disco (no hace falta entender ni media sílaba para entusiasmarse con él, adelanto), vale mucho la pena intentarlo.

Pero, por encima de todo, aquí lo realmente importante es la música. En ‘Spare Ribs’ las canciones aparentemente son lo de siempre: Jason Williamson rapeando cabreado con voz rasposa sobre las bases machaconas de Andrew Fearn. Pero, a poco que pares la oreja, algo ha cambiado. Si ‘Eton Alive’ adolecía de cierta monotonía, ‘Spare Ribs’ rezuma fuerza y garra. Sus canciones han aumentado exponencialmente en inmediatez y pegada melódica. Ha habido unos cuantos cambios muy significativos, tal como explican en la entrevista que ofrecieron a The Quietus: Andrew Fearn ha modificado el modo en que crea sus pistas sonoras, ahora usa un equipo modular, una app para crear líneas de bajo y una guitarra «barata de segunda mano». Y ha vuelto a abrazar al pop, un género que, dice, aborreció por culpa de Stock, Aitken y Waterman. Jason Williamson, a su vez, confiesa haberse aburrido del rap y estar escuchando más a cantautores y temas estructurados por “puente-estribillo-cantable, cosas más melódicas”. Su sonido va más allá del Hip-Hop y sus habituales querencias postpunk, amplía el horizonte hasta el rock alternativo americano de los 80-90 y… sí; también el pop.

Todos estas diferencias hacen de ‘Spare Ribs’ el punto culminante de Sleaford Mods. Una terna de canciones oscuras, asfixiantes y pegadizas hasta la demencia, una ristra de hits más punks y pegadizos que nunca. La inicial ‘The New Brick’, un tema brevísimo, vociferado prácticamente a capella por Jason, resume el disco: «And we’re all so Tory tired / And beaten by minds small («estamos todos cansados de los Tories / y derrotados por mentes pequeñas”). ‘Shortcummings’ con su línea de bajo y esa guitarra tan Pixies y tan desnuda, se mete insidiosa en la cabeza. ‘Nudge It‘ intoxica con su guitarra chirriante y oxidada, una base melódica que parece recrear el ‘All Day and All of the Night’ de los Kinks, una atmósfera sofocante, pianillos desafinados y la voz de Amy Taylor de Amyl and the Sniffers irrumpiendo de manera estelar; una tonada seca y efectiva en que critican a los artistas que actúan como si fueran auténticos miembros de la clase obrera».

En ‘Out There’ Jason se basta con una pequeña inflexión de su voz para crear un estribillo dance-punk memorable. Pero, para punk-pop, ‘Glimpses’, de aire surf y coros casi doo-wop que logran lo impensable, endulzar una canción de Sleaford Mods. ‘Top Room’ es minimalista, como construida sobre 8 bits, pero fiera y desesperada; Williamson habla de lo que hemos perdido por la Covid y el confinamiento, «I think I want something to come out of my phone that ain’t there» («creo que quiero que de mi móvil salga alguna cosa que no está ahí»). La estupenda voz de Billy Nomates y su fraseo llenan de soul ‘Mork n Mindy‘ y contrasta de manera brillante con el recitado de Jason. La machaconísima ‘All Day Ticket’ sobre tu trabajo alienante que «no está tan mal», aunque lentamente te vaya vaciando…

En ‘Spare Ribs’ Sleaford Mods certifican que no sólo no han agotado la fórmula (ni visos), sino que la han mejorado. Y, además, ahora son más significativos y necesarios que nunca; recogen el desaliento por el confinamiento, el odio por la clase política dominante, la animadversión a los memos que se dejan engañar por proclamas populistas. Y nos devuelve canciones sincopadas, rabiosas y taciturnas para bailar en el apocalipsis.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Shortcomings’, ‘Nudge It’, ‘Out There’, ‘Glimpses’, ‘Mork n Mindy’
Te gustará si te gustan: los británicos cabreados, de John Lyndon y Mark E. Smith (The Fall) a IDLES (aunque Jason los deteste).

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Publicado por
Mireia Pería