En nota de prensa, serpentwithfeet explica que ‘DEACON’ es un disco «sensual», más «suave y gentil» que su trabajo previo, con el que ha buscado «replicar la calma y la contención que poseen muchos sacerdotes». ‘Fellowship’ no engaña en este sentido: el tema presenta un rico entramado de percusiones dulces y amables, entre las cuales es identificable el sonido de lo que parecen unos cuencos tibetanos, que también encandilaron a Björk, para rendir homenaje al concepto de amistad, de «compañerismo». No desde el dramatismo, sino desde la serenidad y la alegría, buscando el efecto hipnótico de un mantra, el estribillo de ‘Fellowship’ sentencia: «estoy agradecido por la amistad que comparto con mis amigos».
«Creo que es la bendición de haber cumplido los 30» es el gran mensaje que deja ‘Fellowship’. La letra añade: «paso menos tiempo preocupado y más haciendo recuento del amor (que hay a mi alrededor)». Muchas personas de veintipocos viven incomprensiblemente atormentadas por la llegada de la nueva década, de los 30, como si fuera la llegada de la vejez misma. Sin embargo, cuando has dedicado la década de los 20 a derribar las barreras y traumas que has acumulado durante la infancia y la adolescencia, cuando por esa misma razón cada día es un poco mejor que el anterior, la llegada de los 30 no parece una condena en absoluto, sino una bendición. Y Josiah Wise parece querernos decir lo mismo con esta preciosa canción.