Cine

Zendaya y John David Washington brillan como pareja en crisis en ‘Malcolm & Marie’

Tras el éxito cosechado con ‘Euphoria’ se podría esperar que lo siguiente de Sam Levinson fuese una película de gran presupuesto, pero en cambio ha optado por algo mucho más íntimo: un drama de pareja en blanco y negro en el que todo sucede dentro de una misma casa. Presumiblemente, las intenciones iniciales no eran estas, pero la idea terminó de cuajarse porque la producción era la suficientemente sencilla como para poder llevarse a cabo durante la crisis de la covid, y la película fue filmada el pasado verano en California con las restricciones pertinentes. John David Washington interpreta a Malcolm, un director de cine, y Zendaya a Marie, una actriz frustrada. Ambos vuelven a su casa tras el estreno de la última película de él, que parece haber sido un éxito. Sin embargo, pronto se ensalzan en una discusión que dura toda la noche y en la que saldrán a la luz varios problemas y rencillas entre ellos.

Pese a que la teatralidad de la propuesta podría indicar que estamos ante una obra que no permite un excesivo uso de los movimientos de cámara, la realidad es que incluso aquí, Levinson continúa fiel a su habitual virtuosísimo formal, rechazando por completo una puesta en escena estática. Los continuos vaivenes de la cámara, si bien en ocasiones algo excesivos, aportan ese dinamismo que ha caracterizado todo lo que ha hecho el director hasta la fecha. Así pues, no puede decirse que ‘Malcolm & Marie’ no ofrezca una planificación juguetona del modo de ya lo hacía la genial ‘Nación salvaje’, solo que aquí se autolimita a un espacio concreto y deja que el mayor peso de la película caiga en el guion y sus dos actores.

Si se trata de buscar influencias, hay algo de Cassavetes en el retrato de esta pareja en crisis, aunque claramente Levinson utiliza un estilo decididamente posmoderno y, sobre todo, glamuroso. La elección del blanco y negro no parece tener mayor justificación que un mero capricho estético, ya que realmente no hay nada que nos impida pensar que en color no podría haber funcionado hasta mejor, pero como el propio Levinson reivindica en su película, las decisiones de un director tampoco tienen siempre que significar algo, y puede tomarlas simplemente porque le da la gana. Puede que algo de razón lleve. En cualquier caso, a lo largo de ‘Malcolm & Marie’ se habla mucho sobre la relación entre un cineasta y un crítico de cine, y a ojos de su protagonista masculino, estos últimos tienden a ser personas que no tienen los conocimientos suficientes para escribir de cine y cuyas afirmaciones a menudo no tienen que ver con las intenciones iniciales del artista. Es interesante ver como Levinson se mete en este terreno, en el que no llega a quedar claro si esa es su visión o solo es la de su protagonista. Lo que está claro es que a un nivel general, los artistas menosprecian la labor de los críticos, como si se les olvidara que sin ellos sus películas probablemente las vería mucha menos gente. Este debate, que ocupa un extenso lugar en la película, es uno de los temas más interesantes que se tratan.

Los asuntos de pareja, que son el tema principal, por momentos están narrados con potencia y las actitudes de cada miembro de la pareja dan una visión muy completa de cómo son esos personajes y cuáles son sus virtudes y sus debilidades. Es cierto, sin embargo, que la cinta da demasiadas vueltas sobre sí misma, y se prolonga en exceso cuando ya ha contado todo lo que tenía que contar. También resulta algo insatisfactorio que Levinson se posicione sobre quién considera que lleva razón de los dos, cuando una visión más neutral probablemente hubiese aportado más fuerza dramática.

Lo mejor de ‘Malcolm & Marie’ son sus interpretaciones, ambas eléctricas, llenas de matices, emocionalmente complejas… John David Washington, a diferencia de en ‘Tenet’, aquí comprende perfectamente a su personaje y ofrece una actuación llena de verdad que se complementa a la perfección con su compañera de reparto. Y Zendaya aprovecha cada instante que tiene en pantalla para demostrar que juega en otra liga. Una actuación tan estimulante e inteligente que por sí sola justifica el visionado de la película.

‘Malcolm & Marie’ es una propuesta irregular, que en ocasiones cae en algunos excesos innecesarios; también es algo repetitiva y menos profunda de lo que quiere ser, pero gracias a su explosiva pareja protagonista y a la energía narrativa que aporta la cámara de Sam Levinson, consigue momentos de auténtica conexión con el espectador. 6,5

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Publicado por
Fernando García