Música

Anna B Savage, una rockera lírica que desnuda sus sentimientos y su sexualidad

Un primer vistazo a su imagen puede llevar a pensar mal: alguien en la industria está buscando algo así como “la Phoebe Bridgers europea” para tratar de sacar partido al éxito inusitado de ‘Punisher’. Pero no, la londinense (aunque residente en Dublín) Anna B Savage está bastante lejos de sonar como la norteamericana, y su parecido con ella no va mucho más allá de lo físico (aunque, eso sí, en algunas imágenes es ciertamente llamativo). [Foto: Ebru Yildiz.]

Y eso que Savage, como Bridgers, puede encajar por modos en el canon de una cantautora rock. Sin embargo, es abrir su boca y lanzar su voz grave, engolada y expresiva –posiblemente una herencia de sus progenitores, cantantes líricos ambos– y tumbarse cualquier tipo de símil. Más bien obliga a pensar en referentes tan dispares como Anna Calvi, Dayna Kurtz o la ANOHNI de sus primeros años, los más orgánicos, para dar con la tecla. Además, Anna B Savage no ha salido de la nada, precisamente: su primer EP –producido por DM Stith, colaborador frecuente de Sufjan Stevens, entre otros– data de 2015, y aquellas canciones ya le sirvieron que Father John Misty la reclamara como telonera para parte de una de sus giras europeas.

Al margen de su excelsa reinvención del clásico ‘Always On My Mind’ (que muy probablemente la llevará a sonar más allá de ámbitos independientes), Savage acaba de publicar hace pocos días, vía City Slang, su álbum debut, ‘A Common Turn’. Un disco que definitivamente la muestra como algo más que una simple promesa. Y basta, para tener la certeza, con acercarse a singles como ‘Dead Pursuits’, ‘A Common Tern’ (sic), ’Corncrakes’ o ’Chelsea Hotel #3’, siempre con su poderosa y expresivo timbre como gran protagonista… aunque los giros de los arreglos y las estructuras también tienen lo suyo. Esta última ejemplifica además otra singularidad de Anna, que está en unas letras en las que desnuda su intimidad de una forma muy poco frecuente. Por ejemplo, detrás de ese aparente homenaje a Cohen esconde en realidad una oda al orgasmo femenino, expresado en la narración precisa de un cunnilingus y escenificado menos metafóricamente de lo imaginable en su vídeo. Así, no sorprende lo más mínimo que una de las ediciones especiales de ‘A Common Turn’ incluya como gancho el regalo de un vibrador de bolsillo hecho con plástico ecológico. “Hay que pajearse más”, resume a modo de lema.

Pero Savage no solo expone su sexualidad, sino también sus sentimientos. Así sucede en el último tema extraído del álbum previo a su lanzamiento, ‘Baby Grand’, hoy la «Canción Del Día. Bajo ese “piano de cola” sucede una escena en la que Savage recrea un momento de intimidad con una ex-pareja –entre mundanas referencias a Spice Girls y Arcade Fire– con la que se busca mantener una amistad. Y, como reconoce Anna entre sollozos al final del clip-entrevista, es algo que puede acabar mal si viejos sentimientos vuelven a florecer. Una delicada narrativa que impacta aun más con los vaivenes de energía de la propia canción, que en conjunto suponen uno de los primeros zenits de emoción pura que nos regala la música de este 2021.

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Publicado por
Raúl Guillén