La canción animada, la que francamente más posibilidades tiene de ir a Países Bajos el próximo mes de mayo, es ‘Memoria’, que parece haber cogido los acordes de ‘Wake Me Up’ de Avicii (y mil canciones más) para llevarlos a otro lugar gracias a la producción de Oliver Som (no confundir con Oliver Sim; el cantante de The xx no está metido en el ajo). El tema, que habla de una persona a la que Blas no puede quitarse de la cabeza a pesar de que esta pasa de él, sorprende no para muy mal, como lo hacía ‘Universo’ por culpa de su composición frankensteiniana, horripilante; sino para más o menos bien, al recordar a los ritmos de «radio pop» ochenteros de gente como Jack Antonoff. En concreto, ‘Memoria’ nos lleva a su trabajo en Bleachers, pero también a algunas de sus producciones para Taylor Swift o Carly Rae Jepsen. Por lo menos se decide en ser una sola cosa, no tres a la vez, aunque no tiene pinta de calar muchísimo.
Lo mejor que puede decirse de ‘Voy a quedarme’, por otro lado, es que promete crecerse en directo, porque la grabación de estudio no termina de hacerla relucir. Las cuerdas no terminan de decidirse entre brillar o no, optando por un segundo plano; y los coros «pa pa pas» no suenan nada apetecibles cuando debería suceder lo contrario. Es el baladón meloso de rigor de Blas Cantó, y aunque por una milésima de segundo parece que el tema va a convertirse en una balada setentera atemporal, lo cierto es que nunca lo hace. Al final, ‘Voy a quedarme’ cae en el típico drama forzado de siempre, falsete incluido que, de ser este el tema eelgido, puede ser un desafío para Blas reproducir en el escenario. Los dos temas son mejores que ‘Universo’, ¿pero acaso puede considerarse eso un mérito?