Si estuviésemos jugando al Trivial, “cantante israelí con un hit llamado ‘Toy’” sería una buena forma de despistar al otro. Pero Netta y Noga Erez no pueden ser más distintas, tanto en su música como en sus ideas políticas; es imposible hablar de Noga Erez sin hablar de sus opiniones porque tiñen gran parte de sus canciones. Y aún más en este segundo álbum, que llega cuatro años después de ‘Off the Radar‘, y cuyos temas van de la pérdida de seres queridos a la ambición, pasando por la pandemia, y evidentemente el conflicto entre Israel y Palestina, pero sobre todo el hartazgo generacional de los “kids” del título. “Realmente va de una generación pasando algo a la siguiente, de la responsabilidad que nos da eso como seres humanos”, cuenta Erez a PAPER.
De nuevo en el sello City Slang, y de nuevo con Ori Rousso -pareja tanto artística como sentimental- en la producción, la artista cita como influencias para ‘Kids’ a Radiohead, Kendrick Lamar, PJ Harvey, Gorillaz, Missy Elliot, Lauryn Hill o Blur. Casi nada. Hace bien en mencionarlas porque en varias ocasiones ese peso se hace muy obvio: ‘VIEWS’, la colaboración con Reo Dragun sobre el postureo en redes sociales, recuerda claramente a Gorillaz, la cercana al spoken word y con toques de psicodelia ‘Candyman’ a Radiohead, y ‘NO news on TV’ directamente hace una referencia al ‘Alright’ de Kendrick, por citar algunos ejemplos. Son parecidos que se le pueden sacar aparte del constante que hay con M.I.A. (es la comparación que siempre se le hace a la pobre Noga), aparte de otros que no están entre esos nombres y que resultan curiosos: por ejemplo, en varios temas hay pinceladas de pop rock dosmilero y hasta de Lily Allen (‘Cipi’ o la mencionada ‘NO News on TV’).
Casi la mitad del disco ya la conocíamos por singles, y es algo que no ayuda mucho a un álbum que peca un poco de irregular. Noga y Rousso (que esta vez también interviene vocalmente en ‘VIEWS’, ‘Story’ y ‘NO News on TV’) mantienen una producción por lo general feísta, como es el caso de ‘Knockout’ -que, si no me equivoco, cuenta hasta con castañuelas-, a veces más simplona como es el caso de ‘End of the Road’ (donde, curiosidad, tenemos un sample con la madre de Noga), y a veces más certera como en ‘Swith me Off’, donde la electrónica minimalista de las estrofas contrasta con la distorsión de sus estribillos: ésta es la canción de 007 que esperábamos de Billie Eilish y no una versión descafeinada de Lana del Rey (‘no time to die’). También son un acierto ‘Story’, con uno de los mejores estribillos (y pre-estribillos) del disco, o dos de los temas más políticos: ‘KIDS’ y ‘Fire Kites’. “Peace is dead, now rest in peace” canta en la amarga ‘KIDS’ junto a Blimes Brixton, donde hace además referencias a la situación de Israel, a las protestas contra Netanyahu e incluso a la Guerra de los Seis Días.
Por su parte, ‘Fire Kites’ vuelve a ambientarse en el conflicto con Palestina con Noga intentando ponerse en la piel de chicas de Gaza que viven su adolescencia como pueden y que además lanzan esas cometas, con la intención de mostrar lo descompensado de esa guerra. En general, ‘KIDS’ es un paso firme en la carrera de Noga Erez, similar a la calidad de su debut, pero sin llegar a destacar del todo. Quizás cambios en la producción de cara al siguiente álbum redondeen el talento que desde luego tiene la israelí para expresar con honestidad sus preocupaciones y los sentimientos de buena parte de su generación.