Entre las canciones que ha recomendado nuestro compañero Raúl Guillén en su playlist «Flores en el estiércol», estaba esta ‘Last True Love’ que servía para presentar el disco de Still Dreams que saca esta semana el sello Elefant. El largo, de 8 canciones solamente, se llama ‘Make Believe’ y se edita en vinilo de color rosa.
El grupo no viene de ningún lugar de nuestro país, sino de Japón, algo que algunos detectaréis en acento, voces o alguna sonoridad, si bien los componentes de Still Dreams (Ryuta y Maaya) son realmente unos enamorados de Europa. Todas sus mayores influencias provienen de Francia, Reino Unido o Irlanda con la excepción de Arcade Fire. Por lo demás citan a New Order, M83, Cocteau Twins y My Bloody Valentine. Estas dos últimas cosas las vais a notar muy poco escuchando ‘Make Believe’ (si acaso en ‘Live with Excuse’) pero lo de New Order se nota muchísimo atendiendo a este ‘Last True Love’.
Hay quien puede hablar de mímesis o fusilamiento de la banda de Bernard Sumner y antiguamente Peter Hook. Y eso será tan cierto como que esta canción es tan irresistible como los hits de los 80 del grupo de Manchester que vio The Haçienda crecer. Con un punto de inocencia a lo Sarah Records o incluso a Saint Etienne (quizá sea por sugestión de esa voz femenina), ‘Last True Love’ avanza hacia un glorioso final instrumental que nos conecta con los momentos más bailables de Club 8. ¿Sería aquel nuestro «último gran amor» inocente?
En contra de lo que pueda parecer por el nombre de la canción, el tema suena optimista y anima a mirar el futuro en varios puntos, indicando que es el momento de “seguir adelante”. El estribillo indica que “somos los últimos amantes verdaderos en este mundo cruel, por paranoico que pueda sonar / Permanecemos intocables”, virando hacia la euforia tanto como el vídeo bailarín.