Hace unos meses os hablamos de ‘Smiling with No Teeth‘, el sensacional debut largo de Genesis Owusu, que a pesar de ser lanzado en esta época tan extraña, está consiguiendo que el australiano llegue a oídos de cada vez más personas fuera de la isla. Hemos podido conversar con él sobre este disco, con el racismo y la depresión como temáticas principales, pero también sobre su camino hasta él, y sobre lo que viene a continuación.
En los créditos del álbum para producción encontramos a Andrew Klippel, Dave Hammer, Harvey Sutherland y Matt Corby. Pero he leído que esta vez querías producirlo de una manera más clásica, como con una banda, ¿no?
Sí, teníamos una banda, las únicas canciones que no se hicieron con la banda fueron ‘Black Dogs’ y ‘Easy’, pero el resto las hicimos con la banda, en un pequeño estudio en el que estuvimos juntos durante seis días, creando como 20 horas cada día… fue maravilloso.
Tus primeras canciones fueron las del EP ‘Cardrive‘, en 2017. ¿Cómo las ves ahora? ¿Te siguen representando?
Sí, sí. Soy consciente de que para mucha gente, especialmente de fuera de Australia, este álbum será lo primero que conozcan de mí, pero estoy muy contento de ‘Cardrive’. Lo escribí cuando estaba en el instituto.
Yo soy uno de los que te ha descubierto con este disco, pero después escuché ese EP, y me gustó mucho… estoy flipando con esto de que lo escribiste en el instituto.
(ríe) Muchas gracias. Lo escribí entero entre 2014 y 2015, aunque se lanzara en 2017, así que tenía como unos doce años. A ver, evidentemente no está tan refinado ni tan elaborado como este álbum, pero yo siento que consigue encapsular un momento en mi vida que fue muy importante. Sigo tocando canciones de ese EP porque siguen significando mucho para mí.
Hace dos años lanzaste ‘Good Times’, que sigue siendo tu mayor hit en plataformas de streaming. ¿Por qué crees que es?
Porque creo que es muy fácil de escuchar, y no necesita contexto ni nada. Tiene como una vibra muy positiva, este rollo chill de fiesta, no sé… yo creo que es por eso, básicamente cualquiera puede escucharla.
El hilo conductor del disco es ese uso de los “black dogs” como metáfora tanto del racismo como de la depresión, y del nexo entre ambos. He leído además que era un término que usaban para insultarte cuando eras pequeño. ¿Cómo fue el proceso hasta llegar a esa idea que unía todo esto?
Siempre me han gustado mucho los álbumes conceptuales, mis favoritos siempre eran los que tenían este tipo de historias o de hilos conductores, ¿sabes? Así que tenía claro que mi primer disco tenía que ser así. Pero no sabía de qué iba a ser exactamente… solo escribía, escribía y escribía. Escribía sobre depresión, escribía sobre racismo, y el término “black dog” aparecía una y otra vez. A medida que escribía más, el tema y el concepto alrededor del cual se vertebraba el disco se volvía más y más claro. Cuando llevaba como 2/3 del disco ya lo decidí.
Muchas veces la gente que sigue una religión la usa básicamente como excusa para ser racista
Has comentado que una inspiración para todo esto fue el estupendo ‘To Pimp a Butterfly‘ de Kendrick Lamar. ¿Cuál dirías que es tu tema favorito de ese disco?
Uf, es que es mi álbum favorito, es una pregunta muy difícil. Déjame pensar… ¿quizás ‘Wesley’s Theory’? También podría decirte ‘U’.
Hablemos de ‘I Don’t See Colour’. He leído que es el inicio del segundo capítulo del disco, ¿no?
Sí, digamos que es el puente entre el “black dog” de la depresión con el “black dog” del racismo; este último empieza en esa canción.
Me parecen brillantes los versos de la canción en los que se habla del nexo entre racismo y religión: “the burning of a bush told me I was great / but the burning of a cross told me to play it safe / cause somehow my actions represent a whole race” (“el fuego en un arbusto me dijo que yo era maravilloso / pero el fuego en una cruz me dijo que tuviese cuidado / porque de alguna forma mis acciones representan a toda una raza”).
Muchas gracias, la verdad es que a mí también me gustan bastante esas líneas. Para mí fue muy interesante hacerlas, quería contar cómo muchas veces la gente que sigue una religión la usa básicamente como excusa para ser racista. Subvierten estos textos y estas ideas que se supone que representan amor e igualdad… y las convierten estas nociones malvadas de odio.
Como has dicho, esta segunda parte del disco es muchísimo más directa y clara sobre la opresión y el racismo, y es mucho más política; se llegan a mencionar a los neonazis en ‘Whip Cracker’, que quizás sea mi favorita. Me gusta mucho cómo esta canción captura lo que supone ser una minoría en este sistema, y cómo decides aquí representar de forma sarcástica ese estereotipo que se te va a asignar igualmente.
Sí, sí, totalmente, era mi intención… ‘Whip Cracker’ es quizás la canción más directa y más “in your face” del disco, básicamente lo que hace es tirar ese velo, esa cortina al suelo, eliminar la fachada, decir “esto es lo que hay, no hay escapatoria”. Es como un puñetazo en tu cara. Me alegro de que te guste porque en mi caso es una de mis favoritas del disco también.
Además de por la letra, por ese giro que hay a mitad de canción, donde se vuelve funk-rock sin dejar de ser bastante dura.
Creo que en el disco se mezcla la honestidad de las letras al hablar de racismo y depresión, y una sensación de autenticidad, con un tono poético en muchos de los versos, como el que mencionábamos antes de ‘I Don’t See Colour’.
Siempre me ha encantado la poesía, pero me ha llevado un tiempo encontrar ese equilibrio, ¿sabes? Qué bien que se aprecie, porque me ha costado. Mis primeros trabajos creo que eran demasiado poéticos, como que la gente ni entendía de qué estaba hablando (ríe) y singles como ‘Good Times’ son demasiado directos, no hay ningún misterio a su alrededor. Pero creo que aquí he alcanzado ese equilibrio.
Hablábamos antes de lo político que se volvía el disco. ¿Cómo ves la situación política actual? No te hablo de Australia únicamente, sino en general; aunque poquito a poco hemos ido avanzando en derechos, ¿no parece que ahora nos acercamos, si es que no lo estamos ya, en una época de retroceso? No sé qué sensación tienes tú.
Sí, sí, entiendo a qué te refieres… y desde luego muchas veces parece que estamos en el fin del mundo (ríe) Y puede serlo, la verdad. Pero, ¿sabes qué te digo? Que no pienso rendirme, pienso disfrutar del viaje. Quizás estas cosas necesitan ocurrir, en cierto modo es como que tiene que haber explosiones para que la gente despierte, para que aparezcan nuevos valores o se afiancen valores y maneras de pensar. Creo que eso es lo que está pasando, estamos pasando por un momento muy violento y tumultuoso, pero la noche siempre es más oscura antes del amanecer (ríe) Estamos atravesando por lo peor para llegar a un lugar mejor, creo yo.
La salud mental sigue siendo tabú pero la única forma de romper con eso es hablar de ello
En nuestra web, cada día recomendamos una canción y hablamos del artista en cuestión, es una sección llamada “Canción del Día”. ‘The Other black Dog’ fue la canción elegida por nuestro director hace unas semanas. ¿Qué puedes contarnos de ella?
Fue muy emocionante, porque es la que introduce el “black dog” como personaje, también con su videoclip. Es una canción muy implacable, parece que nunca va a terminar, cogí mucha inspiración para ella a través de Outkast, en términos de energía sobre todo.
También has dicho sobre la canción que explora la lucha entre “un espíritu de resistencia y esperanza” y otro espíritu de vacío y fealdad, y que ambos espíritus son en realidad tú mismo. Me parece muy interesante eso, se suele hablar de manera muy simple cuando hablamos de alguien que tiene depresión, como que solo tiene uno de esos dos espíritus, no se entiende que tiene los dos.
Absolutamente. Una de las cosas que quería expresar en eesta canción, y en realidad en todo el álbum, es que hay niveles en esto, no es “oh, tiene depresión, todo es triste, todo tiene que ser totalmente triste todo el tiempo”. La gente que tiene depresión vive su día a día de forma “normal” la mayor parte del tiempo, y se ríen con chistes, y lloran con películas, etc. Todo eso quería expresarlo en el álbum, no solo en las letras, sino también a nivel musical, por eso estos sonidos tan agresivos que de repente son funky, y de repente son sexys, o más chill.
Cada vez más artistas hablan de salud mental en sus canciones, pero realmente sigue siendo un tabú en nuestra sociedad, ¿no? No sé qué opinas tú.
Sigue siendo un tabú, desde luego… pero creo que la única forma de romper eso es empujar y hablar de ello. Cuando estaba haciendo este álbum, y en general cuando hago música, intento quitarme cualquier cosa del exterior sobre lo que escribo, o cómo se va a recibir, sino concentrarme en lo que estoy haciendo y en de qué quiero hablar. Y si a la gente le gusta, guay; si no, pues no, pero yo estoy contento por haberlo hecho como yo quería.
Éste es posiblemente un punto de inflexión en tu carrera, al menos a nivel internacional. ¿Cuál es la mayor enseñanza que te llevas de estos primeros años?
Ser fiel a mí mismo. Parece un tópico, pero es que es así, me pongan en la radio o no, me escuche mucha gente o no, creo que he conseguido ser fiel a quien soy y a lo que quiero hacer, y eso es lo más importante y lo más beneficioso que me llevo. Al final, la gente valora la autenticidad en la música, y que no suenes como otro artista.
Por último, un clásico de este año: ¿cómo ha afectado la pandemia a este disco?
Pues mira, creo que la pandemia lo ha hecho mejor, aunque suene extraño. Se nos cancelaron muchos eventos internacionales, muchos conciertos, y eso fue horrible, pero también nos dio tiempo para sentarnos y mirar con detalle todo lo relacionado con el álbum.