‘Literally’ apareció originalmente en Reino Unido en 1990. Confieso que lo tengo en casa desde 1991. Cuando el año pasado se anunció su reedición en Reino Unido tras mucho tiempo descatalogado, aproveché para releerlo. Que la editorial Contra lo haya publicado, al fin, en castellano me ha dado una alegría enorme. Por supuestísimo, lo he vuelto a leer. Y lo he gozado mucho, gracias sobre todo a la fantástica traducción de Silvia Guiu, extraordinariamente fiel al original.
En 1989 Pet Shop Boys se embarcaron en su primera gira y le encomendaron a Chris Heath que escribiera un libro sobre ella. El MCMLXXXIX Tour era teatral y muy ambicioso: proyecciones del reputado director Derek Jarman, bailarines, coristas, cambios de vestuarios… Si Pet Shop Boys no eran un grupo al uso, su gira tampoco lo iba a ser. Y el diario de dicha gira, menos todavía. Chris Heath era periodista de la mítica Smash Hits, donde había llegado a coincidir con Neil Tennant; siguió al dúo todo el tiempo libreta en ristre, anotando todo lo que hacían y decían, lo que visitaban, lo que comían, lo que vestían… Para finalmente presentarlo en forma de diario.
Entre el 25 de junio y el 20 de julio de 1989, Pet Shop Boys recorren un Hong Kong apesadumbrado por la reciente matanza de Tiananmen, continúan por un Japón de extrañamiento y acaban en un Reino Unido ligeramente hostil. No hay mucho filtro, más allá del que marca la intimidad, y cero complacencia. Heath muestra a Neil Tennant y Chris Lowe en todo su «esplendor»; para lo bueno y para lo malo. ‘Literalmente’ es un retrato vívido que no ahorra detalles. Neil es snob y sabelotodo, Chris es quejica y esquivo. Aparentemente, sólo les preocupa qué van a cenar, dónde van a salir o si va a haber champán. A veces son encantadores con los fans, otras crueles; chismorrean sobre otros artistas y se lanzan pullitas constantemente. Pero también son personas brillantes y divertidas. Hay reflexiones de Chris de lo más inverosímiles y soliloquios ebrios de Neil sobre pop e historia. Pero no son los únicos actores; aquí hay mucho lugar para el resto del personal de la gira. Desde roba escenas como el excesivo Tom Watkins, su primer mánager, a Ivan, el promotor al borde perpetuo de un ataque de nervios, pasando por Janet Street-Porter, deslenguada periodista muy amiga del dúo.
Pero Heath no sólo apunta lo que sucede a su alrededor; también entrevista al dúo, indaga en su biografía, los presenta al mundo… De hecho, choca la gran cantidad de páginas que se gastan explicando “quiénes son los Pet Shop Boys”. Hay que recordar que estamos en 1989. El dúo tiene ocho años de carrera. Sólo hace tres que son famosos. Y, aunque son uno de los grupos del momento, su situación todavía es algo precaria. El estatus de clásicos aún estaba lejos. Por otro lado, ‘Literalmente’ actúa de manifiesto del dúo. Neil y Chris tratan con denuedo de explicarse, de mostrar su visión artística. Y de reivindicar el pop, lejos de ironías. Ahora su discurso está plenamente asumido, pero en los 80 se cuestionaba muchísimo: la autenticidad rockista aún era ley. Los mismos PSB generaban suspicacias; todavía eran considerados productos de segunda por amplios sectores de la crítica.
‘Literalmente’ puede resultar un tanto farragoso a ratos. En su afán de registrarlo todo escrupulosamente, da la sensación de que Heath nos informa de demasiados detalles aburridos y anécdotas irrelevantes. También hay aspectos obsoletos pero, como bien explica el autor en el epílogo que añadió en 2019, este libro es la instantánea de un momento muy determinado. La sombra de Stock, Aitken & Waterman sobrevuela en muchas páginas. Choca la omnipresencia de Bros o Jason Donovan, súper estrellas entonces. ¿Dónde están ahora y dónde Pet Shop Boys? Bueno; Luke Goss protagoniza films de acción de serie B y Jason Donovan… la última vez que vi a Jason Donovan fue en el videoclip de ‘Fifteen Feet of Pure White Snow‘ de Nick Cave and the Bad Seeds. Y de eso hace veinte años ya.
Pero a pesar del abigarramiento y del exceso de información, ‘Literalmente’ es un relato divertido, absorbente y brillante, repleto de múltiples lecturas: es el diario de la gira. También es la historia de Chris Heath siguiendo la gira. Es la fotografía fiel de lo que fueron los últimos ochentas en la industria de la música pop. Pero, ante todo, es el retrato de uno de los grupos básicos de la historia del pop (aunque esto ellos aún no lo sabían) enfrentándose con emoción y pavor a sus primeros directos; el relato de dos artistas que tratan de salvaguardar su visión artística; de una amistad y una lealtad prueba de bombas. Son ellos dos contra el mundo. Ahora solo cabe esperar que, por favor, Contra se decida a publicar el ‘Pet Shop Boys vs America‘ sobre su gira de 1991. Es todavía mejor que este.