Música

Yola baila las penas en la disco… de los años 70 con su himno al desamor

Tanto se habla de esas canciones que te hacen «bailar llorando» que parecen un género en sí mismo. Género que, por cierto, no inventó Robyn aunque a todos nos venga a la mente ‘Dancing on My Own’ cuando pensamos en una canción de dicho estilo. Muchos años antes, Ultravox publicaron una llamada ‘Dancing with Tears in My Eyes’ y la música disco ha producido decenas de ellas, algunas de las cuales no te hacen llorar de tristeza precisamente: ahí están ‘Dancing Queen’ de ABBA o ‘I Will Survive’ de Gloria Gaynor para demostrarlo.

Entre las canciones recientes hechas para que llorar las penas en la pista de baile, Yola ha decidido presentar su nuevo disco con una que suena decididamente atemporal, entiéndese atemporal por «canción que podría haber salido en los años 70». Dan Auerbach de The Black Keys ha producido el álbum, un ‘Stand for Myself‘ absolutamente retro que no está nada mal, y uno de sus singles más claros ha sido este ‘Dancing Away in Tears’ que abandona los tempos baladescos de otros cortes como ‘Starlight’ o ‘Barely Alive’ para soltar unas lágrimas bajo la luz de una bola de discoteca.

Merecedora de ser una de las canciones de Yola más escuchadas a la larga, ‘Dancing Away in Tears’ desprende un poso añejo en todos los sentidos, no solo en la producción, sino también en el dramatismo de la melodía, majestuosa pero sin caer en el exceso. Las típicas percusiones de bongos (o un instrumento parecido) presentes en la música disco de la época bailan de la mano de vientos metales, teclados y otros instrumentos orgánicos que aportan una textura definitivamente vintage a la grabación, mientras Yola se luce vocalmente como solo puede hacerlo una persona que suena como una Aretha Franklin resucitada.

Como tantas canciones que te hacen llorar en la disco, ‘Dancing Away in Tears’ habla sobre una ruptura. «Romper siempre es difícil, lo único que deseo es un último baile contigo» es uno de los mensajes que deja la letra, de nuevo, expresando cierto carácter añejo, pues parece que estemos en un baile de los de antes. Cuando «la fiesta ha terminado» y Yola acepta que «tú ya no eres mío y yo ya no soy tuya», la cantante es capaz de pasar página, y la canción termina con unos melancólicos «adiós, cariño, te deseo lo mejor» que ponen los pelos de punta. Aún con el corazón roto, Yola entiende que la mejor forma de demostrar tu amor a alguien es dejar ir a esa persona cuando es necesario.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Jordi Bardají
Tags: yola