La comparecencia de Britney Spears el pasado 23 de junio en el tribunal de Los Ángeles para hablar de su tutela parecía una primer señal de que la cantante estaba un paso más cerca de ser la dueña de su vida, de sus relaciones y de sus recursos, más aún cuando a principios de agosto su padre, Jamie Spears, accedió a la petición de su hija de renunciar a su custodia. Sin embargo, el precio que Jamie ha puesto a esa libertad es de dos millones de dólares, 1 millón para pagar a sus abogados, 500.000 para su antiguo administrador y el resto mediante una indemnización.
Los datos se conocieron este miércoles a través The Guardian mediante una serie de documentos judiciales que presentó el nuevo abogado elegido por Britney, Mathew Rosengart. Estos documentos son un anexo a la petición que ya se realizó en julio para poner fin a su tutela. «Britney no será extorsionada», afirmaba en la presentación del expediente judicial, y asegura que el «descarado» intento por parte de su padre para la «suspensión y eliminación» de la tutela de su hija a cambio de este pago «no tiene posibilidades de éxito».
Ya es sabido el absoluto control que Jamie Spears ha tenido sobre las cuentas de su hija. El pasado mes de julio se descubrió que gastó 1,5 millones (en euros) de su fortuna para la defensa judicial con la que poder mantener la tutela. Y aunque no permita a su hija tener acceso a su tarjeta y aun habiendo limitado su paga a 2.000 dólares semanales, el señor Spears ha asegurado que «no hay motivos para expulsarlo y que siempre ha actuado en el mejor interés de su hija», también según The Guardian.
Britney Spears ya dijo hace casi tres meses en su declaración que se siente «deprimida» y «traumatizada» y que solo quiere «recuperar su vida». A lo largo de los años, entre otras cosas, la cantante ha sido obligada a trabajar en contra de su voluntad, incluso teniendo fiebre, se le han retenido pertenencias como el teléfono, la tarjeta de crédito o el pasaporte y ha sido privada de quedarse embarazada después de haber tenido que implantarse un DIU en contra de su voluntad.
El juicio continuará este mes, concretamente a partir del día 29, y se espera que la jueza Brenda Penny destituya a Jamie Spears como tutor legal de Britney y que no le sea asignada otra tutoría para que sea ella misma quien ejerza el control sobre su vida.